Cari Lora Martínez

En el centro nos ocupamos por la situación particular de cada persona ofreciendo tratamientos de tipo psicológico/neuropsicológico individualizados. Por ello, se adaptan las tarifas al panorama socio-económico actual, incorporando una tarifa especial para aquellas personas que se encuentran en situación actual de desempleo.

Durante la etapa adolescente se da una serie de cambios físicos y emocionales que , muchas veces, ni ellos mismos son conscientes. El malestar interno que puede experimentar el adolescente en su pérdida y a su vez búsqueda de identidad, genera casos de inseguridad emocional, que pueden derivar en ansiedad, depresión, trastornos de alimentación y depresión, entre otros.

oTrastorno obsesivo compulsivo: personas que presentan obsesiones y compulsiones. Las obsesiones se caracterizar por ser ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido. Las compulsiones son conductas repetitivas y aparentemente finalistas, que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada. El acto se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistir a la compulsión. Rituales más comunes son los de limpieza y orden.

o Ansiedad social: personas que sufren ansiedad ante las relaciones interpersonales, teniendo o no problemas de habilidades sociales. o Ataques de pánico: personas que sufren ansiedad extrema, teniendo sensación de pérdida de control, cursando o no con agorafobia. o Fobia específica: personas que tiene un miedo irracional a algo que socialmente no es considerado un peligro. o Agorafobia: miedo a los espacios abiertos, salir a la calle, creer que puede ocurrir algo. Tienen la tendencia a evitar lugares en los que creen que le puede ocurrir algo, como cines, teatros, restaurantes…En casos extremos pasan la mayor parte del día en casa, teniendo miedo extremo a salir a la calle. VISIÓN CATASTRÓFICA Y ANSIEDAD Y si cometo un error? Y si me da un ataque de ansiedad y tengo un accidente? Y si hago esto o aquello y me sale mal? Y si no puedo enfrentarme a la situación? Y si me da un ataque de nervios y la gente me lo nota? Y si me vuelve a dejar? Y si no lo consigo? Y si nunca vuelvo a ser feliz? Y si nunca encontraré a una persona igual? Y si me rechaza? Y si me engaña? Y si suspendo? Y si enfermo..? Y si y si y si..¿? ¿Por qué la anticipación negativa es un pensamiento irracional? -La ansiedad, preocupación, temor o nerviosismo intenso no solo nos impide ver de forma objetiva si ese "riesgo" es real o está exagerado, sino que nos impide ser eficaz en prevenir o enfrentarnos a un hecho real. -Algunos hechos muy temidos son inevitables, como una enfermedad seria y la muerte al final de nuestros días, y nada ni incluso la preocupación por ello, evitará que ocurra. Lo mejor será aceptar la realidad tal y como es. -El preocuparse mucho ante la posibilidad de que algo terrible ocurra, no sólo no evita que suceda, sino que a menudo contribuye a su aparición. ACTITUDES RACIONALES ANTE LA POSIBILIDAD DE PELIGRO: Comprende que el origen de la mayoría de las preocupaciones no las causan los peligros externos, sino la manera que tenemos nosotros de interpretarlos. Analiza tus frases catastrofistas y cámbialas por una más realista: "¿No sería terrible y espantoso si esto tan peligroso ocurre?", por: “El que este hecho peligroso ocurra sería algo molesto, pero no sería terrible y podría hacerle frente”. Exponerse a las situaciones temidas para demostrarse a sí mismo que no hay nada negativo en ello: viajar en avión, hablar en público, expresar tus puntos de vista, o defender tus derechos..etc. Si un miedo que ya se había superado con anterioridad reaparece, no te asustes, vuelve a confrontarlos para erradicarlos una vez más y afrontarlos adecuadamente. Vivimos en constante aprendizaje. En lugar de estar siempre en el futuro sumergido en los "mira que si, y si pasa..." comprende que de momento el ser humano no tiene la capacidad de irse hacia adelante, pero si de vivir cada momento presente.

