Mario Vivar Mora

La perspectiva sistémica pone el foco en las relaciones valorando la funcionalidad o disfuncionalidad para solucionar los problemas, la comunicación, el clima emocional y la capacidad para afrontar los cambios en la vida familiar (ej.: procesos de separación y divorcio).

Se recomienda...
- Para aprender a relacionarse de forma diferente evitando dinámicas familiares tensas o conflictivas, mejorando la comunicación y el clima emocional en la familia.
- Cuando existen dificultades para afrontar etapas de cambio en la familia: adolescencia de los hijos/as, duelos o pérdidas afectivas, procesos de separación y divorcio, cambios de residencia, incorporación de una nueva pareja (familias reconstituidas), etc.
- Para mejorar las relaciones familiares entre madres/padres e hijos/as, hermanos/as…
- Cuando los menores presentan problemas emocionales, sociales o de conducta.

Es importante abordar todos los problemas que pueden presentar los menores y adultos adoptados que debido a sus historias de vida con situaciones de abandono y ruptura de vínculos necesitan de una intervención especializada. Por ello, trabajamos desde una perspectiva integradora que incluye terapia EMDR y terapia familiar sistémica, así como un enfoque centrado en la teoría del apego.

Es importante abordar todos los problemas que pueden presentar los menores en acogimiento, que debido a sus historias de vida con situaciones de abandono y ruptura de vínculos necesitan de una intervención especializada. Por ello, trabajamos desde una perspectiva integradora que incluye terapia EMDR y terapia familiar sistémica, así como un enfoque centrado en la teoría del apego.

La Psicología Afirmativa LGTBI es una especialización del ámbito de la psicología que permite asesorar y acompañar a personas LGTBI y sus familias para dotarles de herramientas que les ayuden a hacer frente a los desafíos particulares que suelen afrontar en sus vidas.

Para ello, integra técnicas psicoterapéuticas basadas en evidencia científica y una mirada sensible a la diversidad y a las diferencias que existen en el desarrollo de una identidad LGTBI por el hecho de vivir en un contexto desfavorable para la persona (LGTBIfobia). En este sentido se pretende atender de manera específica a las vivencias que una persona puede experimentar al tratarse de una identidad estigmatizada.

Con ello se busca generar un espacio seguro y sin juicio donde, desde una visión afirmativa de todas las orientaciones sexo-afectivas, expresiones e identidades de género, la persona pueda alcanzar su bienestar.

Los/las menores víctimas de violencia de género son aquellos que por ser hijas/os de la pareja o que conviven con ella, están igualmente inmersos, viviendo y sufriendo el mismo proceso de violencia que sus madres. Esto puede llevar a consecuencias en los menores a nivel físico, cognitivo, emocional, social y comportamental. Nuestro objetivo será generar un espacio de seguridad y calma tanto para el menor como para su madre que nos permita evaluar el impacto que este proceso ha causado y abordar las consecuencias del mismo.

Desde el área de psicología infanto-juvenil valoramos e intervenimos sobre los problemas más frecuentes que surgen en la infancia y adolescencia, tanto alteraciones emocionales, sociales y de conducta que pueden influir en el bienestar y los diferentes contextos del menor.
Ante estas dificultades tenemos en cuenta todos los ámbitos donde se desenvuelve el menor ya que es importante la coordinación con el centro escolar y la familia para su mejor funcionamiento y bienestar emocional.

Desde el ámbito de la Psicología de la Alimentación se estudia la conducta alimentaria profundizando en los aspectos psicológicos relacionados con la comida. Entre estos aspectos se incluye la imagen corporal, la gestión de emociones, la autoestima, la motivación… Por tanto, se plantea como objetivo general que la persona pueda mejorar su relación con la comida y con su cuerpo.

Se puede pasar de unas preocupaciones pasajeras por la comida y por la apariencia a tener una insatisfacción corporal más duradera y una alteración de la conducta alimentaria. En este punto existen los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Lo que ocurre aquí es que la persona tiene dificultades en su vida y es a través de la conducta alimentaria alterada la manera que tiene de afrontarlos, ya sea por defecto mediante la restricción alimentaria, o por exceso como pueden ser los atracones.

El abordaje en casos de Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón se hará de manera integral y personalizada combinando la terapia individual y familiar.

Signos de una mala relación con la comida:
- Siento rabia o culpa después de comer.
- Siento que necesito controlar lo que como, por ejemplo, restringiendo comida.
- Tengo reglas rígidas sobre qué puedo y qué no puedo comer.
- Tengo atracones o ingesta compulsiva.
- Pienso en calorías constantemente.
- Me cuesta identificar mis señales de hambre y saciedad.

