El hombro congelado es una afección poco conocida que generalmente implica dolor sustancial, restricción de movimiento y discapacidad considerable. Aunque la función mejora con el tiempo, es posible que no se restablezca en todas las personas, en un rango completo y sin dolor. El hombro congelado también se conoce como capsulitis adhesiva; sin embargo, la evidencia de adherencias capsulares está refutada y podría decirse que este término aunque se utiliza debería desecharse.
En Japón y China el hombro congelado se conoce como el hombro de los cincuenta años. Esto refleja la edad media de aparición de la enfermedad. La nomenclatura múltiple utilizada para describir esta afección refleja una comprensión deficiente de la etiopatogenia de la enfermedad.
Por lo general, se describe que el hombro congelado pasa por tres etapas:
La duración media del hombro congelado es de 30,1 meses (rango 12-42 meses). Una fase de congelación más larga puede estar asociada con una fase de descongelación más larga.
No existe un “Gold Standard”, o prueba definitiva, para diagnosticar el hombro congelado. El diagnóstico se basa en 3 pilares:
Durante el examen clínico el/la profesional de la salud se encontrará con los siguientes hallazgos:
Una vez tengamos un buen diagnóstico, el hombro congelado pasará por las 3 fases antes citadas. Aunque podríamos abreviarlas en 2; más dolor que rigidez para pasar a una fase de más rigidez que dolor.
Desde un principio la educación al paciente es vital, el paciente debe conocer las fases por las que pasará y la duración media de la recuperación. A continuación intentaré sintetizar las estrategias, con mayor evidencia, que el paciente tiene a la hora de tratar el hombro congelado.
El dolor y la restricción del movimiento que caracterizan al hombro congelado se asocian típicamente con una discapacidad sustancial. Aunque la afección mejora con el tiempo, es posible que no en todas las personas se restablezca el rango de movimiento completo y libre de dolor.
Además, es probable que la mayoría de las personas que padecen hombro congelado prefieran solucionarlo, si es posible, antes que el promedio de 30,1 meses. La evolución de la patología es lenta y el tratamiento puede ser doloroso en primera instancia, pero es de vital importancia empezar a trabajar cuanto antes junto a un buen equipo de traumatología y fisioterapia. No dudes en pedir cita con un fisioterapeuta para que te pueda ayudar. También puedes consultar nuestra guía para una rápida recuperación del hombro congelado.
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