El Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. La demencia se define como una pérdida de las funciones cognitivas respecto a un nivel previo normal, de intensidad suficiente como para impedir el desarrollo independiente de la persona a su medio social y/o laboral habitual.
La demencia es un término amplio que abarca diferentes enfermedades que afectan la función cognitiva y aunque a menudo se utilizan indistintamente, es importante destacar que el Alzheimer es solo una de las muchas causas posibles de la demencia.
Actualmente es la principal causa, ya que supone más del 60% de los casos de demencia diagnosticados en el mundo, y cada año se diagnostican unos 10 millones de nuevos pacientes. La Sociedad Española de Neurología (SEN) calcula que en España hay unas 800.000 personas que padecen esta enfermedad.
La edad es el principal factor de riesgo para padecer la enfermedad. Afecta entre un 5 y un 10% de los adultos mayores de 65 años, unas cifras que se duplican cada 5 años hasta alcanzar una prevalencia del 60 % comentado en la población mayor de 85 años.
La escala GDS (del inglés Global Deterioration Scale) contempla 7 fases en el desarrollo de la enfermedad:
Según la SEN (Sociedad Española de Neurología) el Alzheimer es una patología de origen multifactorial, condicionada por factores genéticos y/o ambientales. Hemos hablado de la edad como el principal factor de riesgo pero también influyen otros como:
Muchos de ellos son modificables, por lo que existen ciertos hábitos y conductas que reducen el riesgo de padecer esta enfermedad:
Se calcula que una reducción de al menos un 25% en estos factores de riesgo modificables podrían ayudar a prevenir entre 1 y 3 millones de casos de Alzheimer en el mundo. Pero un estudio publicado recientemente en la Revista Neurología señala que menos de un 50% de la población española tiene conocimiento sobre estos factores de riesgo de la enfermedad.
Aumentar el grado de conocimiento de la enfermedad de Alzheimer es fundamental no solo para que la población pueda adoptar medidas que puedan ayudar a prevenir el deterioro cognitivo, si no que aquellas personas con mayor conocimiento de la enfermedad están más capacitadas para identificarla precozmente y buscar un tratamiento.
Esto es algo importantísimo porque se estima que en España más del 50% de los casos que aún son leves (formas prodrómicas en primera y segunda fase) están aún sin diagnosticar.
Los objetivos principales del tratamiento, tanto farmacológico como no farmacológico, de la demencia son:
El tratamiento farmacológico es solo una parte del tratamiento. A continuación se exponen las intervenciones más relevantes para enlentecer el avance de la enfermedad:
El Alzheimer es una enfermedad devastadora que causa un impacto muy grande en la familia. Sus cuidados cada vez mayores suelen recaer en un familiar cercano al que hay que atender también y procurarle:
Las intervenciones centradas en los cuidadores muestran en diversos estudios una disminución del estrés del cuidador y un mejor desarrollo de estrategias en el plan de cuidados del paciente.
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