Signos de una mala relación con el cuerpo:
- Siento vergüenza o rechazo intenso por alguna parte concreta de mi cuerpo o por mi apariencia general.
- Me preocupo, me comparo o tengo una visión muy negativa por mi aspecto o mi peso.
- Mis esfuerzos en cambiar mi cuerpo me hacen gastar mucha energía y tiempo.
- Siento que hasta que no consiga un cuerpo determinado no podré ser feliz.

Todo esto puede llegar a generar mucho malestar en la persona afectando a las distintas áreas de su vida: personal, laboral, académica, familiar, social…

Desde el ámbito de la Psicología de la Alimentación se estudia la conducta alimentaria profundizando en los aspectos psicológicos relacionados con la comida. Entre estos aspectos se incluye la imagen corporal, la gestión de emociones, la autoestima, la motivación… Por tanto, se plantea como objetivo general que la persona pueda mejorar su relación con la comida y con su cuerpo.

Se puede pasar de unas preocupaciones pasajeras por la comida y por la apariencia a tener una insatisfacción corporal más duradera y una alteración de la conducta alimentaria. En este punto existen los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Lo que ocurre aquí es que la persona tiene dificultades en su vida y es a través de la conducta alimentaria alterada la manera que tiene de afrontarlos, ya sea por defecto mediante la restricción alimentaria, o por exceso como pueden ser los atracones.

El abordaje en casos de Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón se hará de manera integral y personalizada combinando la terapia individual y familiar.

Signos de una mala relación con la comida:
- Siento rabia o culpa después de comer.
- Siento que necesito controlar lo que como, por ejemplo, restringiendo comida.
- Tengo reglas rígidas sobre qué puedo y qué no puedo comer.
- Tengo atracones o ingesta compulsiva.
- Pienso en calorías constantemente.
- Me cuesta identificar mis señales de hambre y saciedad.

Signos de una mala relación con el cuerpo:
- Siento vergüenza o rechazo intenso por alguna parte concreta de mi cuerpo o por mi apariencia general.
- Me preocupo, me comparo o tengo una visión muy negativa por mi aspecto o mi peso.
- Mis esfuerzos en cambiar mi cuerpo me hacen gastar mucha energía y tiempo.
- Siento que hasta que no consiga un cuerpo determinado no podré ser feliz.

Todo esto puede llegar a generar mucho malestar en la persona afectando a las distintas áreas de su vida: personal, laboral, académica, familiar, social…

La evaluación es un proceso que tiene como objetivo conocer la raíz de diferentes dificultades, así como orientar en los objetivos terapéuticos en la intervención. Al ser un proceso individualizado, puedes contactar con el equipo para ampliar información sobre tu caso en concreto.

Si sospechas que tu hijo tiene dificultades a nivel cognitivo (memoria, atención...), emocional (baja autoestima, problemas de gestión del enfado...) o social (timidez excesiva, aislamiento...) puedes beneficiarte de una evaluación completa, tanto para solicitar diferentes ayudas como para marcar objetivos adecuados en el trabajo psicoterapéutico.

La evaluación es un proceso que tiene como objetivo conocer la raíz de diferentes dificultades, así como orientar en los objetivos terapéuticos para la intervención. Al ser un proceso individualizado, puedes contactar con el equipo para ampliar información sobre tu caso en concreto.

Algunas evaluaciones que solemos realizar:
- TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)
- Dislexia
- Dificultades del aprendizaje
- Altas Capacidades
- Dificultades en funciones ejecutivas (memoria, atención, planificación…)
- Dificultades sociales, emocionales y de conducta

Tanto si eres adulto como población infantojuvenil y observas dificultades a nivel cognitivo (memoria, atención...), emocional (baja autoestima, problemas de gestión del enfado...) o social (timidez excesiva, aislamiento...) puedes beneficiarte de una evaluación completa, tanto para solicitar diferentes ayudas como para marcar objetivos adecuados en el trabajo psicoterapéutico.

La evaluación es un proceso que tiene como objetivo conocer la raíz de diferentes dificultades, así como orientar en los objetivos terapéuticos para la intervención. Al ser un proceso individualizado, puedes contactar con el equipo para ampliar información sobre tu caso en concreto.

Algunas evaluaciones que solemos realizar:
- TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)
- Dislexia
- Dificultades del aprendizaje
- Altas Capacidades
- Dificultades en funciones ejecutivas (memoria, atención, planificación…)
- Dificultades sociales, emocionales y de conducta

Si estás teniendo dificultades a nivel cognitivo (memoria, atención...), emocional (estado de ánimo bajo, ansiedad...) o social (dependencia emocional, acoso laboral...) puedes beneficiarte de una evaluación completa, tanto para solicitar diferentes ayudas como para marcar objetivos adecuados en el trabajo psicoterapéutico.

