En una relación sana el amor se fundamenta en el respeto por la individualidad del otro, en el conocimiento y en la aceptación real del mismo, en el enriquecimiento mutuo y en la capacidad de resolver los problemas conjuntamente. El diálogo se convierte en el medio a través del cual se avanza a pesar de las dificultades y obstáculos.
Los valores en las relaciones de pareja sana se basan en la confianza, la igualdad, el cuidado, la libertad, el apoyo y el respeto.
En cambio, la posesión, la entrega completa a la otra persona, el creer que nuestra vida sin la otra persona no tiene sentido, o pensar que la pareja es el motivo de la felicidad de uno mismo o una misma, son aspectos que podrían ser perjudiciales.
En el “amor romántico” en el cual se nos ha socializado durante generaciones, a menudo se mezclan conceptos como la estima y la posesión o el amor y el odio. Se desarrollan creencias e imágenes idealizadas que en numerosas ocasiones dificultan el establecimiento de relaciones sanas y fomentan la tolerancia a comportamientos abusivos y ofensivos, dando lugar a las relaciones tóxicas.
El amor no ha de cambiar tu manera de ser, ni acabar con las amistades que uno/a ya tiene, o con sus hobbies, metas, creencias o valores.
Los mitos del amor romántico son creencias socialmente compartidas sobre la supuesta “naturaleza del amor”, y como mitos que son, acostumbran a ser ficticios, absurdos, engañosos, irracionales e imposibles de cumplir. Se trata de falacias y falsas creencias acerca del ideal de amor que se nos da como componente cultural, descriptivo y normativo y que puede facilitar la aceptación, normalización y justificación en las relaciones tóxicas.
Algunos ejemplos de mitos acerca del amor romántico serían:
El amor romántico se caracteriza por dirigir a los/las amantes a intentar:
El concepto de amor romántico tiene una gran carga de sacrificio, abnegación y entrega. Esta forma de amor puede generar angustia y sumisión absoluta a la pareja.
Las personas que asumen este tipo de amor y creen en estos mitos, tienen más posibilidades de ser víctimas de una relación tóxica.
Aprende a reconocer una relación tóxica con las siguientes señales de alarma:
Si crees que estás viviendo circunstancias similares o te sientes identificada/o, no dudes en solicitar ayuda. Como siempre el primer paso es tomar consciencia para luego promover el cambio. Los psicólogos podemos ayudarte. Si quieres saber más sobre la creciente preocupación por la violencia de género en España, puedes consultar nuestra guía.
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