El proceso para la elección y adaptación de audífonos comienza por una valoración exhaustiva de la audición. Es un proceso más complejo del que creemos. Las creencias en la sociedad de lo que es una “adaptación de audífonos” se basan en una “prueba” de un producto (en este caso audífonos), como si tan sencillo fuese el probar un “aparato” y así saber si lo puede o no “tolerar”.
La cantidad de información que hay hoy en día a golpe de un clic en internet nos lleva a información muchas veces no detallada que conlleva a una mala información de lo que es una adaptación de una prótesis auditiva, olvidándonos que, anterior a la adaptación primeramente hay un daño en el oído, en cada persona diferente, una dificultad que denota un déficit en la salud auditiva, que hay que valorar, estudiar y conocer minuciosamente en cada persona de manera individual.
Lo primero a realizar es una valoración audiológica completa por parte del audioprotesista, profesional encargado del diagnóstico de la pérdida y después si fuese necesario de la adaptación audioprotésica. Al realizar la valoración el audiólogo también detecta si es necesario la derivación a otros profesionales como pueden ser el otorrinolaringólogo, logopeda, psicólogo, fisioterapeuta… Es un trabajo que siempre tiene que estar enlazado con los demás profesionales si fuese posible, realizando un trabajo multidisciplinar, siempre con el objetivo de satisfacer y solucionar las necesidades del paciente.
Una adaptación óptima y de calidad no se puede conseguir sin un trabajo de valoración y diagnóstico previo, seguido del ajuste y seguimiento exhaustivo por parte del audioprotesista.
La adaptación de audífonos es un proceso que consiste en lo siguiente:
Lo primero de todo es conocer que si la persona que tiene la dificultad auditiva puede o no llevar audífonos debe realizarse una valoración audiológica completa. Sin toda la batería de pruebas no se puede saber si se es candidato o no. En el caso de que sí sea candidato, debe conocer cómo es su pérdida, entender cómo funciona la audición, qué dificultades presenta y cuál es la ganancia y las mejoras (si fuese posible) que puede conseguir a través de la adaptación de audífonos.
Tras la evaluación la persona tiene que conocer cuál es la dificultad que presenta, entender por qué le pasa, conocer qué pérdida tiene, cómo oye, cómo puede mejorar, qué le va a aportar la adaptación de audífonos… Para poder poner una solución primero hay que entender qué es lo que nos ocurre, por qué y de qué manera. La persona tiene que salir del centro entendiendo que su pérdida es única así como la adaptación auditiva que va a llevar. Y esa tarea y responsabilidad le pertenece al audiólogo, quien le va a explicar, a acompañar y a tratar en todo el proceso, siempre con el fin de mejorar su calidad de vida.
Para un tratamiento exitoso de la pérdida auditiva los audiólogos invertimos estudio, tiempo, constancia, entrenamiento, ciencia, empatía y, en general, una atención al paciente de por vida. Nuestro trabajo es solucionar la dificultad auditiva de una manera individual y personal. Tratar con éxito la pérdida de audición va más allá de la compra y tecnología de los audífonos. En el mundo real la solución y calidad auditiva no depende de un producto, depende del trabajo bien hecho por parte del audiólogo, quienes aportamos servicios de calidad para dar una solución auditiva a la vida de las personas. No dudes en pedir cita con un terapeuta complementario experto en ello.
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