Claudia Castilla, Especialista Contenido Médico
El bruxismo es un trastorno que afecta a un gran número de personas en todo el mundo, incluyendo España. Se estima que entre el 8% y el 20% de la población adulta española padece bruxismo, y en muchos casos, las personas no son conscientes de que lo sufren. Este trastorno puede generar problemas en la salud bucodental, como el desgaste de los dientes, dolores de cabeza y trastornos en la articulación temporomandibular.
En este artículo, abordaremos qué es el bruxismo, cuáles son sus causas principales y los factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a padecerlo.
El bruxismo es un trastorno en el que una persona aprieta o rechina los dientes de forma involuntaria y repetitiva. Generalmente, ocurre durante el sueño, pero también puede manifestarse a lo largo del día, especialmente en situaciones de estrés o tensión. Existen dos tipos principales de bruxismo: el bruxismo del sueño y el bruxismo diurno. El primero se produce durante la noche, mientras que el segundo tiene lugar durante el día.
El bruxismo del sueño es más difícil de detectar, ya que la persona suele ser inconsciente de que lo padece. En cambio, el bruxismo diurno suele ser más fácil de identificar, ya que la persona puede ser consciente de que está apretando o rechinando los dientes en ciertos momentos del día.
El estrés y la ansiedad son considerados como las principales causas del bruxismo. Cuando una persona experimenta altos niveles de estrés, es común que su cuerpo reaccione liberando tensiones a través de diferentes mecanismos, como el rechinamiento de los dientes. La ansiedad también puede generar bruxismo, ya que las personas ansiosas suelen tener una mayor tensión muscular, lo que puede traducirse en el apretamiento y rechinamiento de los dientes.
Algunos estudios sugieren que existe una predisposición genética al bruxismo. Esto significa que si en tu familia hay antecedentes de personas con bruxismo, es más probable que tú también lo desarrolles.
La oclusión dental es la forma en que los dientes superiores e inferiores encajan al cerrar la boca. Cuando existe una mala oclusión, es decir, que los dientes no encajan correctamente, puede generarse bruxismo debido al esfuerzo que realiza la mandíbula para buscar una posición adecuada.
El bruxismo del sueño puede estar relacionado con trastornos del sueño como el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas. Estos trastornos pueden interrumpir el sueño y generar episodios de bruxismo como respuesta a la falta de descanso adecuado.
El consumo excesivo de alcohol, tabaco y cafeína puede aumentar el riesgo de padecer bruxismo. Estas sustancias pueden estimular el sistema nervioso y generar tensión en los músculos de la mandíbula, lo que puede desencadenar episodios de bruxismo.
El bruxismo es más común en los niños que en los adultos. A medida que las personas crecen, suelen superar este trastorno. Sin embargo, algunos adultos continúan padeciéndolo a lo largo de su vida.
Algunos medicamentos utilizados para tratar trastornos psiquiátricos, como los antidepresivos y los ansiolíticos, pueden aumentar el riesgo de padecer bruxismo. En estos casos, es fundamental que el médico ajuste la medicación o proponga tratamientos alternativos para controlar el bruxismo.
El bruxismo puede generar problemas en la salud bucodental y afectar la calidad de vida de quienes lo padecen. Por ello, es fundamental conocer sus causas y factores de riesgo para poder prevenirlo y tratarlo adecuadamente.
Si sospechas que padeces bruxismo, es importante que consultes a un profesional de la salud bucodental, quien podrá realizar un diagnóstico preciso y proponer un tratamiento adecuado. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
En definitiva, enfrentar el bruxismo es posible y puede mejorar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. No dudes en buscar ayuda de un dentista si crees que puedes estar sufriendo bruxismo.
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