Artículos 11 noviembre 2024

Zona de confort: qué es y cómo identificar si necesitas salir de ella

Rakel Villanueva Psicólogo, Psicólogo infantil
Rakel Villanueva
Psicólogo, Psicólogo infantil

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Las personas procuramos hacer siempre las mismas cosas porque nos da sensación de control y esto aporta seguridad. Al hacer siempre lo mismo se generan una serie de rutinas que nos llevan a permanecer en el mismo lugar, haciendo las mismas actividades, relacionándonos con la misma gente y, por tanto, viviendo siempre las mismas experiencias. Sin embargo, ese confort puede convertirse en incomodidad cuando percibimos que nuestras actividades ya no son tan enriquecedoras como lo eran al principio y nos sentimos insatisfechos porque sentimos que no avanzamos en la vida.

El malestar que sentimos en estas circunstancias es una señal de que deberíamos plantearnos cambios en nuestra vida que nos lleven a vivir nuevas experiencias y así poder disfrutar y desarrollarnos.

Zona de confort: que es

La zona de confort es un estado psicológico en el que la persona realiza siempre las mismas tareas, acciones y pensamientos para sentirse cómoda, evitando situaciones o proyectos que le generen presión. Es un espacio en el cual no se esfuerza ni arriesga pero tampoco se crece ni avanza. A pesar de que la persona que se encuentra en la zona de confort se siente tranquila y segura porque no experimenta miedo ni ansiedad, mantener las mismas rutinas y no asumir nuevos retos hace que su desarrollo personal se estanque, lo que puede provocar conformismo, apatía y desinterés general.

La zona de confort es un estado mental que se logra cuando una persona que realiza una actividad mantiene un buen nivel de rendimiento sin experimentar cambios en su nivel de ansiedad porque no siente que pueda existir algún peligro. Esta zona se alcanza cuando podemos realizar una acción sin sentir incertidumbre debido a que sabemos qué hacer para lograr un objetivo. No obstante, en esta zona la persona no se supera a sí misma debido a que no pone en práctica nuevas conductas que le permitan realizar nuevas tareas y mejorar su rendimiento.

La zona de confort se alcanza en distintas áreas de nuestra vida como la personal, social, académica, laboral o deportiva.

Es importante diferenciarla de otras dos zonas a las que podemos llegar:

  • Zona de aprendizaje. Es un estado en el que se produce un aumento en el nivel de rendimiento y se adquieren nuevas capacidades. Se logra al salir de la zona de confort y en ella se experimenta incertidumbre y cierto grado de ansiedad. Sin embargo, es beneficiosa porque incorporamos nuevos comportamientos y realizamos nuevas actividades, lo que nos llevaría, en último lugar, a ampliar la zona de confort.
  • Zona de peligro. Esta zona se alcanza al salir de la zona de aprendizaje, cuando el grado de incertidumbre y ansiedad son muy altos. Es nociva porque no se logra un rendimiento óptimo ni se adquieren nuevas capacidades debido al alto nivel de estrés que experimenta la persona.

Características de la zona de confort

Las siguientes características definen la zona de confort:

  • Segura. La persona identifica el espacio y se siente cómoda y tranquila para llevar a cabo su actividad.
  • Predecible. La persona conoce que va a suceder y cuáles serán las consecuencias de su comportamiento.
  • Rutinaria. Se lleva a cabo la misma actividad y de la misma manera.
  • Desmotivadora. La persona no se plantea nuevos retos.
  • Insatisfactoria. Al no haber desafíos, no se obtiene ningún logro.

Debido a esto, quienes se aferran a esta zona se caracterizan por estos pensamientos o comportamientos:

  • Nada afecta al estado actual. Ignoran todo lo que les pueda causar preocupación y confían en que así no ocurrirá nada malo.
  • No necesitan nuevas capacidades o destrezas. Creen tener todo lo que quieren de forma relativa.
  • Rechazan la amistad con personas que están fuera o salieron de su zona de confort. Si no piensan de la misma manera no son aceptados en su círculo social.
  • Toleran las limitaciones que tienen.
  • Desperdician oportunidades.
  • Nada puede mejorar. Son conformistas.
  • Creen haber logrado todo. Se limitan a la hora de innovar para mejorar o desarrollarse.
  • No importa que los años pasen. Aceptan que pensarán, dirán y harán lo mismo con el pasar de los años y todo estará bien en el futuro.
mujer pensativa sentada sofa planta verde No salir de la zona de confort nos limita las posibilidades de vivir algo nuevo.