La infancia y la adolescencia son etapas especialmente vulnerables debido a los múltiples cambios. ¿Sabías que la mitad de los trastornos mentales de la edad adulta se desarrollan antes de los 18 años? . Sabemos que en la pandemia los menores presentaron menor frecuencia de contagio que los adultos, y aquellos que se contagiaron fueron asintomáticos en su mayoría. También, hemos visto que en general, han tenido una capacidad de adaptación a la nueva situación mayor que muchos adultos. Sin duda, nos han dado una lección. No obstante, no podemos suponer que los niños tienen que estar siempre bien. Son un colectivo vulnerable: Alteraron sus rutinas, horarios, patrones de sueño, alimentación, actividad física, sufrieron el impacto de las noticias y medios de comunicación, la incertidumbre por el futuro, contagios familiares, pérdidas de contacto de amigos o seres queridos, los problemas laborales o la dificultad económica de los padres. . Estos síntomas psicológicos y cambios de comportamiento explicados en el post, se consideran reacciones adaptativas y naturales dada la situación. Paulatinamente, se irán adaptando a la nueva situación y los síntomas irán remitiendo. Sin embargo, en caso de persistir en el tiempo, es conveniente que los padres y cuidadores consulten con un especialista. ‍Sabemos que los niños manifiestan y exteriorizan lo que sienten de forma diferente a los adultos, por eso, son el colectivo silencioso. Nosotros, los adultos, tenemos que empezar a escucharlos. RECUERDA VÁLIDA sus emociones y opiniones SIN JUZGAR: la capacidad de autorregulación emocional se desarrolla de forma saludable en entornos seguros donde el menor siente la libertad de expresar cómo está, qué opina y qué necesita sin miedo a rechazos o represalias. Sin duda, para que todo esto se dé, es importante el cuidado de la SALUD MENTAL DE LOS PADRES.

o Trastorno de la Personalidad Dependiente: personas que presentan necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado, y miedo a la separación, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta.

Vivimos en un mundo lleno de estrés, prisas y agobios, sobre todo en estos tiempos que vamos con el piloto automático allá a donde vayamos. Es importante parar de vez en cuando, escucharnos y ver cómo estamos, cómo nos sentimos y qué necesitamos. La relajación progresiva de Jacobson es una técnica fisiológica orientada hacia el descanso por medio de una relajación muscular intensa. Este método supone un entrenamiento que favorece el reposo de manera realmente efectiva. Cuando una persona padece estrés inmediatamente se activa la rama simpática de su sistema nervioso autónomo, el cual prepara al individuo para la acción. Es decir, la relajación progresiva es la encargada de activar la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo. O lo que es lo mismo, aquella parte que se encarga del descanso después del esfuerzo y del reposo.

o Hipocondría: personas que presentan una preocupación por padecer o contraer una enfermedad grave. No existen síntomas somáticos o, si están presentes, son únicamente leves. Si existe otra afección médica o un riesgo elevado de presentar una afección médica (p. ej., antecedentes familiares importantes), la preocupación es claramente excesiva o desproporcionada.

o Trastorno bipolar: personas con episodios depresivos y maníacos (eufóricos). Síntomas maníacos: problemas en el sueño, involucración en planes, irritabilidad, verborrea, estado de ánimo eufórico.

o Trastorno de la Personalidad Límite (Trastorno de la Intensidad emocional): personas que presentan un patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos.

Problemas de alimentación: o Bulimia: personas que realizan una ingestión, en un periodo determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar en circunstancias parecidas. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que no se puede dejar de comer o controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere). Comportamientos compensatorios tras las ingestas. Como deporte excesivo, purgas, uso de laxantes. •Trastorno por atracón: Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos siguientes: - Ingestión, en un periodo determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar en circunstancias parecidas. - Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que no se puede dejar de comer o no se puede controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere.

o Insomnio: personas que presentan problemas en la conciliación y/o mantenimiento del sueño.

El balance de la autoestima . La integridad personal consiste en la integración de ideales, convicciones, normas, creencias, por una parte, y la conducta, por otra. Cuando nuestra conducta es congruente con nuestros valores declarados, tenemos integridad. Por el contrario, cuando nos comportamos de una manera que entra en conflicto con nuestro criterio acerca de lo que es adecuado, no estamos siendo sinceros con nosotros mismos. Y si esa conducta se vuelve habitual, dejamos de confiar de quienes somos y dañamos nuestra autoestima. . Aquí os dejo otros elementos que componen la autoestima: Sentimiento de autorrealización y satisfacción personal. Vivir conscientemente en el presente “conciencia plena”. Reconocer nuestras capacidades y aceptar nuestras limitaciones. Aceptarse uno mismo persiguiendo el crecimiento personal. Reconocer los errores y aprender de ellos. Ser consciente de que no se puede controlar todo. Asumir las propias responsabilidades, dejar de culpar a los demás y apartarse de aquello que no está bajo nuestro control y no depende de nosotros. Saber poner límites y decir NO. Dar cabida a la frustración como parte de la vida. Dejar de buscar la perfección y las soluciones perfectas. Buscar la autenticidad y honestidad con uno mismo. Ser asertivo. Vivir con propósito (sueño, metas, ilusiones..) y llevar un plan de acción. Relativizar la opinión de los demás, ser conscientes de que no podemos buscar la aprobación y la aceptación de todos. Práctica de la gratitud.

