El ganglión de la muñeca, también conocido como quiste ganglionar, son quistes sinoviales que están llenos de material mucoide. Se forman principalmente en la parte posterior de la muñeca o en la base de los dedos. Son fáciles de reconocer debido a la deformidad que suele acompañarles y a su textura “gelatinosa” al palparlos.
Si bien se desconoce la causa exacta que nos lleva a desarrollar los quistes ganglionares, actualmente se cree que los microtraumatismos repetitivos sobre las estructuras de soporte capsular y ligamentosas estimula sus fibroblastos para que produzcan ácido hialurónico, que se acumula para finalmente producir la bolsa de mucopolisacárido conocida como ganglión.
Es decir que su aparición suele ir ligada a una lesión de un ligamento que se ha roto parcialmente o a la lesión de la vaina de un tendón y es una patología que frecuentemente se encuentra en gimnastas o deportistas que someten sus muñecas a una carga e impactos de forma repetitiva.
Aunque pueden formarse a cualquier edad, se encuentran con mayor frecuencia en mujeres de entre 20 y 50 años. Teniendo las mujeres tres veces más probabilidades de desarrollar un quiste ganglionar que los hombres.
Cabe destacar que la mayoría de gangliones se suelen formar fuera de la articulación, pero en algunos casos, estos se puede generar de forma intraarticular llamándolos gangliones ocultos, que nos darán unas molestias en la muñeca de las cuales hablaremos seguidamente.
Muchas veces, los gangliones son indoloros y no causan síntomas. Sin embargo, en algunos casos, pueden presionar las estructuras neurovasculares adyacentes y provocar:
En cuanto a los gangliones ocultos, habitualmente nos van a generar molestias en gestos de compresión de la muñeca, como por ejemplo hacer flexiones.
Otra cosa a tener en cuenta y motivo por el cual la gente también se decanta por quitárselos es la deformidad estética que generan en el dorso o parte anterior de la mano dependiendo de su tamaño.
En pacientes asintomáticos podemos optar por no hacer ningún tratamiento y simplemente ir controlando el quiste explicándole a los pacientes que son benignos y que a veces estos pueden retroceder de forma espontánea.
Si es doloroso o afecta a la función de la muñeca se puede optar por una opción no quirúrgica e intentar la aspiración del quiste. De este tipo de tratamiento hay que saber que:
Si el tratamiento conservador no ha funcionado debido a la persistencia del dolor o por recidivas, el tratamiento quirúrgico para extirpar el quiste sería la opción más indicada. Aunque esta no siempre es la opción definitiva porque la literatura científica nos dice:
Si os observáis alguna protuberancia en la zona posterior o anterior de la muñeca anómala y con textura gelatinosa os recomendamos que vayáis a un traumatólogo especializado en mano para:
Finalmente con toda esa información será el especialista el que os comente las opciones que tenéis para solucionarlo y tomar la mejor decisión de tratamiento.
Otra visita muy recomendable seria ir con un fisioterapeuta también especializado en este tipo de lesiones para intentar abordar la causa de la aparición del ganglión, ya sea debido a una inestabilidad de la muñeca por la lesión de un ligamento o la irritación de la vaina sinovial de un tendón. Para eso el fisioterapeuta os ayudará a:
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