La evaluación es un proceso que tiene como objetivo conocer la raíz de diferentes dificultades, así como orientar en los objetivos terapéuticos para la intervención. Al ser un proceso individualizado, puedes contactar con el equipo para ampliar información sobre tu caso en concreto.

Algunas evaluaciones que solemos realizar en adultos:
- TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)
- Dislexia u otros problemas de aprendizaje
- Altas Capacidades
- Valoración de la afectación psicológica en enfermedades crónicas (Fibromialgia, esclerosis múltiple, dolor crónico..)
- Deterioro Cognitivo en personas mayores

Tanto si eres adulto como población infantojuvenil y observas dificultades compatibles con el diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad puedes beneficiarte de una evaluación completa, tanto para solicitar diferentes ayudas como para marcar objetivos adecuados en el trabajo psicoterapéutico.

La evaluación es un proceso que tiene como objetivo conocer la raíz de diferentes dificultades, así como orientar en los objetivos terapéuticos para la intervención. Al ser un proceso individualizado, puedes contactar con el equipo para ampliar información sobre tu caso en concreto.

Otras evaluaciones relacionadas que solemos realizar:
- Dislexia
- Dificultades del aprendizaje (ej.: en lectoescritura)
- Dificultades en funciones ejecutivas (memoria, atención, planificación…)
- Dificultades sociales, emocionales y de conducta

Signos de una mala relación con el cuerpo:
- Siento vergüenza o rechazo intenso por alguna parte concreta de mi cuerpo o por mi apariencia general.
- Me preocupo, me comparo o tengo una visión muy negativa por mi aspecto o mi peso.
- Mis esfuerzos en cambiar mi cuerpo me hacen gastar mucha energía y tiempo.
- Siento que hasta que no consiga un cuerpo determinado no podré ser feliz.

Se puede pasar de unas preocupaciones pasajeras por la apariencia a tener una insatisfacción corporal más duradera. Todo esto puede llegar a generar mucho malestar en la persona afectando a las distintas áreas de su vida. El objetivo es que la persona pueda mejorar su relación con su cuerpo y recuperar su bienestar emocional.

Algunos de los problemas relacionados con la imagen corporal son los Trastornos de la Conducta Alimentaria. El abordaje en casos de Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón se hará de manera integral y personalizada combinando la terapia individual y familiar.

Desde el ámbito de la Psicología de la Alimentación se estudia la conducta alimentaria profundizando en los aspectos psicológicos relacionados con la comida. Entre estos aspectos se incluye la imagen corporal, la gestión de emociones, la autoestima, la motivación… Por tanto, se plantea como objetivo general que la persona pueda mejorar su relación con la comida y con su cuerpo.

Se puede pasar de unas preocupaciones pasajeras por la comida y por la apariencia a tener una insatisfacción corporal más duradera y una alteración de la conducta alimentaria. En este punto existen los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Lo que ocurre aquí es que la persona tiene dificultades en su vida y es a través de la conducta alimentaria alterada la manera que tiene de afrontarlos, ya sea por defecto mediante la restricción alimentaria, o por exceso como pueden ser los atracones.

El abordaje en casos de Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón se hará de manera integral y personalizada combinando la terapia individual y familiar.

Signos de una mala relación con la comida:
- Siento rabia o culpa después de comer.
- Siento que necesito controlar lo que como, por ejemplo, restringiendo comida.
- Tengo reglas rígidas sobre qué puedo y qué no puedo comer.
- Tengo atracones o ingesta compulsiva.
- Pienso en calorías constantemente.
- Me cuesta identificar mis señales de hambre y saciedad.

Signos de una mala relación con el cuerpo:
- Siento vergüenza o rechazo intenso por alguna parte concreta de mi cuerpo o por mi apariencia general.
- Me preocupo, me comparo o tengo una visión muy negativa por mi aspecto o mi peso.
- Mis esfuerzos en cambiar mi cuerpo me hacen gastar mucha energía y tiempo.
- Siento que hasta que no consiga un cuerpo determinado no podré ser feliz.

Todo esto puede llegar a generar mucho malestar en la persona afectando a las distintas áreas de su vida: personal, laboral, académica, familiar, social…

Desde el área de psicología con adultos nuestro primer objetivo es crear un espacio seguro y un clima de confianza.

Tras crear una alianza terapéutica, realizamos una evaluación personalizada de la demanda del paciente identificando los motivos y factores que pueden estar influyendo en el origen y en el mantenimiento del problema. Por último se plantean junto a la persona los objetivos de la intervención terapéutica, abordando sesión a sesión, utilizando las técnicas y estrategias psicológicas específicas, desde una perspectiva integradora que incluye terapia EMDR y terapia cognitivo-conductual así como un enfoque centrado en la teoría del apego.

