La diabetes mellitus (DM) tipo 2 (DM2) se ha convertido en uno de los problemas sanitarios más graves de nuestro tiempo. Para hacernos una idea de la magnitud del problema, en el año 2007 algunos estudios estimaban que para el año 2030 su prevalencia alcanzaría proporciones epidémicas y afectaría a más de 366 millones de personas en todo el mundo.
Actualmente se han superado esas previsiones y más de medio billón de personas viven con diabetes en todo el mundo, afectando a hombres, mujeres y niños de todas las edades en cada país, y se estima que, en los próximos 30 años, esta cifra se incrementará a 1.3 billones de personas, aumentando en todos los países, según se publicó en la revista científica The Lancet.
Los cálculos más recientes y completos muestran que la tasa de prevalencia actual a nivel global es del 6,1%, lo que convierte a la diabetes en una de las diez principales causas de muerte y discapacidad.
La prevalencia de la diabetes en España ha alcanzado el 14,8% y es la segunda tasa más alta de Europa.
Casi todos los casos (>90%) son de diabetes mellitus tipo 2 (DM2); La obesidad es el principal factor de riesgo para desarrollar la DM2, representando el 52.2% de la discapacidad y mortalidad por DM2, seguido de riesgos dietéticos (exceso de azúcares), riesgos ambientales/ocupacionales, consumo de tabaco, baja actividad física y consumo de alcohol.
La hiperglucemia, incluso sin síntomas, puede causar daños en diversos tejidos siendo los riñones y los nervios periféricos especialmente vulnerables. La diabetes ha surgido como una de las principales causas de problemas como la ceguera, amputaciones y enfermedad renal terminal.
Adicionalmente, la diabetes eleva el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), tanto de manera independiente como cuando se combina con otros factores de riesgo como la hipertensión arterial y la dislipidemia (síndrome metabólico). Como resultado, las personas con diabetes tipo 2 (DM2) tienen entre 2 y 4 veces más riesgo de enfermedad cardiovascular que la población general, siendo la principal causa de fallecimiento en estos pacientes.
La diabetes es una de las enfermedades donde el control adecuado de la alimentación es de vital importancia. Las recomendaciones nutricionales se dirigen principalmente a la regulación y control de los macronutrientes, en especial de los hidratos de carbono (azúcares), los cuales tiene un impacto directo en la glucemia, así como a un control de la ingesta en términos calóricos, ya que como vimos, la obesidad está directamente relacionada con el desarrollo de DM2.
La evidencia científica respalda los siguientes puntos:
Control de carbohidratos: la cantidad y tipo de carbohidratos consumidos tienen un impacto directo en los niveles de glucosa en sangre. La planificación de comidas que tenga en cuenta la carga glucémica de los alimentos puede ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
Fibra: una dieta rica en fibra, especialmente proveniente de fuentes como frutas, verduras, legumbres y granos enteros, puede ayudar a mejorar el control glucémico y la sensibilidad a la insulina.
Grasas saludables: optar por grasas saludables, como las presentes en aguacates, nueces, aceite de oliva y pescado graso, puede ser beneficioso para la salud cardiovascular y el control glucémico.
Proteínas: la inclusión de fuentes magras de proteínas en la dieta puede ayudar a mantener la saciedad y estabilizar los niveles de glucosa.
Control de porciones: el control adecuado de las porciones es fundamental para evitar picos de glucosa en sangre. El monitoreo de las cantidades consumidas puede ser crucial en el manejo de la diabetes tipo 2.
Distribución de comidas: realizar de 5 a 6 comidas al día puede ayudar a mantener unos niveles de azúcar en sangre adecuados .
Patrones dietéticos: en lugar de centrarse solo en alimentos individuales, se ha observado que patrones dietéticos saludables, como la dieta mediterránea o la dieta DASH, pueden ser beneficiosos para las personas con diabetes tipo 2.
Es necesario que un paciente diabético sea valorado por un nutricionista para planificar su alimentación ya que le brindará un programa adaptado a sus características, le enseñará a combinar los alimentos en vez de prohibírselos y hará los cambios necesarios en su dieta para que se sienta satisfecho y saludable
Sergio Valdés, Gemma Rojo-Martínez, Federico Soriguer,
Evolución de la prevalencia de la diabetes tipo 2 en población adulta española, Medicina Clínica, Volume 129, Issue 9, 2007, Pages 352-355, ISSN 0025-7753.
Consejería de Salud Guía para personas con diabetes y sus cuidadores. Manuel Aguilar Diosdado et al. 2ª ed. Sevilla: Junta de Andalucía, 2007
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