El trastorno dismórfico corporal (TDC), también conocido como dismorfia corporal, es un trastorno mental caracterizado por una preocupación excesiva y obsesiva por supuestas imperfecciones o defectos en la apariencia física, que son percibidos para el sujeto que lo padece como graves y que, en la mayoría de los casos, suelen ser imperceptibles o mínimos para los demás individuos y por conductas repetitivas como mirarse en el espejo de manera constante, o actos mentales repetitivos como compararse constantemente, en respuesta a las preocupaciones sobre el aspecto físico.
No debería diagnosticarse si la preocupación se limita a preocupaciones sobre el peso o la grasa corporal, como en los trastornos de la conducta alimentaria. Estas preocupaciones pueden centrarse en cualquier parte del cuerpo, pero a menudo se relacionan con la piel, la nariz, el cabello, los senos, los genitales o cualquier otra característica física.
Según el DSM-5, que es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el TDC se considera un trastorno del espectro obsesivo-compulsivo y, por tanto, se incluye en la categoría de Trastorno Obsesivo-Compulsivo y Trastornos Relacionados. Para poder realizar el diagnóstico deben cumplirse los siguientes criterios:
Entre los especificadores que incluye el DSM-5, es importante mencionar los dos siguientes:
En cuanto a la prevalencia del trastorno, en EE.UU. es del 2’5% en mujeres y 2’2% en hombres, aunque en otros países los datos difieren, calculándose que el 1-2% de la población reúne los criterios diagnósticos propios del TDC y, con una distribución de género que se estima similar a la de Estados Unidos.
Las causas que predisponen a la aparición del trastorno no se conocen con certeza, por lo que se considera que serían el resultado de una combinación de diferentes componentes de origen genético, biológico, psicológico y ambiental:
Se considera el tratamiento de primera línea para el TDC, pudiendo estar combinada o no con tratamiento farmacológico.
Dentro de la TCC se utilizan diferentes técnicas, que pueden incluir, entre otras:
En todo caso, es importante destacar que la TCC permite adaptar el tratamiento a las necesidades específicas del sujeto en función de la sintomatología que pudiera o no aparecer
En cuanto al tratamiento farmacológico, su efectividad de manera aislada es limitada, por lo que se recomienda el uso en combinación con la TCC.
Entre los fármacos utilizados encontramos los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que ayudan a aliviar los síntomas del TDC al aumentar la disponibilidad de la serotonina en el espacio sináptico, contribuyendo a la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.
Habría que tener en cuenta que este tipo de tratamiento siempre debe ser prescrito por un profesional de la salud mental y que el efecto no es inmediato, ya que podrían tardar desde quince días a un mes en aparecer los efectos del fármaco.
Ayudar a alguien que padece trastorno dismórfico corporal (TDC) puede ser un proceso delicado, pero es importante:
En conclusión, el TDC es un trastorno mental que afecta la vida de las personas al hacer que se obsesionen con su apariencia física, lo que puede llevar a comportamientos compulsivos y afectar negativamente su bienestar.
La detección temprana y el tratamiento adecuado, que a menudo incluye terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicamentos, pueden ser fundamentales para ayudar a las personas a recuperarse y mejorar su calidad de vida. El apoyo y la comprensión de familiares y amigos también desempeñan un papel importante en el proceso de recuperación.
La publicación del presente artículo en el Sitio Web de Doctoralia se hace bajo autorización expresa por parte del autor. Todos los contenidos del sitio web se encuentran debidamente protegidos por la normativa de propiedad intelectual e industrial.
El Sitio Web de Doctoralia Internet S.L. no contiene consejos médicos. El contenido de esta página y de los textos, gráficos, imágenes y otro material han sido creados únicamente con propósitos informativos, y no para sustituir consejos, diagnósticos o tratamientos médicos. Ante cualquier duda con respecto a un problema médico consulta con un especialista.