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Artículos 04 diciembre 2023

¿Qué es la dismorfia corporal? Comprensión y superación de la preocupación excesiva por la apariencia

Estefanía Rubio Psicólogo
Estefanía Rubio
Psicólogo

El trastorno dismórfico corporal (TDC), también conocido como dismorfia corporal, es un trastorno mental caracterizado por una preocupación excesiva y obsesiva por supuestas imperfecciones o defectos en la apariencia física, que son percibidos para el sujeto que lo padece como graves y que, en la mayoría de los casos, suelen ser imperceptibles o mínimos para los demás individuos y por conductas repetitivas como mirarse en el espejo de manera constante, o actos mentales repetitivos como compararse constantemente, en respuesta a las preocupaciones sobre el aspecto físico.

No debería diagnosticarse si la preocupación se limita a preocupaciones sobre el peso o la grasa corporal, como en los trastornos de la conducta alimentaria. Estas preocupaciones pueden centrarse en cualquier parte del cuerpo, pero a menudo se relacionan con la piel, la nariz, el cabello, los senos, los genitales o cualquier otra característica física.

Según el DSM-5, que es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el TDC se considera un trastorno del espectro obsesivo-compulsivo y, por tanto, se incluye en la categoría de Trastorno Obsesivo-Compulsivo y Trastornos Relacionados. Para poder realizar el diagnóstico deben cumplirse los siguientes criterios:

  • A. Preocupación por uno o más defectos o imperfecciones en la apariencia física que no son observables o parecen sin importancia para otras personas.
  • B. En algún momento durante el curso del trastorno, el sujeto ha realizado comportamientos (por ejemplo, comprobaciones en el espejo, arreglo personal excesivo, rascarse la piel o la búsqueda excesiva de informaciones tranquilizadoras) o actos mentales repetitivos (p. ej., comparar la apariencia de uno mismo con la de otras personas) como respuesta a la preocupación por el aspecto.
  • C. Las preocupaciones causan malestar significativo o deterioro en el funcionamiento social, ocupacional o en otras áreas importantes de la vida.
  • D. La preocupación por el aspecto no se explica mejor por la inquietud acerca del tejido adiposo o el peso corporal en un sujeto cuyos síntomas cumplen los criterios diagnósticos de un trastorno de la conducta alimentaria.
  • E. Si existe un déficit en la apariencia física (por ejemplo, una anomalía visible, una marca de nacimiento o una cicatriz), la preocupación es claramente excesiva.

Entre los especificadores que incluye el DSM-5, es importante mencionar los dos siguientes:

  • El diagnóstico del TDC requiere especificar el grado de insight o comprensión del problema que presenta un paciente, ya que puede oscilar desde un nivel bueno o adecuado, hasta aquellos casos en los que la preocupación adquiere niveles de convicción delirantes.
  • Presencia adicional de dismorfia muscular, más frecuente en hombres que en mujeres con TDC.

En cuanto a la prevalencia del trastorno, en EE.UU. es del 2’5% en mujeres y 2’2% en hombres, aunque en otros países los datos difieren, calculándose que el 1-2% de la población reúne los criterios diagnósticos propios del TDC y, con una distribución de género que se estima similar a la de Estados Unidos.

Síntomas de la dismorfia corporal

  • La sintomatología, a menudo, comienza a aparecer en la adolescencia o al principio de la edad adulta, estableciéndose la edad media de inicio del trastorno entre los 16-17 años, aunque el comienzo de aparición de los síntomas subclínicos puede encontrarse en ciertos individuos entre los 12 o 13 años.
  • Durante la adolescencia, las personas comienzan a ser más conscientes de su apariencia física, por lo que se considera normal que durante esta etapa se encuentren más preocupados por su imagen corporal sin que eso sea un síntoma del TDC.
  • Hay que tener en cuenta que las preocupaciones del trastorno van más allá de lo que se considera la preocupación típica por la apariencia, convirtiéndose esta en obsesiones y compulsiones que causan un malestar significativo que afecta a la vida diaria.
  • Los comportamientos asociados al trastorno pueden ser tan diversos como mirarse en espejos o en cualquier superficie reflectante, observarse detenidamente y compararse con otros, vestir de una forma determinada, broncearse, maquillarse en exceso para disimular u ocultar el defecto, preguntar a terceros sobre la propia apariencia o el defecto, o tocarse repetidamente el defecto (Bjornsson, Didie, y Phillips, 2010).
  • Se observa también una tendencia a evitar situaciones sociales que pueden ir desde evitar ir a la escuela o al trabajo, hasta evitar relaciones personales, afectivas e íntimas, puede llevar, finalmente, al confinamiento del paciente en su propia casa.

