Terapia psicológica: caminando por el Pirineo

El concepto de la Biofilia, postulado por Edward O. Wilson, define al ser humano como un animal social y natural por lo que, subraya la conexión innata del mismo con la naturaleza (Arvay, 2015). No obstante, el proceso de urbanización, la mejora de los servicios y los avances tecnológicos han llevado a que gran parte de la población resida en entornos urbanos, transformando al ser humano en un “animal urbano” (Lladós, 2018).

Sin embargo, existe una intuición generalizada sobre los efectos positivos que tiene el contacto con entornos naturales, tales como playas o montañas, en el bienestar físico y mental (Miyazaki, 2018). En este contexto nace en Japón la Terapia de Bosque, siendo este último uno de los factores focales y centro de las investigaciones recientes debido a su poder preventivo y curativo.

El estrés crónico, con sus consecuencias adversas para la salud tanto física como psicológica, representa un factor de riesgo significativo para el desarrollo de diversas enfermedades (Inostroza- Beltrán, Puchi-Gómez, 2023). Ante esta realidad, es fundamental considerar los “activos para la salud”, que abarcan cualquier factor o recurso que fortalezca la capacidad individual para mantener el bienestar.

¿En qué consiste la terapia del bosque?

En este contexto, la terapia psicológica basada en caminar por el bosque emerge como una intervención prometedora para abordar los desafíos psicoemocionales actuales. Esta práctica integra la experiencia sensorial y emocional de sumergirse en entornos naturales con el acompañamiento terapéutico de profesionales de la psicología. Al sumergirse contemplativamente en la naturaleza, los individuos tienen la oportunidad de reconectar consigo mismos, respirar, moverse y expresarse en un ambiente que propicia la curación y el crecimiento emocional.

Principales características de esta terapia y el concepto Shinrin-yoku

El concepto japonés de Shinrin-yoku trasciende una mera caminata por el bosque; constituye un puente que conecta nuestros sentidos con el entorno natural. Esta práctica nos invita a sumergirnos consciente y deliberadamente en la naturaleza, aprovechando sus beneficios terapéuticos para restaurar el equilibrio emocional de manera intuitiva.

La esencia de la terapia psicológica basada en caminar por el bosque radica en su enfoque holístico y su énfasis en la conexión entre la mente, el cuerpo y el mismo entorno natural. Durante las sesiones terapéuticas, los pacientes son guiados por terapeutas profesionales a lo largo de senderos escénicos, donde se fomenta la reflexión, la observación y el diálogo abierto.

En términos prácticos y metodológicos, terapeuta y paciente transitan juntos senderos naturales durante la sesión terapéutica. Esta adaptación leve de la práctica terapéutica a las circunstancias contextuales permite aprovechar los beneficios inherentes del entorno natural, alejando al paciente de un entorno de consulta convencional. Este enfoque no solo aborda los síntomas superficiales de malestar emocional, sino que también profundiza en las raíces de los desafíos psicológicos, promoviendo una transformación integral.

Qué aplicaciones tiene

La aplicación de la terapia en entornos naturales, como los bosques, ha demostrado ser sumamente beneficiosa en una amplia gama de contextos clínicos. Investigaciones llevadas a cabo por expertos como Furuyashiki et al. y Park et al. han documentado de manera consistente una mejoría significativa en los estados de ánimo, así como un incremento notable en los niveles de serotonina, factores que resultan fundamentales para mitigar los síntomas de la depresión en los individuos que han participado en programas de terapia de bosque.

Por otro lado, el cortisol, que se considera un biomarcador del estrés, también se ha visto afectado positivamente por la aplicación de la terapia de bosque, tal como lo evidencia el estudio realizado por Ochiai et al., donde se encontró una disminución significativa en los niveles de cortisol salival después de la intervención en la naturaleza.

Una de las características distintivas de esta forma de terapia radica en su flexibilidad y brevedad, ya que las sesiones pueden tener una duración de un solo día. Estas sesiones han demostrado ser altamente efectivas en la mejora del bienestar físico y emocional de los participantes. Las actividades de estas sesiones, que van desde caminatas al aire libre hasta prácticas de meditación, se diseñan y adaptan individualmente para satisfacer las necesidades específicas de cada persona involucrada.

Aunque algunos estudios presentan deficiencias en la rigurosidad metodológica, los hallazgos disponibles sugieren que la terapia de bosque puede promover la salud y el bienestar en personas de todas las edades. Este aspecto fue particularmente relevante tras la pandemia, donde las restricciones y limitaciones difilcutaban el acceso a entornos naturales. Por ello, en tales circunstancias, la terapia de bosque demostró ser una intervención eficaz para contrarrestar los efectos negativos del estrés, la ansiedad y la depresión, ofreciendo así una alternativa valiosa para el cuidado de la salud mental y emocional (Inostroza-Beltrán, Puchi-Gómez, 2023).

En conclusión, la psicoterapia en la naturaleza emerge como una modalidad terapéutica innovadora y prometedora, ofreciendo un enfoque único que integra la experiencia sensorial y emocional de la naturaleza con la práctica terapéutica tradicional.

A través de una conexión profunda con entornos naturales como los bosques, esta terapia facilita un espacio propicio para la introspección, la relajación y el autoconocimiento. La figura del psicólogo como guía es esencial en este proceso, brindando un acompañamiento personalizado que permite a los individuos explorar y activar sus propios recursos internos.

Además, en un contexto actual marcado por el estrés, la ansiedad y la incertidumbre, la terapia en la naturaleza ofrece una alternativa efectiva para promover el bienestar emocional y la salud mental. Al fortalecer la conexión entre el ser humano y su entorno natural, esta práctica no solo aborda los síntomas superficiales de malestar, sino que también aborda las raíces de los desafíos psicológicos, fomentando una transformación integral.

Así, la interacción con el entorno boscoso no solo propicia una reducción significativa de los síntomas asociados al estrés, la ansiedad y la tristeza, sino que también promueve un estado de equilibrio emocional y plenitud vital." Si quieres conocer más sobre esta terapia no dudes en pedir cita con un psicólogo.

Referencias

• Furuyashiki A, Tabuchi K, Norikoshi K, Kobayashi T, Oriyama S. A comparative study of the physiological and psychological effects of forest bathing (Shinrin-yoku) on working age people with and wi- thout depressive tendencies. Environ Health Prev Med. 2019;24:46
• Hervás, G., Cebolla, A., & Soler, J. (2016). Intervenciones psicológicas basadas en mindfulness y sus beneficios: estado actual de la cuestión. Clínica y salud, 27(3), 115-124.
• Inostroza-Beltrán, M., & Puchi-Gómez, C. (2023). Utilización de terapia de bosque en personas mayores como activo en salud: una revisión integrativa. Gerokomos, 34(3).
• Lladós, L. (2018). El contacto con la naturaleza: ¿moda o necesidad? Aula Infantil, 96, 27-32.
• Li, Q. (2018). El poder del bosque. Shinrin-Yoku: Cómo encontrar la felicidad y la salud a través de los árboles. Roca Editorial.
• Park BJ, Shin CS, Shin WS, Chung CY, Lee SH, Kim DJ, et al. Effects of forest therapy on health promotion among middle-aged women: Focusing on physiological indicators. Int J Environ Res Public Health.

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