Te podemos ayudar si observas…
- Dificultades con tu estado de ánimo tales como depresión, ansiedad, miedos, fobias
- Crecimiento personal y empoderamiento
- Trastornos de la conducta alimentaria e insatisfacción con la imagen corporal
- Problemas de pareja
- Dificultades en tus relaciones sociales o familiares
- Baja autoestima, inseguridades y dependencia emocional
- Procesos de duelo y pérdida
- Autolesiones, ideación o comportamientos suicidas
- Trastornos de personalidad

Desde centro Vinculos nuestro objetivo es acompañarte y trabajar en equipo las diferentes estrategias hasta alcanzar un equilibrio emocional asesorándote e interviniendo acerca de los cambios que sean necesarios para el mejor desarrollo de las diferentes áreas de tu vida.

La Psicología Afirmativa LGTBI es una especialización del ámbito de la psicología que permite asesorar y acompañar a personas LGTBI y sus familias para dotarles de herramientas que les ayuden a hacer frente a los desafíos particulares que suelen afrontar en sus vidas.

Para ello, integra técnicas psicoterapéuticas basadas en evidencia científica y una mirada sensible a la diversidad y a las diferencias que existen en el desarrollo de una identidad LGTBI por el hecho de vivir en un contexto desfavorable para la persona (LGTBIfobia). En este sentido se pretende atender de manera específica a las vivencias que una persona puede experimentar al tratarse de una identidad estigmatizada.

Con ello se busca generar un espacio seguro y sin juicio donde, desde una visión afirmativa de todas las orientaciones sexo-afectivas, expresiones e identidades de género, la persona pueda alcanzar su bienestar.

Se recomienda un abordaje desde la Psicología Afirmativa si…
- Sientes rechazo, culpa, miedo o vergüenza por tu orientación sexo-afectiva.
- Sientes miedo asociado a tu expresión de género o inseguridad para expresarte de forma auténtica a la hora de socializar.
- Tienes dudas o malestar asociado a tu identidad de género (ej.: disforia de género).
- Estás experimentando cierto estrés o malestar en los procesos de aceptación de tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género por parte de tu familia o entorno social.
- Percibes que tienes dificultades a la hora vincularte en pareja por tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género.
- Has crecido en un entorno discriminatorio debido a la LGTBIfobia o has tenido vivencias estresantes relacionadas (ej.: acoso LGTBIfóbico).
- Tus creencias (ej.: religiosas) suponen un conflicto con tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género.

Desde el área de psicología infanto-juvenil valoramos e intervenimos sobre los problemas más frecuentes que surgen en la infancia y adolescencia, tanto alteraciones emocionales, sociales y de conducta que pueden influir en el bienestar y los diferentes contextos del menor.

Para ello, utilizamos un enfoque integrador empleando técnicas de intervención cognitivo-conductuales y la terapia basada en la teoría del apego y la disciplina positiva.

Te podemos ayudar si observas que tu hijo/a…

Infancia
- Presenta miedos, inseguridades o una idea negativa de sí mismo.
- Tiene celos con sus hermanos
- Problemas de conducta, le cuesta gestionar sus enfados y tiene rabietas.
- Se muestra nervioso, inquieto y le cuesta controlar sus impulsos.
- Presenta dificultades para afrontar la muerte de un ser querido.
- Rechaza alimentos o tiene dificultades para introducir nuevos alimentos.
- Tiene problemas para conciliar el sueño o pesadillas y terrores nocturnos.

Adolescencia
- Se muestra excesivamente triste e irascible.
- Muestra una baja autoestima.
- Presenta insatisfacción con su cuerpo.
- Muestra muchas inseguridades y timidez excesiva para relacionarse con sus iguales.
- Tiene ansiedad, signos de autolesiones o ideación suicida.
- Muestra signos de adicción a videojuegos.
- Presenta comportamientos alterados con la alimentación como restringir alimentos, esconder comida, atracones…

Trabajamos también con menores con:
- Altas Capacidades.
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
- Trastorno Específico del Lenguaje (TEL).
- Trastorno del Espectro Autista (TEA) / Síndrome de Asperger.
- Problemas de aprendizaje (ej.: dislexia)
- Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y Obesidad

Ante estas dificultades tenemos en cuenta todos los ámbitos donde se desenvuelve el menor ya que es importante la coordinación con el centro escolar y la familia para su mejor funcionamiento y bienestar emocional.

Desde el ámbito de la Psicología de la Alimentación se estudia la conducta alimentaria profundizando en los aspectos psicológicos relacionados con la comida. Entre estos aspectos se incluye la imagen corporal, la gestión de emociones, la autoestima, la motivación… Por tanto, se plantea como objetivo general que la persona pueda mejorar su relación con la comida y con su cuerpo.

