Artículos 12 septiembre 2023

¿Qué es la ortorexia? Causas, síntomas y tratamiento

Sofía Pérez Pérez Psicólogo
Sofía Pérez Pérez
Psicólogo

En los últimos años, la preocupación por la alimentación saludable y el bienestar ha ganado popularidad, llevando a muchas personas a adoptar hábitos más conscientes en su vida diaria. En este sentido, la alimentación tiene un papel crucial.

Muchas personas buscan adoptar hábitos alimentarios más saludables para mejorar su calidad de vida. La búsqueda de esta dieta saludable no es en sí misma un problema; de hecho, es un enfoque positivo para mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades. Sin embargo, en algunos casos, esta preocupación por la dieta saludable puede cruzar una línea peligrosa y dar lugar a la ortorexia, entendida como una obsesión por la comida sana.

¿Qué es la ortorexia?

El término “ortorexia” es reciente. Fue acuñado por primera vez en 1997 por Steve Bratman para describir a pacientes que mostraban un comportamiento obsesivo-compulsivo hacia la alimentación sana. Aunque esta psicopatología todavía no ha sido oficialmente recogida en ningún sistema de clasificación diagnóstica, son muchos los estudios científicos que avalan que se trata de un nuevo trastorno psicológico.

La ortorexia (también conocida como ortorexia nerviosa) se caracteriza porque la persona presenta una obsesión por comer de manera saludable, lo que le provoca consecuencias negativas a nivel físico, psicológico y/o social. A diferencia de otros trastornos alimentarios como la anorexia o bulimia, la ortorexia no se enfoca en la cantidad de alimentos consumidos, sino en la calidad y en la “pureza” de los mismos.

A continuación, se detallan los principales síntomas de este trastorno psicológico:

  1. Preocupación obsesiva por comer alimentos saludables. La persona se preocupa sobre la calidad y composición de las comidas. Los alimentos deben ser “puros”.

  2. Rigidez e inflexibilidad con la dieta autoimpuesta. Las personas con ortorexia restringen todos aquellos alimentos “impuros” o “insalubres” de manera estricta. Consideran alimentos “impuros” o “insalubres” aquellos que contienen grasas, conservantes, aditivos alimentarios u otros ingredientes que consideren nocivos para su salud. Por ello, existe una dificultad para comer fuera de casa.

  3. Sentimientos de culpa y de ansiedad. Transgredir y consumir un alimento “no saludable” o “impuro” provoca un miedo exagerado a poder tener una enfermedad y/o genera una sensación de impureza, desencadenando sentimientos de culpa y ansiedad.

  4. Gran inversión de tiempo. La persona dedica mucho tiempo al día (3h o más) a leer, adquirir y/o preparar tipos específicos de alimentos.

  5. Restricción alimentaria progresiva. Las restricciones dietéticas aumentan con el tiempo y pueden llegar a incluir la eliminación de grupos enteros de alimentos e involucrar “limpiezas” (ayunos parciales) cada vez más frecuentes o severas.

  6. Deterioro de la salud física. Como consecuencia del punto anterior, suele darse un desequilibrio nutricional debido a esta dieta estricta, con consecuencias físicas severas. También puede existir una pérdida de peso significativa aunque este deseo por perder peso esté ausente, oculto o subordinado a la idea sobre una alimentación saludable.

  7. Deterioro del funcionamiento social, académico, laboral y de ocio. La obsesión por la dieta saludable puede llevar al aislamiento social, ya que las interacciones sociales a menudo se centran en la comida.

  8. Autoestima vinculada a la dieta. El autoconcepto y la autoestima dependen excesivamente del cumplimiento de la dieta saludable autoimpuesta.

¿Por qué se desarrolla? ¿Cuáles son las causas?

Las causas de la ortorexia son multifactoriales y pueden variar de una persona a otra. A menudo, esta condición es el resultado de una combinación de factores físicos, psicológicos y sociales. Algunas de las causas más comunes son las siguientes:

  • Trastornos alimentarios previos: aquellas personas que han superado otros trastornos alimentarios, como la anorexia o la bulimia, pueden desarrollar ortorexia como una forma de seguir controlando su dieta.
  • Patrón perfeccionista y autoexigente: las personas perfeccionistas tienden a ser más propensas a generar obsesiones de diferentes tipos y a establecer metas poco realistas.
  • Necesidad de control: al igual que pasa con otros trastornos alimenticios, la ortorexia puede ser una manera de encontrar el orden y sentir el control en un mundo incierto y estresante.
  • Experiencias pasadas relacionadas con la salud, como enfermedades graves en uno mismo o en personas allegadas, pueden influir en el desarrollo de la ortorexia como una forma de afrontar el miedo a la enfermedad.
  • Creencias erróneas sobre la salud y la alimentación: la proliferación de información confusa y la desinformación puede llevar a interpretaciones erróneas, categorizando a los alimentos en saludables o no saludables.
  • Presión social y cultural: la sociedad actual valora cada vez más la alimentación saludable. Movimientos como el “realfood” u otras dietas similares, pueden promover el desarrollo de esta obsesión.
mujer comiendo ensalada mesa El tratamiento de la ortorexia implica abordar aspectos psicológicos y, en ocasiones, físicos.