Permite ahorrar tiempo y dinero por desplazamientos de terapeuta y paciente, favoreciendo asimismo una mayor flexibilidad en las agendas de cada uno.

Durante la etapa adolescente se da una serie de cambios físicos y emocionales que , muchas veces, ni ellos mismos son conscientes. El malestar interno que puede experimentar el adolescente en su pérdida y a su vez búsqueda de identidad, genera casos de inseguridad emocional, que pueden derivar en ansiedad, depresión, trastornos de alimentación y depresión, entre otros.

o Trastorno obsesivo compulsivo: personas que presentan obsesiones y compulsiones. Las obsesiones se caracterizar por ser ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido. Las compulsiones son conductas repetitivas y aparentemente finalistas, que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada. El acto se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistir a la compulsión. Rituales más comunes son los de limpieza y orden.

La infancia y la adolescencia son etapas especialmente vulnerables debido a los múltiples cambios. ¿Sabías que la mitad de los trastornos mentales de la edad adulta se desarrollan antes de los 18 años? . Sabemos que en la pandemia los menores presentaron menor frecuencia de contagio que los adultos, y aquellos que se contagiaron fueron asintomáticos en su mayoría. También, hemos visto que en general, han tenido una capacidad de adaptación a la nueva situación mayor que muchos adultos. Sin duda, nos han dado una lección. No obstante, no podemos suponer que los niños tienen que estar siempre bien. Son un colectivo vulnerable: Alteraron sus rutinas, horarios, patrones de sueño, alimentación, actividad física, sufrieron el impacto de las noticias y medios de comunicación, la incertidumbre por el futuro, contagios familiares, pérdidas de contacto de amigos o seres queridos, los problemas laborales o la dificultad económica de los padres. . Estos síntomas psicológicos y cambios de comportamiento explicados en el post, se consideran reacciones adaptativas y naturales dada la situación. Paulatinamente, se irán adaptando a la nueva situación y los síntomas irán remitiendo. Sin embargo, en caso de persistir en el tiempo, es conveniente que los padres y cuidadores consulten con un especialista. ‍Sabemos que los niños manifiestan y exteriorizan lo que sienten de forma diferente a los adultos, por eso, son el colectivo silencioso. Nosotros, los adultos, tenemos que empezar a escucharlos. RECUERDA VÁLIDA sus emociones y opiniones SIN JUZGAR: la capacidad de autorregulación emocional se desarrolla de forma saludable en entornos seguros donde el menor siente la libertad de expresar cómo está, qué opina y qué necesita sin miedo a rechazos o represalias. Sin duda, para que todo esto se dé, es importante el cuidado de la SALUD MENTAL DE LOS PADRES.

o Trastorno de la Personalidad Dependiente: personas que presentan necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado, y miedo a la separación, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta.

o Hipocondría: personas que presentan una preocupación por padecer o contraer una enfermedad grave. No existen síntomas somáticos o, si están presentes, son únicamente leves. Si existe otra afección médica o un riesgo elevado de presentar una afección médica (p. ej., antecedentes familiares importantes), la preocupación es claramente excesiva o desproporcionada.

oTrastorno de la Personalidad Límite (Trastorno de la Intensidad emocional): personas que presentan un patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos.

Problemas de alimentación: o Bulimia: personas que realizan una ingestión, en un periodo determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar en circunstancias parecidas. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que no se puede dejar de comer o controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere). Comportamientos compensatorios tras las ingestas. Como deporte excesivo, purgas, uso de laxantes. •Trastorno por atracón: Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos siguientes: - Ingestión, en un periodo determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar en circunstancias parecidas. - Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que no se puede dejar de comer o no se puede controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere.

o Insomnio: personas que presentan problemas en la conciliación y/o mantenimiento del sueño.