Marta López-Mingo Herrera

Soy psicóloga sanitaria con orientación humanista.

Estudié el grado de psicología en la Universidad Pontificia Comillas. Mi recorrido como psicoterapeuta se inicia gracias a que durante la carrera pude participar en un proyecto de intervención de la Universidad, trabajando con menores maltratados y abandonados. A través de esa experiencia comprendí que lo verdaderamente importante, lo que articula a la persona y a su relación con el mundo, son los vínculos.

Desde ese momento surge mi vocación por dedicarme a lo más esencial: acompañar desde un vínculo seguro para reparar el daño que viene a consulta expresado a través de síntomas.

¿Qué es la psicoterapia humanista?

Las personas tenemos que adaptarnos a lo que nos va ocurriendo y empezamos a crear formas de protegernos en esa adaptación. Entonces, cuando ya se hace insoportable esa forma de estar en el mundo, sentimos que esos síntomas necesitan ser tratados y acudimos a terapia.

Gracias a ese ataque de pánico, que no se sabe cuándo llegará, o a esa depresión que impide continuar con lo cotidiano, nos damos cuenta de que algo está mal en nuestra forma de estar en el mundo.

Cuando una persona se decide por iniciar un proceso terapéutico, se da la oportunidad de reorientar su propia vida, porque se desea un cambio profundo, encontrar una forma diferente de convivir consigo mismo y con los demás.

Para poder encontrar una sensación de equilibrio, hace falta volver la mirada hacia dentro, escuchar qué nos pasa, cómo nos pasa y qué es lo que siento de verdad. Algo así como recuperar la brújula interna. Entonces es cuando por fin podemos entender y escuchar nuestras emociones más genuinas.

Para eso, desde la orientación humanista se propone una forma respetuosa, de aceptación y empatía en cuanto al trato con la persona que acude a terapia y con la problemática que trae.


Formación académica

Además del Máster Oficial de Psicología General Sanitaria, estoy formada en psicoterapia humanista, de la mano de José Antonio García-Monge y Pepe Burdiel, que me enseñaron a entender y escuchar de corazón, a estar presente en psicoterapia. Posteriormente profundicé en otras etapas vitales con la especialización en técnicas humanistas aplicadas a la infancia (UMAYQUIPAE, Loretta Cornejo), donde aprendí a entender las bases de la construcción de las personas desde los orígenes.

Con Concha Sendín me formé en psicodiagnóstico con Test de Rorschach como método de evaluación proyectivo.

También estoy formada en trauma y EMDR (Sociedad Española de Medicina Psicosomática y psicoterapia), en uso de técnicas aplicadas al trauma (EsATe), en intervención clínica con niños adoptados y maltratados(COP) y en apego y vínculos tempranos (Primera Alianza, Secure Attachment Family Education).

Desde el principio de mi profesión he estado en contacto estrecho en la intervención en situaciones difíciles y de daño en las relaciones. Tanto con víctimas como con agresores. Por eso soy muy consciente del daño que producen las relaciones abusivas y/o negligentes, especialmente en la infancia, ya que siembran un autoconcepto frágil y deslegitimado; donde uno ha de adaptarse para sobrevivir a la situación, perdiendo la sensación de seguridad en sí mismo y en los demás.

Actualmente continúo formándome en focusing y en TFE. La Terapia Focalizada en la Emoción es un modelo humanista basado en la evidencia y que está reconocido por la Asociación de Psicología Americana (APA).