Artículos 16 agosto 2023

Artroscopia de tobillo: ¿cuándo se necesita y qué esperar durante la recuperación?

Luis Gallego Traumatólogo, Especialista en Medicina del Deporte
Luis Gallego
Traumatólogo, Especialista en Medicina del Deporte

La artroscopia de tobillo es un procedimiento quirúrgico innovador utilizado para diagnosticar y tratar diversas lesiones en la articulación del tobillo. Este enfoque mínimamente invasivo ha revolucionado el campo de la cirugía ortopédica, permitiendo a los traumatólogos realizar intervenciones precisas y eficientes, con menos riesgos y tiempos de recuperación más rápidos.

La artroscopia de tobillo implica el uso de un instrumento médico llamado artroscopio, que consta de una pequeña cámara y una fuente de luz que se inserta a través de pequeñas incisiones en la piel. Esto proporciona una visión clara y detallada del interior de la articulación del tobillo sin la necesidad de realizar una cirugía abierta tradicional.

¿Qué lesiones se tratan con artroscopia de tobillo?

Se utiliza para diagnosticar y tratar una variedad de lesiones en el tobillo, incluyendo:

Lesiones de ligamentos

La artroscopia de tobillo es especialmente útil para reparar lesiones de los ligamentos del tobillo. Estas lesiones son comunes en torceduras o esguinces de tobillo.

Lesiones del cartílago

El desgaste del cartílago articular en el tobillo puede causar dolor y limitaciones en la movilidad. La artroscopia se utiliza para tratar estas lesiones mediante técnicas de condroplastia como las microfracturas o el implante de biológicos (células madre mesenquimales, factores de crecimiento…) en la zona del hueso bajo el cartílago dañado o en mallas artificiales de colágeno o biomateriales formados de forma natural con tejidos del propio cuerpo.

  • Espolones óseos: llamados “osteofitos” son crecimientos anormales en los huesos del tobillo, pueden causar dolor y limitar el movimiento, y suelen asociarse a artrosis. La artroscopia permite la eliminación precisa de estos tejidos dañinos sin dañar los tejidos circundantes.
  • Sinovitis y cuerpos libres: la inflamación de la membrana sinovial (que es la capa que cubre la articulación por dentro) o la presencia de cuerpos libres en la articulación del tobillo pueden ser tratados mediante la artroscopia, que permite la extirpación de tejidos inflamados o la eliminación de cuerpos extraños.
  • Tratamiento de rigidez articular o pinzamientos: la artroscopia de tobillo es especialmente útil cuando la articulación está rígida y no responde a fisioterapia, o para liberar una parte de la articulación que queda con menor espacio debido al sobreuso, lo cual es frecuente en deportes donde se fuerza constantemente la articulación, como en futbolistas o en bailarinas.

¿Cómo se realiza la artroscopia de tobillo?

En general, puede realizarse con anestesia regional: normalmente se duermen las piernas o sólo el miembro que hay que operar. Esto permite minimizar los riesgos de la anestesia y permite además al paciente ver la intervención en la pantalla, si lo desea.

Se suele utilizar un “manguito” de compresión en el muslo para evitar el sangrado y permitir una mejor visualización. Se introduce la cámara y el instrumental a través de pequeñas incisiones en la piel y se visualizan y reparan las lesiones. La mayoría de procedimientos no duran más de 60-90 minutos.

El paciente no siente ningún dolor durante el procedimiento. Al terminar, cuando el efecto de la anestesia va disminuyendo, pueden aparecer pequeñas molestias que se resuelven con medicación analgésica. Además, también suelen utilizarse antibióticos para disminuir el riesgo de infección.

tobillo lesionado mujre gimanio Mantener el pie elevado sobre un cojín o almohada ayuda a reducir la inflamación y el dolor, además de mejorar la circulación sanguínea.

¿Qué beneficios tiene la artroscopia de tobillo respecto a la cirugía abierta convencional?

Los beneficios de la artroscopia de tobillo son múltiples:

  • Permite visualizar y tratar las lesiones dentro de una articulación con mayor precisión y provocando un menor daño al tejido sano que el que haría la cirugía abierta tradicional.
  • Reduce el riesgo de infección, el sangrado, el dolor postoperatorio, el tiempo de hospitalización y recuperación.
  • Mejora los resultados estéticos y funcionales.
  • Permite aplicar con precisión técnicas de traumatología regenerativa (ortobiología), como infiltraciones de células madre mesenquimales o factores de crecimiento y el implante de biomateriales.