Se puede pasar de unas preocupaciones pasajeras por la comida y por la apariencia a tener una insatisfacción corporal más duradera y una alteración de la conducta alimentaria. En este punto existen los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Lo que ocurre aquí es que la persona tiene dificultades en su vida y es a través de la conducta alimentaria alterada la manera que tiene de afrontarlos, ya sea por defecto mediante la restricción alimentaria, o por exceso como pueden ser los atracones.

El abordaje en casos de Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón se hará de manera integral y personalizada combinando la terapia individual y familiar.

Signos de una mala relación con la comida:
- Siento rabia o culpa después de comer.
- Siento que necesito controlar lo que como, por ejemplo, restringiendo comida.
- Tengo reglas rígidas sobre qué puedo y qué no puedo comer.
- Tengo atracones o ingesta compulsiva.
- Pienso en calorías constantemente.
- Me cuesta identificar mis señales de hambre y saciedad.

Signos de una mala relación con el cuerpo:
- Siento vergüenza o rechazo intenso por alguna parte concreta de mi cuerpo o por mi apariencia general.
- Me preocupo, me comparo o tengo una visión muy negativa por mi aspecto o mi peso.
- Mis esfuerzos en cambiar mi cuerpo me hacen gastar mucha energía y tiempo.
- Siento que hasta que no consiga un cuerpo determinado no podré ser feliz.

Todo esto puede llegar a generar mucho malestar en la persona afectando a las distintas áreas de su vida: personal, laboral, académica, familiar, social…

Desde el modelo sistémico la pareja es en sí misma una institución y acudirá a las sesiones como uno más. Esto nos permitirá generar un espacio en el que, fijándonos en lo relacional y generando un clima emocional de confianza y trabajo, veamos cómo se encuentra la pareja y qué necesita.

Se recomienda Terapia de Pareja:
- Cuando surgen problemas de comunicación y conflictos o tensiones frecuentes en la pareja.
- Si se percibe una desigualdad en los roles de la pareja o como padres/madres.
- Ante la aparición de dudas con la continuidad de la relación.
- Si se perciben signos de dependencia emocional de uno o ambos miembros de la pareja.
- Cuando existe violencia en la pareja (ej.: violencia de género).
- Cuando alguno de los miembros presenta algún problema de salud mental (patología psiquiátrica o adicción).
- Cuando surgen dificultades por la intrusión de una o ambas de las familias políticas en la relación de pareja.

La Psicología Afirmativa LGTBI es una especialización del ámbito de la psicología que permite asesorar y acompañar a personas LGTBI y sus familias para dotarles de herramientas que les ayuden a hacer frente a los desafíos particulares que suelen afrontar en sus vidas.

Para ello, integra técnicas psicoterapéuticas basadas en evidencia científica y una mirada sensible a la diversidad y a las diferencias que existen en el desarrollo de una identidad LGTBI por el hecho de vivir en un contexto desfavorable para la persona (LGTBIfobia). En este sentido se pretende atender de manera específica a las vivencias que una persona puede experimentar al tratarse de una identidad estigmatizada.

Con ello se busca generar un espacio seguro y sin juicio donde, desde una visión afirmativa de todas las orientaciones sexo-afectivas, expresiones e identidades de género, la persona pueda alcanzar su bienestar.

Se recomienda un abordaje desde la Psicología Afirmativa si…
- Sientes rechazo, culpa, miedo o vergüenza por tu orientación sexo-afectiva.
- Sientes miedo asociado a tu expresión de género o inseguridad para expresarte de forma auténtica a la hora de socializar.
- Tienes dudas o malestar asociado a tu identidad de género (ej.: disforia de género).
- Estás experimentando cierto estrés o malestar en los procesos de aceptación de tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género por parte de tu familia o entorno social.
- Percibes que tienes dificultades a la hora vincularte en pareja por tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género.
- Has crecido en un entorno discriminatorio debido a la LGTBIfobia o has tenido vivencias estresantes relacionadas (ej.: acoso LGTBIfóbico).
- Tus creencias (ej.: religiosas) suponen un conflicto con tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género.

La Psicología Afirmativa LGTBI es una especialización del ámbito de la psicología que permite asesorar y acompañar a personas LGTBI y sus familias para dotarles de herramientas que les ayuden a hacer frente a los desafíos particulares que suelen afrontar en sus vidas.

Para ello, integra técnicas psicoterapéuticas basadas en evidencia científica y una mirada sensible a la diversidad y a las diferencias que existen en el desarrollo de una identidad LGTBI por el hecho de vivir en un contexto desfavorable para la persona (LGTBIfobia). En este sentido se pretende atender de manera específica a las vivencias que una persona puede experimentar al tratarse de una identidad estigmatizada.

Con ello se busca generar un espacio seguro y sin juicio donde, desde una visión afirmativa de todas las orientaciones sexo-afectivas, expresiones e identidades de género, la persona pueda alcanzar su bienestar.

