Jordi Pla Cabedo

Hola. Yo por mi parte no me atrevo a decirte mucho. No me queda claro si se está medicando, si alguien le está llevando... tampoco sé del padre. Sí decirte que a veces demasiado cariño y apoyo ahoga. Habría que ver como es eso, en qué se traduce, a veces a esas edades es necesario y difícil guiarse desde el DESEO propio, y más si eso no se ha desarrollado antes. A veces nos movemos más por el deseo del otro, y ahí, en momentos clave de nuestra biografía entramos en crisis, porque al inicio o por la mitad de un camino nos damos cuenta de que quizás ese camino no lo hemos emprendido desde lo que nosotros queríamos. Habría que revisar todo eso con tu hijo y quizás también contigo. Si te resuena de alguna manera algo de todo esto puedes ponerte en contacto conmigo. Estoy a tu disposición. Un abrazo y recuerda, Lo que necesita un pájaro para echarse a volar es suficiente espacio para desplegar sus alas.

Bueno, ya ves que hay un amplio abanico de enfoques en psicoterapia, cada cual con su teoría, su método, sus técnicas y sus limitaciones. Como dicen algun@s compañer@s más arriba no se trata sólo de eso, sino del terapeuta. Creo que es un buen terapeuta es aquel que un 70% escucha y un 30% pregunta lo acertado en el momento adecuado. Y por supuesto que haya comprendido e integrado en sus propias carnes su propio proceso y lo que aplica. Es decir, que haya conocido el territorio más allá del mapa, y que no obstante, tenga un buen mapa. La terapia Cognitivo-Conductual precisamente, por su enfoque médico, se relaciona con trastornos mentales, con diagnósticos, con baterías de tests y los tratamientos correspondientes... pero es de las pocas en que sus profesionales pueden ejercer sin pasar ellos mismos por ningún proceso terapéutico. Hay otras nuevas propuestas “milagrosas” que “curan” sin que apenas haya un proceso. Se puede cambiar de terapeuta y también de psiquiatra. A un psiquiatra le pido lo mismo que a un terapeuta. Saber escuchar, tener un buen mapa y haber hecho su propio proceso. Yo sólo derivo a psiquiatras que cumplen esos requisitos y es un alivio y un placer trabajar en coordinación con ellos. Para buscar un buen terapeuta hay un método que no falla: el boca a boca.