¿Qué riesgos y complicaciones puede tener una artroscopia de tobillo?

Aunque esta técnica mínimamente invasiva ha demostrado ser efectiva en muchos casos, también conlleva ciertos riesgos que los pacientes deben considerar.

Uno de los principales riesgos asociados con la artroscopia de tobillo es la posibilidad de infección. Aunque se toman precauciones para prevenir infecciones, como la asepsia del quirófano, el uso de antibióticos o las curas locales de los portales de entrada en las semanas posteriores a la cirugía, existe siempre el riesgo de que bacterias entren en la articulación durante el procedimiento, lo que puede llevar a una infección grave.

Los pacientes deben estar atentos a cualquier signo de enrojecimiento, hinchazón o dolor intenso después de la cirugía, y deben comunicarse con su médico de inmediato si sospechan de una infección.

Otro riesgo es el daño a los tendones, vasos sanguíneos o nervios cercanos a la articulación del tobillo. Durante la artroscopia, se introducen pequeños instrumentos muy cerca de tendones, vasos sanguíneos y nervios, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones accidentales. Esto puede resultar en sangrado excesivo o daño a los nervios, lo que puede afectar la sensibilidad o el movimiento del pie y el tobillo.

Además, algunos pacientes pueden experimentar una mala respuesta al procedimiento, lo que significa que sus síntomas no mejoran o incluso empeoran después de la artroscopia. Esto puede deberse a una variedad de factores, como la gravedad de la lesión inicial, la respuesta individual del cuerpo a la cirugía o la presencia de otras afecciones médicas subyacentes.

Hay que recordar que ninguna cirugía está exenta de riesgos ni se puede garantizar una eficacia del 100%. Por ello es importante que el cirujano explique al paciente la intervención y los riesgos en la consulta, previamente a la intervención.

De todos modos, esta intervención es de las más seguras que existen y los beneficios superan ampliamente los riesgos de complicaciones.

Consejos para una pronta recuperación

Después de someterse a esta cirugía, es esencial seguir un proceso de recuperación adecuado para permitir una curación óptima y restaurar la funcionalidad del tobillo.

Estos son los puntos que tienes que tener en cuenta:

  • Descanso y elevación: después de la cirugía, es importante permitir que el tobillo descanse adecuadamente. Mantener el pie elevado sobre un cojín o almohada ayuda a reducir la inflamación y el dolor, además de mejorar la circulación sanguínea.
  • Terapia física y ejercicios: la fisioterapia desempeña un papel crucial en la rehabilitación del tobillo después de una artroscopia. Un fisioterapeuta especializado puede recomendar ejercicios específicos para fortalecer los músculos y tendones, mejorar la flexibilidad y restaurar la amplitud de movimiento en el tobillo.
  • Uso adecuado de dispositivos de descarga: en general se utilizan muletas o bastones axilares durante las primeras etapas de la recuperación, evitando el apoyo del tobillo intervenido. Así se evita el daño a los tejidos que se están recuperando y se evita la inflamación excesiva.
  • Cumplir con las pautas de medicación: el médico puede recetar analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos o anticoagulantes para aliviar el dolor y la inflamación y evitar riesgo de infección y trombosis. Es importante seguir las instrucciones del médico y tomar los medicamentos según lo prescrito.
  • Alimentación y descanso adecuados: una buena alimentación y un descanso adecuado son fundamentales para una recuperación exitosa. Consumir una dieta equilibrada, rica en nutrientes, y asegurarse de dormir lo suficiente ayudará al cuerpo a sanar más rápido.

En conclusión: la artroscopia de tobillo es un procedimiento seguro y efectivo que ha revolucionado el tratamiento de las afecciones en esta articulación. Nos permite a los cirujanos obtener una visión clara del problema y realizar intervenciones precisas con mínimas molestias para el paciente, y además nos permite aplicar con precisión y eficacia las últimas técnicas en medicina regenerativa

Si estás experimentando dolor o problemas en tu tobillo, consulta a un traumatólogo para determinar si la artroscopia de tobillo es una opción adecuada para ti. Puedes consultar nuestra completa guía sobre los secretos de la artroscopia para resolver tus dudas.

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