Se recomienda un abordaje desde la Psicología Afirmativa si…
- Sientes rechazo, culpa, miedo o vergüenza por tu orientación sexo-afectiva.
- Sientes miedo asociado a tu expresión de género o inseguridad para expresarte de forma auténtica a la hora de socializar.
- Tienes dudas o malestar asociado a tu identidad de género (ej.: disforia de género).
- Estás experimentando cierto estrés o malestar en los procesos de aceptación de tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género por parte de tu familia o entorno social.
- Percibes que tienes dificultades a la hora vincularte en pareja por tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género.
- Has crecido en un entorno discriminatorio debido a la LGTBIfobia o has tenido vivencias estresantes relacionadas (ej.: acoso LGTBIfóbico).
- Tus creencias (ej.: religiosas) suponen un conflicto con tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género.

Desde el área de psicología infanto-juvenil valoramos e intervenimos sobre los problemas más frecuentes que surgen en la infancia y adolescencia, tanto alteraciones emocionales, sociales y de conducta que pueden influir en el bienestar y los diferentes contextos del menor.

Para ello, utilizamos un enfoque integrador empleando técnicas de intervención cognitivo-conductuales y la terapia basada en la teoría del apego y la disciplina positiva.

Te podemos ayudar si observas que tu hijo/a adolescente…
- Se muestra excesivamente triste e irascible.
- Muestra una baja autoestima.
- Presenta insatisfacción con su cuerpo.
- Muestra muchas inseguridades y timidez excesiva para relacionarse con sus iguales.
- Tiene ansiedad, signos de autolesiones o ideación suicida.
- Muestra signos de adicción a videojuegos.
- Presenta comportamientos alterados con la alimentación como restringir alimentos, esconder comida, atracones…

Trabajamos también con menores con:
- Altas Capacidades.
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
- Trastorno Específico del Lenguaje (TEL).
- Trastorno del Espectro Autista (TEA) / Síndrome de Asperger.
- Problemas de aprendizaje (ej.: dislexia)
- Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y Obesidad

Ante estas dificultades tenemos en cuenta todos los ámbitos donde se desenvuelve el menor ya que es importante la coordinación con el centro escolar y la familia para su mejor funcionamiento y bienestar emocional.

La Psicología Afirmativa LGTBI es una especialización del ámbito de la psicología que permite asesorar y acompañar a personas LGTBI y sus familias para dotarles de herramientas que les ayuden a hacer frente a los desafíos particulares que suelen afrontar en sus vidas.

Para ello, integra técnicas psicoterapéuticas basadas en evidencia científica y una mirada sensible a la diversidad y a las diferencias que existen en el desarrollo de una identidad LGTBI por el hecho de vivir en un contexto desfavorable para la persona (LGTBIfobia). En este sentido se pretende atender de manera específica a las vivencias que una persona puede experimentar al tratarse de una identidad estigmatizada.

Con ello se busca generar un espacio seguro y sin juicio donde, desde una visión afirmativa de todas las orientaciones sexo-afectivas, expresiones e identidades de género, la persona pueda alcanzar su bienestar.

Se recomienda un abordaje desde la Psicología Afirmativa si…
- Sientes rechazo, culpa, miedo o vergüenza por tu orientación sexo-afectiva.
- Sientes miedo asociado a tu expresión de género o inseguridad para expresarte de forma auténtica a la hora de socializar.
- Tienes dudas o malestar asociado a tu identidad de género (ej.: disforia de género).
- Estás experimentando cierto estrés o malestar en los procesos de aceptación de tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género por parte de tu familia o entorno social.
- Percibes que tienes dificultades a la hora vincularte en pareja por tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género.
- Has crecido en un entorno discriminatorio debido a la LGTBIfobia o has tenido vivencias estresantes relacionadas (ej.: acoso LGTBIfóbico).
- Tus creencias (ej.: religiosas) suponen un conflicto con tu orientación sexo-afectiva o tu identidad de género.

Desde el modelo sistémico la pareja es en sí misma una institución y acudirá a las sesiones como uno más. Esto nos permitirá generar un espacio en el que, fijándonos en lo relacional y generando un clima emocional de confianza y trabajo, veamos cómo se encuentra la pareja y qué necesita.

Se recomienda Terapia de Pareja:
- Cuando surgen problemas de comunicación y conflictos o tensiones frecuentes en la pareja.
- Si se percibe una desigualdad en los roles de la pareja o como padres/madres.
- Ante la aparición de dudas con la continuidad de la relación.
- Si se perciben signos de dependencia emocional de uno o ambos miembros de la pareja.
- Cuando existe violencia en la pareja (ej.: violencia de género).
- Cuando alguno de los miembros presenta algún problema de salud mental (patología psiquiátrica o adicción).
- Cuando surgen dificultades por la intrusión de una o ambas de las familias políticas en la relación de pareja.