Causas de la dismorfia corporal

Las causas que predisponen a la aparición del trastorno no se conocen con certeza, por lo que se considera que serían el resultado de una combinación de diferentes componentes de origen genético, biológico, psicológico y ambiental:

  • Factores genéticos: entendidos como la susceptibilidad o riesgo asociado de padecer el trastorno debido al componente hereditario, pese a no haberse identificado un gen específico o conjunto de genes que lo causen de manera directa. Se considera que la probabilidad de padecer el TDC es mayor si tenemos familiares de primer grado que también lo padezcan.
  • Factores neurobiológicos: se ha relacionado el desequilibrio de diferentes sustancias químicas, como la serotonina, con el padecimiento del trastorno.
  • Factores psicológicos: ciertos aspectos relacionados con la psicología y el funcionamiento mental, como el perfeccionismo o tendencia a preocuparse en exceso, pueden contribuir al desarrollo o exacerbación del trastorno.
  • Factores ambientales: incluye el contexto y los sucesos acontecidos antes y durante la manifestación de los síntomas, entre los que pueden incluirse las experiencias traumáticas o estrés crónico. A la vez, los cánones de belleza poco realistas promovidos a nivel social y cultural pueden contribuir negativamente y desempeñar un papel importante en la aparición y desarrollo del problema.
mujer jersey gris tocando cabeza moño La dismorfia coporal puede llevar a comportamientos compulsivos y afectar negativamente a tu bienestar.

Tratamiento TDC

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC)

Se considera el tratamiento de primera línea para el TDC, pudiendo estar combinada o no con tratamiento farmacológico.

Dentro de la TCC se utilizan diferentes técnicas, que pueden incluir, entre otras:

  • Reestructuración cognitiva: esta técnica ayuda a los pacientes a identificar los pensamientos distorsionados o irracionales relacionados con su aspecto físico, para cuestionar y cambiar las creencias negativas, ayudándolos a desarrollar una perspectiva más realista y equilibrada de su apariencia.
  • Exposición con prevención de respuesta: implica exponer de manera gradual, creando un gradiente o una jerarquía de exposición al paciente, impidiendo que realice los comportamientos compulsivos como mirarse constantemente en el espejo o buscar confirmación de los demás sobre su apariencia física.
  • Desensibilización sistemática: su objetivo principal es reducir o eliminar la respuesta de ansiedad o temor asociada a un estímulo o situación específica.

En todo caso, es importante destacar que la TCC permite adaptar el tratamiento a las necesidades específicas del sujeto en función de la sintomatología que pudiera o no aparecer

En cuanto al tratamiento farmacológico, su efectividad de manera aislada es limitada, por lo que se recomienda el uso en combinación con la TCC.

Entre los fármacos utilizados encontramos los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que ayudan a aliviar los síntomas del TDC al aumentar la disponibilidad de la serotonina en el espacio sináptico, contribuyendo a la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.

Habría que tener en cuenta que este tipo de tratamiento siempre debe ser prescrito por un profesional de la salud mental y que el efecto no es inmediato, ya que podrían tardar desde quince días a un mes en aparecer los efectos del fármaco.

Cómo ayudar a alguien que padece dismorfia corporal

Ayudar a alguien que padece trastorno dismórfico corporal (TDC) puede ser un proceso delicado, pero es importante:

  • Brindar apoyo emocional a través de un psicólogo.
  • Escuchar activamente sin juzgar.
  • Animar a la persona a buscar apoyo de un profesional de la salud mental.

En conclusión, el TDC es un trastorno mental que afecta la vida de las personas al hacer que se obsesionen con su apariencia física, lo que puede llevar a comportamientos compulsivos y afectar negativamente su bienestar.

La detección temprana y el tratamiento adecuado, que a menudo incluye terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicamentos, pueden ser fundamentales para ayudar a las personas a recuperarse y mejorar su calidad de vida. El apoyo y la comprensión de familiares y amigos también desempeñan un papel importante en el proceso de recuperación.

Referencias
  • American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders: DSM-5 (5ª edición). Washington DC: APA. doi:10.1176/ appi.books.9780890425596.
  • Bjornsson, A.S., Didie, E.R., & Phillips, K.A. (2010). Body Dysmorphic Disorder. Dialogues in Clinical Neuroscience, 12, 221-232.
  • Giraldo-O’Meara, M., & Belloch, A. (2017). El trastorno dismórfico corporal: Un problema infra-diagnosticado. Revista de psicopatología y psicología clínica, 22(1), 69.
  • Peña-Casquero, P. (2016). Tratamiento cognitivo conductual en una adolescente con trastorno dismórfico corporal. Revista de psicología clínica con niños y adolescentes, 3(1), 37-43.
  • Vargas Benalcázar, J. B. (2022). Terapia cognitivo conductual en el trastorno dismórfico corporal (Bachelor’s thesis, Quito: Universidad Tecnològica Indoamèrica).

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