Cómo saber que necesito salir de la zona de confort

Anteriormente, hemos definido la zona de confort como aquella zona en la que nos movemos libremente y sabemos que lo que hacemos nos asegura un resultado, esto genera un estado mental en el que la persona se siente tranquila y segura porque no se somete a presión ni riesgos. No obstante, el peligro de aferrarnos a esa seguridad es que puede llevarnos a un estancamiento que se convierta, incluso, en vacío o angustia.

A pesar de sentirnos cómodos con nuestra vida o circunstancias actuales, es importante reflexionar sobre si nos encontramos en un estado de progreso y desarrollo o si, por el contrario, estamos estancados. En este último caso, deberíamos conocer si estamos estancados por miedo a salir de lo conocido o si estamos en esta situación como resultado de una elección personal meditada. Es importante ser conscientes de las decisiones que tomamos y de los motivos que nos llevan a hacerlo, debemos reconocer cuando nos aferramos a no cambiar porque no queremos experimentar presión ni ansiedad y cuando se debe a una decisión consciente de afianzar conocimientos antes de asumir nuevos riesgos.

Cuando la zona de confort se vuelve disfuncional genera una serie de consecuencias y puede ser de ayuda conocer para decidir si debemos salir de ella:

  • Limita nuestro desarrollo. A pesar de los conocimientos y habilidades evita que avancemos y limita nuestro emprendimiento y desarrollo.
  • Impide que asumamos responsabilidades y riesgos. A nivel personal y profesional nos lleva a estancarnos o retroceder.
  • Distrae nuestra atención. Debido al rechazo a asumir riesgos o desafíos nos alejamos de metas que nos proporcionen satisfacción, nos separa de nuestros objetivos y sueños.
  • Desperdiciamos tiempo y oportunidades. Nos hace perder una época de nuestra vida y las oportunidades que se presentan en ella.
  • Perdemos la confianza. La falta de progreso nos puede hacer dudar de nuestras habilidades y virtudes. Observar como otros avanzan y nosotros no, puede afectar a nuestro rendimiento, autoestima y estado de ánimo.

Cómo salir de la zona de confort

Las siguientes acciones nos pueden ayudar a salir de nuestra zona de confort:

  • Identificar si hay miedos que nos bloquean. Conocerlos nos permite saber que nos limita y generar estrategias para poder gestionarlos.
  • Establecer metas. Determinar que áreas de nuestra vida necesitan un cambio.
  • Creer en nosotros mismos. Tenemos que creer que somos capaces de alcanzar esas metas.
  • Ser flexibles con los errores. Debemos alejarnos del perfeccionismo y elevar la tolerancia a la frustración.
  • Perder el miedo al ridículo. Atrevernos nos acerca a la posibilidad de éxito.
  • Ser creativos. Imaginar que deberíamos hacer para cambiar.
  • Estimularnos intelectualmente. Explorar nuevos temas y disciplinas.
  • Desarrollar las habilidades sociales. Debemos ser receptivos e interactuar con nuevas personas.
  • Buscar ayuda profesional. En el caso de que con nuestro propio esfuerzo no sea suficiente, acudir a un especialista puede ser la mejor opción para lograr nuestros objetivos. Las técnicas de psicoterapia nos ayudarán a determinar la razón por la que no nos atrevemos a vencer nuestros miedos y nos dotarán de estrategias y habilidades para aceptar los nuevos desafíos que surjan en nuestra vida así como la manera de alcanzarlos.

La zona de confort es un estado mental que nos aporta sensación de tranquilidad y comodidad, llegamos a ella manteniendo un estilo de vida que no genera complicaciones. Este patrón de conducta y pensamiento nos aleja de situaciones de incertidumbre y riesgo, lo que significa que el bienestar conseguido se obtiene de no experimentar emociones desagradables como el miedo o la ansiedad y no tanto de sentir emociones agradables como la satisfacción o el orgullo.

No salir de la zona de confort nos limita las posibilidades de vivir algo nuevo, puede convertirse en un obstáculo y limitación personal, debido a que perdemos la oportunidad de enfrentarnos a nuevos retos, tener nuevas experiencias o conocer a otras personas.

Cuando este estado mental se mantiene en el tiempo, puede provocar consecuencias negativas como la pérdida de motivación, el desgaste y la apatía.

Una buena forma de hacer frente y salir de esta zona es fijando objetivos para nuestra vida. Para lograr esto debemos identificar en qué punto estamos, si hay miedos que nos bloquean, tener metas realistas y ponerlas en práctica.

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