Diagnóstico y tratamiento del trastorno ciclotímico

El trastorno ciclotímico, también conocido como ciclotimia, es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por fluctuaciones crónicas del estado de ánimo que involucran períodos de síntomas hipomaníacos y períodos de síntomas depresivos leves. Estas fluctuaciones no son lo suficientemente severas como para cumplir con los criterios diagnósticos del trastorno bipolar I o II.

Es una condición menos frecuente y menos investigada en comparación con otros trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor o el trastorno bipolar .

A nivel mundial la prevalencia está alrededor del 0,4- 1% de la población general. Estas cifras son similares en España. Afecta de forma similar a hombres y mujeres. A continuación, se detallan los aspectos principales del diagnóstico y tratamiento del trastorno ciclotímico.

El inicio de la ciclotimia suele ser temprano, durante la adolescencia o el inicio de la edad adulta. El curso del trastorno es crónico, con fluctuaciones del estado de ánimo que pueden presentarse durante años antes de llegar a un diagnóstico. Frecuentemente coexiste con otros trastornos psicológicos, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico y el abuso de sustancias. Dichas comorbilidades pueden entorpecer el diagnóstico y el tratamiento.

Cómo se diagnostica el trastorno ciclotímico

La ciclotimia puede ser difícil de diagnosticar debido a la naturaleza leve de sus síntomas, en especial si la comparamos con otros trastornos del estado de ánimo. A menudo se confunde con trastornos depresivos menores o con trastornos de la personalidad.

A continuación, se detallan los aspectos principales del diagnóstico del trastorno ciclotímico: criterios diagnósticos (DSM-5):

• Presencia de numerosos períodos de síntomas hipomaníacos y numerosos períodos de síntomas depresivos, que no cumplen los criterios para un episodio depresivo mayor durante al menos dos años (un año en niños y adolescentes).

• Durante el período de dos años (uno en niños y adolescentes), los períodos hipomaníacos y depresivos han estado presentes al menos la mitad del tiempo y la persona no ha estado sin síntomas durante más de dos meses seguidos.

• Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en áreas importantes de la vida del individuo, como el funcionamiento social, ocupacional o en otras áreas importantes.

• Los síntomas no se deben al efecto fisiológico directo de una sustancia (por ejemplo, una droga o medicación) o a una condición médica general (por ejemplo, hipotiroidismo).

Tratamientos recomendados para este trastorno

En España el tratamiento de la ciclotimia sigue pautas internacionales, que incluyen una combinación de estabilizadores del ánimo, terapia cognitivo-conductual y psicoeducación. No obstante, el acceso a los diferentes tratamientos puede variar según la región y la disponibilidad de servicios de salud mental. A continuación se detallan los diferentes tratamientos, siendo altamente recomendable un tratamiento en el que se incluya tanto la indicación farmacológica como la intervención psicoterapéutica y psicoeducativa.

Terapia farmacológica:

• Estabilizadores del ánimo: el litio es comúnmente utilizado y puede ser efectivo para reducir las fluctuaciones del estado de ánimo.
• Anticonvulsivos: medicamentos como el ácido valproico y la lamotrigina se utilizan a veces como estabilizadores del ánimo. Hay que tener en cuenta los riesgos /beneficios de ambos, especialmente del ac valproico en mujeres en edad fértil en las que no estaría recomendado.
• Antidepresivos: su uso es controvertido y debe ser cuidadoso ya que pueden desencadenar episodios hipomaníacos. Generalmente se usan en combinación con estabilizadores del ánimo.
• Antipsicóticos atípicos: a veces se utilizan en el tratamiento de la ciclotimia, especialmente si hay síntomas psicóticos.

Terapia psicológica:

• Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): ayuda a los pacientes a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y comportamientos asociados.
• Psicoterapia Interpersonal y de Ritmo Social (IPSRT): enfocada en ayudar a los pacientes a regular los ritmos diarios y mejorar las relaciones interpersonales.
• Psicoeducación: es crucial para ayudar a los pacientes y sus familias a entender el trastorno, reconocer los síntomas tempranos y adherirse al tratamiento.

Cambios en el estilo de vida:

• Rutinas regulares: mantener un horario regular para dormir, comer y realizar actividades puede ayudar a estabilizar el estado de ánimo.
• Ejercicio: la actividad física regular puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
• Estrategias de manejo del estrés: técnicas como la meditación, la atención plena (mindfulness) y la relajación pueden ser beneficiosas.

Monitoreo continuo:

• Seguimiento regular con un profesional de salud mental: es esencial para ajustar el tratamiento según sea necesario y manejar cualquier efecto secundario de los medicamentos.
• Registro del estado de ánimo: llevar un diario del estado de ánimo puede ayudar a los pacientes y a sus terapeutas a identificar patrones y desencadenantes.

El manejo efectivo del trastorno ciclotímico generalmente requiere un enfoque combinado que involucra tanto intervenciones farmacológicas como terapéuticas, junto con cambios en el estilo de vida. La colaboración cercana con un psiquiatra es crucial para el éxito a largo plazo del tratamiento.

Psiquiatras | Psiquiatras Barcelona | Psiquiatras Madrid | Psiquiatras Sevilla | Psiquiatras Valencia | Psiquiatras Zaragoza