¿Qué es una luxación de rodilla? Tipos, síntomas y tratamiento

La rodilla es una de las articulaciones más importantes y complejas de nuestro cuerpo. A lo largo de este artículo, te explicaremos de manera sencilla qué es una luxación de rodilla, cómo ocurre y cómo se trata. Aprenderás a reconocer los síntomas y comprenderás por qué es vital buscar atención médica adecuada si sospechas que has sufrido esta lesión y. sobre todo, a diferenciarla de otra lesión mucho más frecuente y mucho más leve: la luxación de rótula.

¿Qué es una luxación de rodilla?

Una luxación de rodilla es una lesión en la que los huesos que conforman la articulación de la rodilla se separan de su posición normal. La rodilla está formada por tres huesos principales: el fémur (hueso del muslo), la tibia (hueso de la espinilla) y la rótula (hueso de la rodilla).

Cuando la tibia y el fémur se desplazan fuera de su lugar, se produce una luxación de rodilla.

¿Qué es una luxación de rótula?

Cuando la rótula se desplaza y se sale del surco en el que se articula con el fémur, se trata de una luxación de rótula:

La luxación de rótula es cuando la rótula (hueso pequeño en la parte frontal de la rodilla) se desplaza de su posición normal en la ranura del fémur, donde se desliza al flexionar y extender la pierna. Esta lesión a menudo ocurre debido a una torsión o fuerza lateral excesiva en la rodilla, y a menudo se relaciona a problemas en los ejes de las piernas o laxitud excesiva de ligamentos. Puede suceder durante actividades deportivas o incluso durante movimientos cotidianos. Los síntomas pueden incluir dolor repentino, hinchazón, dificultad para extender la rodilla y una sensación de que la rótula está fuera de lugar. En algunos casos, la rótula puede volver a su lugar por sí sola, pero en situaciones más graves, puede requerir manipulación médica para realinearla correctamente.En caso de que se repita, suele ser necesario intervenir quirúrgicamente para solucionar la causa.

En resumen, la diferencia principal entre una luxación de rodilla y una luxación de rótula radica en las estructuras afectadas. La luxación de rodilla involucra la separación de los huesos del muslo y la pierna en la articulación de la rodilla, mientras que la luxación de rótula se refiere a la salida de la rótula de su posición normal en la parte frontal de la rodilla. Ambas son lesiones que deben ser tratadas adecuadamente por un profesional de la salud, como un traumatólogo, para evitar complicaciones y promover una recuperación exitosa.

Causas de luxación de rodilla

Las luxaciones de rodilla pueden ocurrir debido a traumatismos de alta energía, como lesiones deportivas, accidentes automovilísticos o caídas. Los movimientos bruscos y forzados de la rodilla pueden hacer que los huesos se deslicen fuera de su posición normal.

Síntomas de una luxación de rodilla

Los síntomas de una luxación de rodilla pueden incluir:

• Dolor intenso.
• Hinchazón.
• Deformidad evidente en la articulación.
• Dificultad para mover la pierna afectada.
• Sensación de inestabilidad en la rodilla.

Si experimentas alguno de estos síntomas después de una lesión en la rodilla, busca atención médica urgente de inmediato.

Diagnóstico de la luxación de rodilla

Un profesional de la salud, como un traumatólogo, evaluará tu rodilla lesionada mediante un examen físico y, posiblemente, pruebas de imagen, como radiografías.

Es fundamental la evaluación de los pulsos de la extremidad para determinar si ha habido daño arterial.

También es necesario realizar una exploración neurológica motora y sensitiva para valorar lesiones nerviosas.

En caso de que la reducción haya sido espontánea, las radiografías pueden ser normales. Otras pruebas de imagen como escáner (TAC) o resonancias magnéticas, serán necesarias posteriormente para planificar el tratamiento quirúrgico.

Tratamiento

El tratamiento inicial de una luxación de rodilla varía según la gravedad de la lesión.

En casos menos graves, el traumatólogo puede intentar reducir la luxación mediante manipulación manual bajo anestesia, de forma urgente.

Tras la reducción de la luxación, debe realizarse una segunda exploración vascular para comprobar los pulsos de la extremidad y actuar en consecuencia: si los pulsos son normales o con poca alteración se deben monitorizar y realizar exploración con ecografía Doppler o Angio-TAC.

En casos más graves, con alteración vascular severa, puede ser necesaria una cirugía vascular o una angiografía.

Como tratamiento de urgencia la rodilla suele estabilizarse con un fijador externo y después reparar o sustituir los ligamentos de forma diferida tras la segunda semana.

Posibles complicaciones

Las complicaciones de una luxación de rodilla pueden variar en gravedad y frecuencia, y es importante tener en cuenta que no todas las personas experimentarán estas complicaciones. Sin embargo, algunas de las complicaciones más frecuentes y graves incluyen:

1. Lesiones de tejidos blandos: cuando la rodilla se disloca, los tejidos blandos que rodean la articulación, como los ligamentos, tendones y músculos, pueden sufrir daños significativos. Esto puede llevar a una mayor inestabilidad de la rodilla y afectar su función normal. Las lesiones de tejidos blandos pueden requerir cirugía para repararse.

