Teresa Gonzalez Fernandez

Soy una persona con una gran curiosidad y un impulso imparable de aprender, leer y compartirlo con los demás. Tengo intereses muy diversos: viajar y conocer culturas, lugares y sonrisas nuevas, la espiritualidad y adentrarme en las profundidades de nosotros, los seres humanos, el funcionamiento de la mente y el cuerpo, y la sanación del trauma colectivo e individual que todos llevamos dentro.

Soy madre de dos hijos, de 17 y 13. La maternidad ha sido un antes y un después en mis prioridades y ha sido un motor increíble para mejorar como persona y madre. No sé si he conseguido ser esa famosa, creo que inexistente, ‘buena madre’. Pero ellos sí me han hecho descubrir mis propias incoherencias y dificultades, y mi grandeza y amor incondicional.

Creo que las relaciones con los demás son la oportunidad de vernos, conocernos y avanzar hacia un mayor conocimiento de nosotros mismos. Por eso, es vital saber qué sentimos, sentirlo con el cuerpo, saber comunicarlo y poder escuchar al otro también con el cuerpo. La presencia, el detenernos antes de la reacción automática, esa es la clave. La pausa es la clave.

Lo que más me apasiona ahora es facilitar espacios individuales y grupales de terapia para acompañar los periodos difíciles, confusos o laberínticos de la vida. Siempre desde la perspectiva de que uno mismo tiene dentro sus respuestas. Yo solo ayudo a que éstas surjan, a que cada uno sienta su verdad con claridad. Porque la verdad solo puede surgir de dentro de cada uno.

El focusing, las constelaciones familiares y la presencia y escucha sagradas son mis pilares.

Me emociona facilitar círculos de mujeres, como un espacio mágico donde vernos reflejadas en la otra, donde el compartir se hace desde y con el corazón, y donde todo cabe porque, finalmente, nos damos cuenta de que todo está en nosotras también.

La espiral de la vida me ha llevado a poder ejercer lo que fue en principio mi profesión, abogada, de la manera que me apasiona hacerlo: con la mediación de conflictos en las familias y organizaciones.

Esa ha sido la unión de dos polos que durante bastante tiempo permanecieron separados y que he logrado unir finalmente. La mediación es hacer posible que dos partes puedan ver lo que les pasa bajo un prisma que les permita llegar a un acuerdo. Y no como un mal menor, sino porque han podido ver lo que les pasa y la situación con otra mirada.