¿Cómo se trata la ortorexia?

El tratamiento de la ortorexia implica abordar aspectos psicológicos y, en ocasiones, físicos. Se necesita un abordaje psicológico y, cuando los síntomas son graves, un seguimiento médico y nutricional que complementen la terapia.

La terapia psicológica es el componente principal para abordar la ortorexia. En concreto, la terapia cognitivo-conductual es el enfoque más utilizado por su efectividad clínica contrastada. Este tipo de terapia ayuda a identificar y cambiar diferentes pensamientos distorsionados y las diferentes conductas nocivas con respecto a la alimentación. El tratamiento se divide en dos fases:

1. Evaluación psicológica. El psicólogo evalúa los diferentes síntomas y su frecuencia, intensidad y duración. A través de diferentes preguntas, registros y/o cuestionarios se determinará cuál es el problema, la gravedad del mismo y un plan de acción a través de objetivos terapéuticos.

2. Persecución de objetivos y metas terapéuticas. Estos objetivos marcan el rumbo de la terapia: establecen un orden y son necesarios para poder ver cambios tangibles. En general, los objetivos a perseguir en el caso de la ortorexia serían:

  • Tomar conciencia del problema. Es imprescindible que el paciente sea consciente de las consecuencias negativas que la ortorexia tiene en su vida y en la de su entorno, y que esté motivado y dispuesto a hacer una serie de cambios en su vida.
  • Reestablecer metas alimentarias adaptativas, que no generen consecuencias negativas y que sean sostenibles en el tiempo. En este punto, es imprescindible proporcionar al paciente la información precisa y basada en evidencia sobre nutrición. La educación nutricional tiene la función de desmitificar creencias erróneas sobre la alimentación.
  • Exposición gradual a diferentes alimentos considerados “impuros”. Se persigue una alimentación flexible y variada, por lo que la exposición ayuda a desvincular ciertas asociaciones erróneas y a que, a largo plazo, disminuya la ansiedad ante dichos alimentos.
  • Desarrollo de estrategias de afrontamiento saludables. Es importante trabajar en soltar la necesidad de control con respecto a la alimentación y aprender a gestionar la incertidumbre de la vida u otros estresores con otras estrategias más adaptativas.
  • Aprender a manejar el estrés y las emociones como la culpa, la irritabilidad, la frustración es imprescindible en todo este proceso.
  • Fortalecer la autoestima, desvinculándola del seguimiento de las reglas dietéticas autoimpuestas.

Es imprescindible destacar que el tratamiento para la ortorexia es individualizado y adaptado a la necesidad específica de cada persona. No existen unos objetivos ni estrategias únicas para todas las personas. El tratamiento planteado hasta ahora es general y abierto y tendría que adaptarse al paciente en función de la evaluación.

En conclusión, la alimentación saludable es un problema cuando esta búsqueda de alimentos saludables se convierte en una obsesión desmedida y se traduce en una restricción extrema y poco realista de la alimentación. Es aquí cuando debemos aceptar que tenemos síntomas de ortorexia.

La concienciación y el conocimiento sobre la ortorexia son fundamentales para ayudar a las personas a reconocer los síntomas incipientes y buscar ayuda de un psicólogo si es necesario. La búsqueda de un equilibrio y flexibilidad en la alimentación deben ser los pilares para lograr un bienestar físico y mental.

La publicación del presente artículo en el Sitio Web de Doctoralia se hace bajo autorización expresa por parte del autor. Todos los contenidos del sitio web se encuentran debidamente protegidos por la normativa de propiedad intelectual e industrial.

El Sitio Web de Doctoralia Internet S.L. no contiene consejos médicos. El contenido de esta página y de los textos, gráficos, imágenes y otro material han sido creados únicamente con propósitos informativos, y no para sustituir consejos, diagnósticos o tratamientos médicos. Ante cualquier duda con respecto a un problema médico consulta con un especialista.


www.doctoralia.es © 2023 - Encuentra tu especialista y pide cita

Nuestra web utiliza cookies.
Sigue navegando si estás de acuerdo con nuestra política de cookies.