Artículos 05 septiembre 2023

Rotura fibrilar o desgarro muscular: ¿qué es y cómo se trata?

Toni Roman Arias Fisioterapeuta, Osteópata
Toni Roman Arias
Fisioterapeuta, Osteópata

Las roturas musculares son lesiones comunes que afectan tanto a atletas como a personas sedentarias, causando dolor, pérdida de funcionalidad y una disminución en la calidad de vida. Pueden ocurrir debido a diferentes factores, como trauma directo, estiramiento excesivo, movimientos bruscos o debilidad muscular previa. Estas lesiones pueden afectar a cualquier músculo del cuerpo, pero son más frecuentes en aquellos sometidos a una mayor carga y esfuerzo, como los músculos de las extremidades inferiores, espalda y brazos.

Tipos de roturas musculares

Las roturas musculares pueden ser clasificadas en tres categorías principales:

  • Rotura traumática: ocurre como resultado de una fuerza externa repentina y significativa aplicada al músculo. Esto puede suceder en accidentes automovilísticos, caídas o lesiones deportivas que involucren un impacto directo en el área afectada.
  • Rotura por sobrecarga: se produce debido al estrés repetitivo o prolongado en el músculo, lo que puede llevar a la acumulación de microtraumas y debilidad en las fibras musculares. Esta categoría es común entre atletas y personas que realizan actividades físicas intensas o de forma inadecuada.
  • Rotura espontánea: en ocasiones, un músculo debilitado o envejecido puede sufrir una rotura sin un evento traumático aparente. Esto es más común en personas mayores y en individuos con afecciones musculares previas.

También podemos hacer una clasificación según grado de gravedad:

  • De primer grado: daños leves de las fibras musculares (ruptura de menos de 1/3 de la estructura muscular).
  • De segundo grado: rotura muscular parcial de las fibras musculares (rotura de más de 1/3 de la estructura muscular).
  • De tercer grado: rotura muscular total de las fibras musculares.

Diagnóstico

El diagnóstico adecuado de una rotura muscular es esencial para un tratamiento efectivo y una recuperación óptima. El proceso diagnóstico puede incluir:

  • Historia clínica: el profesional sanitario recopilará información sobre el inicio del dolor, la actividad física reciente, el mecanismo de lesión (si lo hay), y cualquier condición médica o factor que pueda contribuir a la lesión.
  • Examen físico: se realizará una evaluación de la zona afectada para identificar signos de inflamación, hematomas, debilidad muscular y sensibilidad.
  • Pruebas de imagen: las técnicas de imagen, como la resonancia magnética (RM) y la ecografía, son herramientas valiosas para visualizar el músculo lesionado y determinar la extensión y gravedad de la rotura.
  • Electromiografía (EMG): esta prueba mide la actividad eléctrica de los músculos y puede ayudar a identificar la ubicación exacta y el alcance de la lesión.

Tratamiento

El tratamiento de las roturas musculares puede variar según la gravedad de la lesión y la ubicación del músculo afectado. Algunas medidas generales pueden incluir:

  • Descanso: el músculo afectado necesita tiempo para sanar, por lo que es esencial evitar actividades que puedan agravar la lesión.
  • Hielo y compresión: la aplicación de hielo y la compresión pueden reducir la inflamación y el dolor en la zona afectada.
  • Elevación: elevar la extremidad lesionada puede ayudar a reducir la inflamación.
  • Medicación: se pueden prescribir analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
  • Intervención quirúrgica: en casos graves de roturas musculares, la cirugía puede ser necesaria para reparar el tejido dañado.
joven deportista dolor pierna puente Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para una recuperación exitosa.

Tratamiento de fisioterapia

El tratamiento que desarrollamos en fisioterapia, depende de muchos factores, como la edad, la actividad, características psicosociales… En todo caso, plantearemos un plan de abordaje genérico y que somos conscientes que puede variar según cada paciente:

Día 1

  • Crioterapia. Aplicar frío durante 30 minutos (realizar pausas si el frío es muy intenso), de seis a ocho veces durante este primer día. Siempre poner un trapo o una toalla entre el hielo y la piel.
  • Vendaje compresivo, elevación y reposo.

