Los miomas uterinos son los tumores más frecuentes de la pelvis de las mujeres. Aproximadamente 3 de cada 4 mujeres de 50 años tienen o han tenido un mioma uterino.
Además de ser extraordinariamente frecuentes, estos tumores benignos pueden no dar ningún síntoma o pueden dar muchos síntomas a las mujeres que los portan. Además, como veremos, los tratamientos son múltiples, y muy distintos unos de otros. Por esto, tiene que ser un experto en la materia quien indique qué casos hay que tratar y de qué modo.
Como se originan en el músculo liso del útero siempre están alojados en el útero. Pero el útero es un órgano hueco, con capacidad de crecer y de alojar en su interior un embarazo. Dependiendo de la localización del mioma la indicación del tratamiento también será distinta.
Esta patología se conoce desde antiguo y durante muchos años, como aparecían y daban síntomas en mujeres que ya habían tenido todos los hijos que querían tener, generalmente se solucionaba quitando el útero de la paciente. Hoy la vida ha cambiando mucho, la maternidad se ha retrasado mucho y estos miomas siguen apareciendo sin pedir permiso, así que ante un problema por resolver han aparecido nuevas técnicas que permiten su tratamiento intentando conservar el útero.
El concepto clásico es que los miomas se deben de tratar sólo cuando producen síntomas, pero hoy en día, las nuevas tecnologías, nos permiten tratar a pacientes que no tienen hoy problemas producidos por los miomas pero que creemos que tienen riesgo de tener problemas importantes o de ver comprometido su deseo de ser madres.
Voy a intentar hacer una descripción de los tratamientos actuales con la única finalidad de informar puesto que, para indicarlos, no hay criterios estrictos y es importante saber manejarlos todos, saber distinguirlos y saber cuál es el adecuado en cada caso.
Miomectomía: se trata de quitar el mioma sin quitar el útero y lesionándolo lo mínimo posible. No siempre se puede realizar, depende sobre todo del tamaño y de la localización del mioma. Y además la técnica también cambia según en qué lugar del útero esté localizado el mioma.
Histerectomía: en ocasiones, no se puede quitar sólo el mioma y es necesario quitar el útero entero, porque esto supone menos complicaciones para la paciente. Esto ocurre sobre todo en mujeres que ya no quieren tener hijos.
En los últimos años, la tecnología ha puesto a nuestro servicio métodos de tratamiento para los miomas que son menos agresivos que algunas cirugías y que permiten corregir los síntomas e incluso disminuir o hacer desaparecer los miomas uterinos.
Expuestas las diversas posibilidades de tratamiento, lo que está claro es que hay que individualizar cada caso y que no debemos de tratar miomas sino pacientes que tienen un mioma. No solo hay que tener en cuenta las características del mioma sino también los síntomas que produce y sobre todo el deseo de ser madre de la paciente. Ante cualquier sospecha no dudes en hablar con un ginecólogo.
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