Los hongos en las uñas (u onicomicosis) es una patología muy extendida. Se trata de uno de los motivos de consulta más frecuente en las consultas de podología. No obstante, no siempre que hay una alteración visible en la uña, hay también hongos, ya que la uña puede alterarse por muchas razones (traumatismos o microtraumatismos, psoriasis…). Vamos a ver, pues, cómo se presentan los hongos en las uñas.
En la piel y en las uñas siempre hay bacterias y hongos. Es la flora cutánea que, si todo está bien, está en equilibrio y no permite que haya infecciones de ningún tipo. Ahora bien, cuando hay un desequilibrio por la toma de ciertos medicamentos, ciertas enfermedades, exceso de sudoración, mala circulación u otras causas, los hongos tipo levadura pueden colonizar e infectar.
Algunas veces la infección será causada por dermatofitos, unos hongos que se contagian de persona a persona o de animal a persona, aunque también van a ser más propensos a contagiarse aquellos pacientes que presenten ciertas enfermedades, mala circulación y lo nombrado anteriormente.
Es importante que, ante la sospecha de infección fúngica en las uñas, se acuda a un especialista. En consulta podremos tomar un cultivo para saber ante qué tipo de hongo estamos y qué tratamiento va a ser efectivo. Como ya hemos dicho, las uñas son infectadas por dos grandes grupos de hongos: las levaduras y los dermatofitos1 y, al igual que ocurre con las bacterias, algunos hongos son resistentes a ciertos medicamentos.
Es frecuente que la piel también esté infectada y presente, por ejemplo, pie de atleta. En este caso podrían aparecer pequeñas fisuras entre los dedos acompañadas de maceración y mal olor. En ese caso es muy importante que también se trate la piel.
Hoy en día contamos con tratamientos orales y tópicos. Según el grado de afectación de la uña y el tipo de hongo se recomendará un tratamiento u otro. No es lo mismo tener afectada una esquina que tener afectada media uña, incluyendo la matriz. Cuando la afectación es leve se podría limpiar la zona afectada y aplicar un tratamiento tópico, pero cuando estamos ante una afectación mayor va a ser necesario incluir un tratamiento oral, el cual va a ir favoreciendo un crecimiento sano de la uña desde la raíz, mientras que el tratamiento tópico actúa sobre la zona más distal de la uña.
En algunas ocasiones será necesario, además, retirar la uña por completo.
No obstante, siempre es mejor prevenir antes que curar, por tanto, ¿cómo se pueden evitar los hongos en las uñas?
Es importante mantener una buena higiene en los pies:
Como conclusión podemos decir que hay dos tipos de familias de hongos y que es importante identificarlos antes de aplicar o tomar cualquier fármaco. Cuando existe una sospecha de hongos, lo más conveniente es acudir al podólogo para que éste determine si podría tratarse de hongos y si es necesario tomar una muestra para hacer un cultivo. Pero, para reducir las posibilidades de padecer una onicomicosis, lo mejor que podemos hacer es mantener unos buenos cuidados de la piel siguiendo unas pautas básicas de higiene.
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