Día 2

  • Tratamiento drenante y antiinflamatorio con radiofrecuencia (si se dispone) de modo atérmico.
  • Kinesiotape (favoreciendo la aproximación de los extremos musculares).
  • Crioterapia.

Días 3 al 7

  • Radiofrecuencia (objetivo de favorecer y acelerar la cicatrización).
  • Corrientes excitomotoras. Interferenciales bipolares buscando la mínima contracción. Trenes de impulso de 6 segundos de trabajo y 20 segundos de descanso durante 20 minutos.
  • Contracciones isométricas. Buscar una posición de acortamiento para que no aparezca dolor.
  • Estiramientos a partir de los antagonistas hasta notar la molestia.
  • Kinesiotape (favoreciendo la aproximación de los extremos musculares).

Días 8 al 21

  • Iniciar actividad suave, progresiva y sin dolor. Puede aparecer una pequeña molestia, pero desaparece en pocos minutos. En caso de que persista, suspender la actividad.
  • Estiramientos activos y pasivos.
  • Ejercicios progresivos de reforzamiento muscular. Primero contra gravedad y posteriormente contra resistencia. Los ejercicios nunca deben producir dolor.
  • Ejercicios de propiocepción.
  • Aprendizaje de la carrera, saltos, carreras en slalom, saltos bipodales unipodales, etc. En el caso de que la lesión esté en el miembro superior se utilizan balones, pesas, etc.
  • Vuelta a la actividad entre el día 18 y 21 en función de la gravedad y de la localización.

Complicaciones

En ocasiones el tejido cicatricial de la rotura se puede fibrosar (tejido más denso de lo normal) y esto necesita técnicas especiales como:

  • Masaje transverso profundo o Cyriax.
  • Técnica “ganchos” o fibrolisis diacutanea.
  • Técnica EPI (Electrolisis Percutánea Intratisular).
  • Ondas de choque.

Prevención

Para prevenir las roturas musculares, es importante seguir prácticas seguras durante la actividad física:

  • Calentar adecuadamente antes del ejercicio.
  • Mantener una buena condición física.
  • Evitar el sobreentrenamiento.
  • Utilizar el equipo de protección adecuado en deportes de contacto.

Las roturas musculares son lesiones comunes que pueden afectar a personas de todas las edades y niveles de actividad física. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para una recuperación exitosa. La prevención a través de prácticas seguras y una buena preparación física también juegan un papel crucial en la reducción del riesgo de sufrir este tipo de lesiones. Siempre es recomendable buscar atención médica de un fisioterapeuta si se sospecha de una rotura muscular o cualquier otra lesión. También puedes consultar completa guía sobre las lesiones musculares.

Referencias
  • Ventosa, J. Rocha. “La ruptura fibrilar: tratamiento fisioterápico.” Revista iberoamericana de fisioterapia y kinesiología 1.2 (1998): 137-144.
  • Verdugo, P., y Marco Antonio. “Clasificación ultrasonográfica de los desgarros musculares”.
  • Revista chilena de radiología 10.2 (2004): 53-57.
  • Álvarez, María del Mar Rodríguez, et al. Roturas fibrilares. FMC-Formación Médica Continuada en Atención Primaria, 2022, vol. 29, no 3, p. 136-142.

La publicación del presente artículo en el Sitio Web de Doctoralia se hace bajo autorización expresa por parte del autor. Todos los contenidos del sitio web se encuentran debidamente protegidos por la normativa de propiedad intelectual e industrial.

El Sitio Web de Doctoralia Internet S.L. no contiene consejos médicos. El contenido de esta página y de los textos, gráficos, imágenes y otro material han sido creados únicamente con propósitos informativos, y no para sustituir consejos, diagnósticos o tratamientos médicos. Ante cualquier duda con respecto a un problema médico consulta con un especialista.


www.doctoralia.es © 2023 - Encuentra tu especialista y pide cita

Nuestra web utiliza cookies.
Sigue navegando si estás de acuerdo con nuestra política de cookies.