La violencia y, específicamente, la de género existen seguro antes de que le pusiéramos nombre. Desde que podemos analizar la historia humana quien se ha sentido superior por algún motivo se ha sentido con derecho a ejercer su poder y dañar para obtener placer o sentirse importante. Esto ha sido así contra otros grupos humanos, personas con discapacidad, colectivo LGTBIQ+ , religiones o creencias minoritarias, animales… y hasta el día de hoy desde el género masculino hacia el femenino.
Centrándonos en el tema de este artículo, no ha sido hasta tiempos muy recientes que se ha tomado conciencia y han habido leyes que promuevan una verdadera igualdad. Como es sabido puede haber una gran distancia entre las leyes dictadas y la realidad social que se mueve a una velocidad mucho más lenta.
Si bien la violencia física contra las mujeres no recibe ya apenas aprobación social, no es tanto así con la violencia psicológica. Además esta puede quedar realmente muy enmascarada y ser sufrida durante mucho tiempo, antes de ponerle remedio (a veces toda una vida). Además este tipo de violencia más sutil puede ser difícil de demostrar y denunciar.
El mejor modo de prevenir la violencia de género sería tener una buena salud psicológica y habilidades sociales, también una buena educación a los varones en el respeto radical de la libertad e igualdad entre géneros. Como esto no es todavía una realidad estas son algunas recomendaciones que pueden ayudar:
1- Sufro violencia física: llama el 016 habilitado por el Ministerio de Igualdad, allí te ayudarán a protegerte tú y otros miembros de la familia
2- Sufro claramente violencia psicológica: llama también al 016 y ellos te orientarán
3- No estoy segura si sufro violencia o solo es una crisis temporal: en este caso te recomiendo buscar consejo psicológico, bien privado o a través de los servicios de apoyo a la mujer que existen. Ten en cuenta que una relación debe basarse en el respeto mutuo y no debes sentir ningún tipo de miedo a mostrarte vulnerable con tu pareja. Quizás se puede sanar esa relación o será mejor terminarla. Un profesional puede ayudarte.
4- Conozco a alguien que puede estar sufriendo violencia de género: aquí se abren más posibilidades, si tienes confianza con esa persona puedes tratar de preguntarle cómo se encuentra con mucha delicadeza. Si no tienes esa confianza y no te atreves a hacerlos directamente entonces busca ayuda de profesionales o autoridades en que confíes.
5- Soy testigo/a de la violencia: si se trata de alguien más desconocido pero presencias actos de violencia tu obligación es denunciar. En estos casos no es posible mantenerse al margen porque entonces te estarías poniendo de parte del agresor. Hay que actuar con rapidez, olvídate de los formalismos pide ayuda y actúa.
6- He sido o creo que podría llegar a ser un maltratador: en este caso también puedes recibir ayuda de profesionales de la psicología que te ayudarán a cambiar y en su caso a reparar los daños hechos.
En conclusión, aunque estamos muy lejos de superar esta nefasta realidad social, también es cierto que nunca han existido tantos recursos públicos ni tanta concienciación. Así que debemos aprovecharlos al máximo, darlos a conocer y seguir pidiendo muchos más medios y más colaboración ciudadana y solidaridad con las víctimas.
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