*Encuadre de la terapia de pareja desde el enfoque sistémico-relacional y con perspectiva de género, así como formación específica para el acompañamiento a parejas LGTB.

El pensamiento sistémico permite una visión más global y compleja del problema, entendiendo este en las interacciones y en el contexto. Pone el foco en las relaciones valorando la funcionalidad o disfuncionalidad para solucionar los problemas, la comunicación, el clima emocional y la capacidad para afrontar los cambios en la vida familiar. Desde el enfoque sistémico cada miembro puede ser parte del problema y de la solución.

Se recomienda Terapia Familiar:
- Para aprender a relacionarse de forma diferente evitando dinámicas familiares tensas o conflictivas, mejorando la comunicación y el clima emocional en la familia.
- Cuando existen dificultades para afrontar etapas de cambio en la familia: adolescencia de los hijos/as, duelos o pérdidas afectivas, procesos de separación y divorcio, cambios de residencia, incorporación de una nueva pareja (familias reconstituidas), etc.
- Para mejorar las relaciones familiares entre madres/padres e hijos/as, hermanos/as…
- Cuando los menores presentan problemas emocionales, sociales o de conducta.
- Cuando alguno de los miembros presenta algún problema de salud mental (patología psiquiátrica o adicción).

En la terapia familiar se amplía la mirada de lo individual a lo relacional, permitiéndote entender el funcionamiento y estructura de tu familia. Y desde ahí potenciar el cambio.

La Psicología Afirmativa LGTBI es una especialización del ámbito de la psicología que permite asesorar y acompañar a personas LGTBI y sus familias para dotarles de herramientas que les ayuden a hacer frente a los desafíos particulares que suelen afrontar en sus vidas.

Para ello, integra técnicas psicoterapéuticas basadas en evidencia científica y una mirada sensible a la diversidad y a las diferencias que existen en el desarrollo de una identidad LGTBI por el hecho de vivir en un contexto desfavorable para la persona (LGTBIfobia). En este sentido se pretende atender de manera específica a las vivencias que una persona puede experimentar al tratarse de una identidad estigmatizada.

Con ello se busca generar un espacio seguro y sin juicio donde, desde una visión afirmativa de todas las orientaciones sexo-afectivas, expresiones e identidades de género, la persona pueda alcanzar su bienestar.

Se recomienda un abordaje desde la Psicología Afirmativa si…
- Sientes miedo asociado a tu expresión de género o inseguridad para expresarte de forma auténtica a la hora de socializar.
- Tienes dudas o malestar asociado a tu identidad de género (ej.: disforia de género).
- Estás experimentando cierto estrés o malestar en los procesos de aceptación de tu identidad de género por parte de tu familia o entorno social.
- Percibes que tienes dificultades a la hora vincularte en pareja por tu identidad de género.
- Has crecido en un entorno discriminatorio debido a la LGTBIfobia o has tenido vivencias estresantes relacionadas (ej.: acoso LGTBIfóbico).
- Tus creencias (ej.: religiosas) suponen un conflicto con tu identidad de género.

El enfoque sistémico amplía la mirada de lo individual a lo relacional, permitiéndote entender tu funcionamiento y tus patrones para relacionarte en tus diferentes entornos y desde ahí potenciar el cambio. Puede ser útil tanto en terapia familiar, problemas de pareja, la relación entre padres e hijos como en terapia individual.

Se recomienda Terapia Individual Sistémica:
- En procesos de crecimiento personal.
- Cuando surgen dificultades en las relaciones sociales y de pareja (ej.: establecer o mantener vínculos).
- Para adultos jóvenes en fase de desvinculación de su familia y búsqueda de su autonomía.
- Cuando existen problemas con sus progenitores o su familia no resueltos.
- Ante dudas o problemas en la relación de pareja y el otro miembro de la pareja no quiere acudir a terapia.
- Si existen problemas familiares y es inviable la terapia familiar (ej.: por la distancia geográfica).

El pensamiento sistémico permite una visión más global y compleja del problema, entendiendo este en las interacciones y en el contexto. Pone el foco en las relaciones valorando la funcionalidad o disfuncionalidad para solucionar los problemas, la comunicación, el clima emocional y la capacidad para afrontar los cambios en la vida familiar. Desde el enfoque sistémico cada miembro puede ser parte del problema y de la solución.

Se recomienda Terapia Familiar:
- Para aprender a relacionarse de forma diferente evitando dinámicas familiares tensas o conflictivas, mejorando la comunicación y el clima emocional en la familia.
- Cuando existen dificultades para afrontar etapas de cambio en la familia: adolescencia de los hijos/as, duelos o pérdidas afectivas, procesos de separación y divorcio, cambios de residencia, incorporación de una nueva pareja (familias reconstituidas), etc.
- Para mejorar las relaciones familiares entre madres/padres e hijos/as, hermanos/as…
- Cuando los menores presentan problemas emocionales, sociales o de conducta.
- Cuando alguno de los miembros presenta algún problema de salud mental (patología psiquiátrica o adicción).

