La esterilidad es un problema complejo que puede tener múltiples causas y se define como la incapacidad de concebir después de un año de relaciones sexuales sin protección. En el caso de que la mujer tenga más de 35 años o alguna patología ginecológica como miomas o endometriosis entre otros, este tiempo se acorta a los 6 meses.
Las causas de esterilidad pueden ser femeninas:
Entre los factores masculinos destacan:
También influyen otros factores como la edad, especialmente en mujeres a partir de los 35 años, y el estilo de vida (consumo de alcohol, tabaco, obesidad y estrés.
La inseminación artificial es una de las muchas opciones disponibles para ayudar a las parejas a concebir. Es un tratamiento de fertilidad que consiste en introducir esperma directamente en el útero de la mujer para facilitar la fertilización. Existen diferentes tipos:
La inseminación artificial se realiza en los siguientes casos:
El proceso del tratamiento comienza con controles ecográficos para determinar el momento óptimo para la inseminación. A la paciente se le administran pequeñas dosis de hormonas para producir uno o dos folículos y mediante otra medicación se realizará la inducción de la ovulación. Para la preparación del semen se obtiene una muestra, que se procesa para concentrar los espermatozoides móviles.
En el momento de la inseminación se introduce el semen preparado en el útero utilizando un catéter delgado y flexible. Aproximadamente dos semanas después se realiza un test de embarazo en sangre pero también puede realizarse mediante test de orina.
La tasa de éxito de la inseminación artificial varía según la causa de la infertilidad, la edad de la mujer y otros factores. Generalmente, la tasa de éxito del 10-20% por ciclo. Puede ser necesario realizar múltiples ciclos de inseminación (hasta un máximo de 6). No dudes en pedir cita con un ginecólogo experto en reproducción asistida.
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