A lo largo del último siglo, nos hemos acostumbrado a creer que somos víctimas de la enfermedad o de la mala salud.
Sin embargo, muchos estudios recientes están descubriendo que la mayoría de las enfermedades de nuestra sociedad (la diabetes, problemas de corazón, el cáncer, la artritis…) pueden estar directamente ligados a unos factores básicos de nuestro estilo de vida.
A menudo, antes de que las subluxaciones (pequeño desplazamiento de la vértebra) se manifiesten con dolor, la presión sobre los nervios causa una disminución en el funcionamiento del cuerpo, acumulado durante meses, o incluso años. Con una revisión rutinaria se pueden prevenir posibles problemas en el futuro, y también ayudamos a nuestro cuerpo a funcionar con más vitalidad.
Siempre es mucho más fácil prevenir que curar, por lo que es mejor venir antes de que estas subluxaciones aumenten y degeneren demasiado.
Una dieta rica en azúcar y grasas tiene innumerables efectos negativos para la salud a largo plazo, pero, ¿por qué?
Mediante un estudio, se ha descubierto que el cerebro está influenciado por el azúcar y la grasa de una manera que lo hace adicto a estas sustancias. Si quieres consumir menos azúcar y alimentos altos en grasas saturadas, pero te cuesta mucho, ahora ya sabes el por qué.
El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo de muerte prematura. Sin embargo, es una causa evitable, y sus peligros se pueden prevenir. ¿Cómo?
Aunque quizás no puedas dedicar una hora diaria a hacer ejercicio, hay algunas pequeñas cosas que puedes hacer:
Dormir bien o mal es tan importante como llevar una buena alimentación.
Tanto a nivel físico como psicológico, un mal descanso tiene consecuencias negativas sobre el cuerpo y el cerebro, además de que favorece el desarrollo de enfermedades. La gente con falta crónica de sueño tiene más probabilidades de tener depresión.
El pensamiento positivo influye sobre el funcionamiento del cerebro. Esa influencia puede medirse mediante un electroencefalograma (EEG), que registra la pautas de ondas eléctricas emitidas al minuto por el cerebro. Durante la meditación, ejercicios de relajación y pensamientos positivos, se producen cambios de esas pautas. El cerebro produce entonces ondas alfa, similares a los ritmos emitidos durante el sueño, más regulares que las ondas características del estado normal de vigilia.
Recuerda que no hay límites para lo que quieres conseguir si preparas tu mente de una forma adecuada. Si quieres llevar a cabo una vida saludable pide cita con un fisioterapeuta para que pueda ayudarte.
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