Desde el ámbito de la Psicología de la Alimentación se estudia la conducta alimentaria profundizando en los aspectos psicológicos relacionados con la comida. Entre estos aspectos se incluye la imagen corporal, la gestión de emociones, la autoestima, la motivación… Por tanto, se plantea como objetivo general que la persona pueda mejorar su relación con la comida y con su cuerpo.

Se puede pasar de unas preocupaciones pasajeras por la comida y por la apariencia a tener una insatisfacción corporal más duradera y una alteración de la conducta alimentaria. En este punto existen los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Lo que ocurre aquí es que la persona tiene dificultades en su vida y es a través de la conducta alimentaria alterada la manera que tiene de afrontarlos, ya sea por defecto mediante la restricción alimentaria, o por exceso como pueden ser los atracones.

El abordaje en casos de Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón se hará de manera integral y personalizada combinando la terapia individual y familiar.

Signos de una mala relación con la comida:
- Siento rabia o culpa después de comer.
- Siento que necesito controlar lo que como, por ejemplo, restringiendo comida.
- Tengo reglas rígidas sobre qué puedo y qué no puedo comer.
- Tengo atracones o ingesta compulsiva.
- Pienso en calorías constantemente.
- Me cuesta identificar mis señales de hambre y saciedad.

Signos de una mala relación con el cuerpo:
- Siento vergüenza o rechazo intenso por alguna parte concreta de mi cuerpo o por mi apariencia general.
- Me preocupo, me comparo o tengo una visión muy negativa por mi aspecto o mi peso.
- Mis esfuerzos en cambiar mi cuerpo me hacen gastar mucha energía y tiempo.
- Siento que hasta que no consiga un cuerpo determinado no podré ser feliz.

Todo esto puede llegar a generar mucho malestar en la persona afectando a las distintas áreas de su vida: personal, laboral, académica, familiar, social…

Desde el ámbito de la Psicología de la Alimentación se estudia la conducta alimentaria profundizando en los aspectos psicológicos relacionados con la comida. Entre estos aspectos se incluye la imagen corporal, la gestión de emociones, la autoestima, la motivación… Por tanto, se plantea como objetivo general que la persona pueda mejorar su relación con la comida y con su cuerpo.

Se puede pasar de unas preocupaciones pasajeras por la comida y por la apariencia a tener una insatisfacción corporal más duradera y una alteración de la conducta alimentaria. En este punto existen los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Lo que ocurre aquí es que la persona tiene dificultades en su vida y es a través de la conducta alimentaria alterada la manera que tiene de afrontarlos, ya sea por defecto mediante la restricción alimentaria, o por exceso como pueden ser los atracones.

El abordaje en casos de Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón se hará de manera integral y personalizada combinando la terapia individual y familiar.

Signos de una mala relación con la comida:
- Siento rabia o culpa después de comer.
- Siento que necesito controlar lo que como, por ejemplo, restringiendo comida.
- Tengo reglas rígidas sobre qué puedo y qué no puedo comer.
- Tengo atracones o ingesta compulsiva.
- Pienso en calorías constantemente.
- Me cuesta identificar mis señales de hambre y saciedad.

Signos de una mala relación con el cuerpo:
- Siento vergüenza o rechazo intenso por alguna parte concreta de mi cuerpo o por mi apariencia general.
- Me preocupo, me comparo o tengo una visión muy negativa por mi aspecto o mi peso.
- Mis esfuerzos en cambiar mi cuerpo me hacen gastar mucha energía y tiempo.
- Siento que hasta que no consiga un cuerpo determinado no podré ser feliz.

Todo esto puede llegar a generar mucho malestar en la persona afectando a las distintas áreas de su vida: personal, laboral, académica, familiar, social…

La perspectiva sistémica pone el foco en las relaciones valorando la funcionalidad o disfuncionalidad para solucionar los problemas, la comunicación, el clima emocional y la capacidad para afrontar los cambios en la vida familiar (ej.: procesos de separación y divorcio).

Se recomienda...
- Para aprender a relacionarse de forma diferente evitando dinámicas familiares tensas o conflictivas, mejorando la comunicación y el clima emocional en la familia.
- Cuando existen dificultades para afrontar etapas de cambio en la familia: adolescencia de los hijos/as, duelos o pérdidas afectivas, procesos de separación y divorcio, cambios de residencia, incorporación de una nueva pareja (familias reconstituidas), etc.
- Para mejorar las relaciones familiares entre madres/padres e hijos/as, hermanos/as…
- Cuando los menores presentan problemas emocionales, sociales o de conducta.