Las rupturas de la pareja son eventos que pueden resultar emocionalmente desafiantes que pueden ser complicados de manejar por el cambio en la rutina de vida de cada uno de los integrantes de la pareja. En ocasiones se genera un debate sobre la posibilidad de reconstruir o retomar la relación, en esto van a influir una serie de aspectos que son particulares de cada persona y de cada relación.
Un factor especial a tener en cuenta será el motivo por el que esa relación se rompió, también el momento y circunstancias en las que sucedió, un estudio de Amato y Previti (2003) estableció que las causas más comunes de ruptura eran los problemas comunicativos, las infidelidades y las diferencias irreconciliables entre otras. Como se puede observar, estos diferentes motivos de ruptura de la relación son muy heterogéneos, y por tanto una posible reconciliación no tiene la misma viabilidad en cualquier situación de ruptura. Sin embargo, es importante destacar que es posible retomar la relación de forma sana y adaptativa, una vez ambas partes estén plenamente de acuerdo en ese intento de volver a intentarlo.
En primer lugar, parece fundamental el hecho de que ambas partes se muestren favorables a trabajar en conjunto sobre la relación y tratar de cambiar las dinámicas que hicieron que esta fracase. Para ello puede ser un buen ejercicio el hecho de sincerarse con la pareja acerca de las acciones que fueron provocando el desgaste de la relación y a partir de ahí aceptar las acciones como parte del pasado y adoptar una posición de compromiso con el cambio necesario.
Muy relacionado con el punto anterior, aparece el hecho de mantener una comunicación abierta con la pareja, estableciendo desde un principio los límites de cada integrante de la pareja y dando un espacio seguro en el que expresar los sentimientos y las preocupaciones. Ejercer una escucha activa con la pareja, acompañado de una comunicación empática en la que tratar de establecer acuerdos parece ser un buen punto de inicio en referencia a los aspectos comunicativos, ya que esto permitirá que ambas partes puedan expresar libremente sus necesidades, metas y expectativas para el futuro de la relación.
Otro punto clave a la hora de entender una reconciliación de pareja, es tratar de buscar la recuperación de la confianza, especialmente si ha habido transgresiones de la misma, como podría ser en el caso de una infidelidad. Es probable que tras una ruptura, la confianza se vea dañada, este es un proceso que puede llevar tiempo, sin embargo es un tiempo necesario para poder demostrar con acciones el merecimiento de esa confianza, acciones que pueden cimentar una buena confianza son el cumplimiento de las promesas y la demostración de una consistencia en el comportamiento.
En cuanto a las situaciones de infidelidad, la confianza es una elección que hace la persona receptora de la infidelidad, por lo tanto, es importante en una sesión de comunicación abierta, que esa persona pueda preguntar todo aquello que necesite, con el fin de que esto no se reviva constantemente o sirva como “arma” en cada una de las discusiones que la pareja pueda tener. Es importante destacar que este mecanismo de “confesión” tendría como norma el que esta infidelidad pase a formar parte del pasado y no del presente de la relación.
La gestión de las expectativas, es otro punto a tener en cuenta en una reconciliación, ya que, al fin y al cabo, existe la posibilidad de caer en pensar que mantener la relación es la única salida, cuando la realidad es que no todas las relaciones pueden o deben ser salvadas.
Algunas rupturas ocurren por razones válidas y puede ser más saludable para ambas partes seguir adelante. Es esencial estar dispuesto a aceptar esta posibilidad y a priorizar el bienestar individual. Si bien puede ser difícil dejar ir una relación, es importante recordar que el amor y la felicidad no se limitan a una sola persona o relación. La paciencia y la perseverancia son clave en el proceso de reconstrucción de una relación. La recuperación lleva tiempo y esfuerzo, y es probable que haya retrocesos en el camino. Es importante no desanimarse y seguir trabajando en la relación, manteniendo el enfoque en el crecimiento personal y en fortalecer el vínculo de pareja.
Por un lado, será importante prestar atención a la introspección individual de cada uno de los componentes de la pareja, ya que resultaría positivo que cada uno pueda crecer por separado siguiendo su propio proceso y necesidades. Según Dailey et al. (2009) cuando uno de los miembros de la pareja acude a terapia existen más posibilidades de reconciliación exitosa, por tanto, el trabajo individual puede ayudar a que se pueda retomar la relación de forma sana.
En lo que respecta a la terapia de pareja, es una posibilidad que las parejas que busquen reconciliarse puedan tener este recurso a mano. Diferentes estudios como puede ser el de Doss et al. (2005), ponen de manifiesto los efectos positivos de la relación de pareja en situaciones de reconciliación de la misma. Este efecto se da principalmente por el trabajo que promueve un cambio cognitivo relevante en cada uno de los integrantes de la pareja.
En conclusión, parece importante indicar que las recomendaciones a la hora de buscar una reconciliación de pareja no son muy diferentes de las que podrían darse a la hora de construir una pareja sana desde cero, con la salvedad de que en este caso la pareja ya se conoce y tendrá que ser capaz de dejar atrás algunos de los problemas que haya tenido.
Es importante ser conscientes de la paciencia necesaria a la hora de llevar un proceso de reconciliación, ya que va a jugar un importante papel a la hora de marcar el éxito de la misma. Consulta con un psicólogo para que te ayude a afrontar esta nueva situación. No dudes en leer nuestra guía sobre cómo encontrar tu camino después de un divorcio.
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