2. Fracturas: en algunos casos, una luxación de rodilla puede ir acompañada de fracturas en los huesos que componen la articulación, como el fémur, la tibia o la rótula. Estas fracturas pueden complicar el tratamiento y la recuperación, ya que a menudo requieren intervenciones quirúrgicas adicionales.

3. Daño vascular o nervioso: la rodilla está cerca de importantes estructuras vasculares (arterias y venas) y nervios. En casos graves de luxación de rodilla, los vasos sanguíneos o los nervios pueden dañarse o comprimirse, lo que puede poner en peligro la circulación sanguínea y la función nerviosa en la pierna. Esto es una emergencia médica y requiere atención inmediata. La lesión nerviosa más frecuente es la del nervio ciático poplíteo externo (está en la cara lateral de la rodilla y se lesiona en las luxaciones postero-laterales o cuando se lesiona el ligamento lateral).

4. Complicaciones vasculares graves: una luxación de rodilla puede dañar gravemente las arterias principales que irrigan la pierna, en especial la arteria poplítea (esto ocurre en el 15% de los casos, y en el 40% si se trata de una luxación anterior o en el 45% de las lesiones posteriores) lo que puede llevar a la pérdida de la extremidad si no se trata a tiempo.

5. Infección: después de una luxación de rodilla, existe un riesgo de infección en la articulación o en las heridas quirúrgicas si se requiere cirugía. Las infecciones pueden ser graves y requerir tratamientos prolongados, como antibióticos o drenaje quirúrgico.

6. Rigidez articular: después de una luxación de rodilla, la articulación puede volverse rígida debido a la inflamación, la cirugía o la inmovilización. La rigidez articular puede limitar el rango de movimiento y dificultar la recuperación funcional completa de la rodilla.

7. Artrosis (osteoartritis): con el tiempo, una luxación de rodilla aumenta el riesgo de desarrollar artrosis en la articulación. La artrosis es una enfermedad degenerativa que causa dolor y limitación de la movilidad en la rodilla.

Es fundamental destacar que no todas las luxaciones de rodilla resultan en complicaciones graves, y la mayoría de las personas pueden recuperarse con un tratamiento adecuado y una rehabilitación adecuada. La atención médica oportuna y el seguimiento de las recomendaciones de un traumatólogo son esenciales para minimizar el riesgo de complicaciones y promover una recuperación exitosa, pero la luxación de rodilla es un accidente grave que debe ser atendido en urgencias lo antes posible.

Rehabilitación de una luxación de rodilla

Después del tratamiento, la rehabilitación es crucial para recuperar la fuerza y la funcionalidad de la rodilla. Esto puede incluir fisioterapia, ejercicios específicos y la utilización de dispositivos de apoyo como férulas o muletas.

En resumen, una luxación de rodilla es una lesión que puede ser dolorosa y debilitante, pero con un diagnóstico y tratamiento adecuados, la mayoría de las personas pueden recuperarse completamente. Si experimentas síntomas de una luxación de rodilla, busca atención médica lo antes posible para recibir el tratamiento necesario y volver a una vida activa y saludable. Si quieres puedes explorar las distintas lesiones de ligamentos a través de nuestra completa guía.

Referencias

• Levy, B. A., Dajani, K. A., Whelan, D. B., Stannard, J. P., Fanelli, G. C., Stuart, M. J., … & MacDonald, P. (2009). Decision making in the multiligament-injured knee: an evidence-based systematic review. Arthroscopy: The Journal of Arthroscopic & Related Surgery, 25(4), 430-438. URL: https://doi.org/10.1016/j.arthro.2008.12.018.
• Fanelli, G. C., Edson, C. J. (2012). Surgical treatment of combined PCL-ACL medial and lateral side injuries (global laxity): surgical technique and 2- to 18-year results. The Journal of knee surgery, 25(04), 307-316. URL: https://doi.org/10.1055/s-0032-1324763.
• Moatshe, G., Dornan, G. J., Løken, S., Ludvigsen, T. C., LaPrade, R. F., & Engebretsen, L. (2017). Demographics and injuries associated with knee dislocation: A prospective review of 303 patients. Orthopaedic journal of sports medicine, 5(5), 2325967117706521. URL: https://doi.org/10.1177/2325967117706521
• Medina, O., Arom, G. A., Yeranosian, M. G., Petrigliano, F. A., & McAllister, D. R. (2014). Vascular and nerve injury after knee dislocation: a systematic review. Clinical Orthopaedics and Related Research®, 472(9), 2621-2629. URL: https://doi.org/10.1007/s11999-014-3554-1.
• King, M. W., & Wascher, D. C. (2015). Management of knee dislocations: an update. The Orthopedic clinics of North America, 46(4), 565-579. URL: https://doi.org/10.1016/j.ocl.2015.06.007.

Traumatólogos Barcelona | Traumatólogos Madrid | Traumatólogos Sevilla | Traumatólogos Valencia | Traumatólogos Zaragoza