Artículos 12 septiembre 2023

Trastorno por atracón: reconstruyendo una relación saludable con la comida

Margarita Bonamusa Miralles Psicólogo
Margarita Bonamusa Miralles
Psicólogo

En España, existen actualmente 400.000 casos de personas diagnosticadas con algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA) y se espera que se incremente un 15% en los próximos 12 años, según los datos de la Fundación Fita. Los trastornos de la conducta alimentaria, son un trastorno mental que está presente sobre todo en pacientes jóvenes, ya que representan el 90% de los casos, y más en mujeres, aunque los hombres también lo padecen, según datos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge. No obstante, existen distintos tipos que van desde la anorexia nerviosa, a la bulimia hasta el trastorno por atracón.

Cuando hablamos de TCA, que además se han multiplicado en la pandemia, es común pensar en la anorexia y la bulimia, dado que son los trastornos más conocidos. Lo cierto es que existen otras muchas afecciones relacionadas con problemas con la comida. Un tipo de TCA cada vez más frecuente es el trastorno por atracón, que conviene conocer para saber identificarlo y tratarlo en consecuencia.

Qué es el trastorno por atracón

El trastorno por atracón es un trastorno de la conducta alimentaria cuya característica principal es la ingesta de manera compulsiva de una gran cantidad de alimentos en un periodo corto de tiempo – no más de dos horas- hasta que la persona se siente llena. Quien padece trastorno por atracón come una cantidad exagerada de alimentos, sin masticarlos ni saborearlos, sin importar si tiene hambre o no, y al que no le siguen conductas purgativas compensatorias. Cuando la persona está en pleno atracón, siente que no puede controlarlo, su peso se va incrementando rápidamente, padeciendo la gran mayoría de obesidad. Este exceso de peso les avergüenza y les hace sentirse muy desgraciados, con sentimientos de culpabilidad y ansiedad.

Este comportamiento no se da cada día, ni en las comidas diarias, sino que responde a unos momentos puntuales donde la persona se siente más vulnerable (ansiedad, tristeza, culpabilidad, miedo etc.) y necesita apoyo emocional, que no pide. El atracón no tiene que ver con el hambre física sino con el hambre emocional. De hecho, responde a una necesidad psicológica de sentirse bien y a una incapacidad para lidiar con las emociones negativas que te causan estrés. Estos pacientes también son llamados comedores compulsivos o adictos a la comida, y viven su exceso de peso con vergüenza y ansiedad.

Síntomas del trastorno por atracón

De acuerdo con Rosa Calvo Sagardoy (Hospital Universitario de Santa Cristina, Madrid) y autora del documento base “trastornos de la conducta alimentaria”, los síntomas y complicaciones más graves incluyen:

  • Incremento de peso.
  • Fluctuaciones de peso.
  • Obesidad, pérdida de control ante la comida.
  • Baja autoestima.
  • Ansiedad.
  • Depresión.
  • Pérdida de deseo sexual.
  • Pensamientos suicidas.
  • Sentimientos de vergüenza.
  • Culpa.
  • Rechazo hacia sí mismo.
  • Ocultamiento de comida.
  • Realización de dietas.
  • Evitación de situaciones sociales.
  • Comer en secreto.

A diferencia de una persona con bulimia, después de un atracón la persona no suele vomitar, ni usar laxantes, ni hacer ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales que se han ingerido. La gravedad del trastorno por atracones se determina a través de la frecuencia de los episodios durante una semana.

Causas del trastorno por atracón

Se desconocen las causas del trastorno por atracones y purgas. Sin embargo, la genética, los factores biológicos, las dietas prolongadas y los problemas psicológicos aumentan el riesgo.

mujer gafas comiendo pasta cafeteria Los objetivos del tratamiento del trastorno por atracón son reducir los atracones y lograr hábitos de alimentación saludables.

Factores de riesgo

Estos son algunos de los factores que según una mayoría de expertos pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de apetito desenfrenado:

  • Antecedentes familiares. Es mucho más probable que padezcas un desorden alimenticio si tus padres o hermanos tienen (o tuvieron) algún desorden alimenticio. Esto puede indicar que la herencia genética aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios.
  • Dieta. Muchas personas con trastorno de apetito desenfrenado tienen antecedentes de haber hecho dietas. Hacer dietas o restringir las calorías durante el día puede provocar una necesidad de comer en exceso, en especial si tienes síntomas de depresión.
  • Problemas psicológicos. Muchas personas que tienen trastorno de apetito desenfrenado tienen una mirada negativa de ellas mismas y de sus habilidades y logros. Los desencadenantes de los atracones pueden incluir el estrés, una mala imagen corporal propia y la disponibilidad de las comidas preferidas.

Cuál es el tratamiento para el trastorno por atracón

Los objetivos del tratamiento del trastorno por atracón son reducir los atracones y lograr hábitos de alimentación saludables. Debido a que los atracones pueden estar muy entrelazados con la vergüenza, la baja autoestima, la mala imagen personal y otras emociones negativas, el tratamiento también debe enfocarse hacia estos temas y hacia cualquier otro problema de salud mental, como la ansiedad y la depresión.

Habitualmente, el tratamiento de los TCAs son duales: psicoterapia y medicación, sin ingreso hospitalario. Cuando existe un riesgo evidente para la salud de la persona, por su obesidad y los factores de riesgo asociados a ello, se propone una alternativa que conlleva el ingreso hospitalario por un periodo de tiempo determinado.

Psicoterapia

Ya sea en sesiones individuales o grupales, la psicoterapia puede ayudarte a cambiar los hábitos poco saludables por hábitos saludables y a reducir los episodios de atracones. Los ejemplos de psicoterapia que actualmente se utilizan son:

  • Terapia cognitivo-conductual. La terapia cognitivo-conductual enfoca su intervención sobre el proceso cognitivo y asume que la conducta y las emociones están determinadas en gran medida por la forma en la que la persona piensa. Las técnicas terapéuticas se diseñan para identificar, confrontar y corregir distorsiones cognitivas, y creencias disfuncionales, que subyacen a las conductas patológicas y el inadecuado manejo de las emociones.
  • Terapia interpersonal. Este tipo de terapia se centra en tus relaciones con otras personas. El objetivo es mejorar tus habilidades interpersonales: cómo te relacionas con los demás, incluidos tus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Esto puede ayudar a reducir los episodios de atracones ocasionados por las relaciones problemáticas y las habilidades de comunicación poco saludables.
  • Terapia dialéctica conductual. Este tipo de terapia puede ayudarte a aprender habilidades conductuales que te ayudan a tolerar el estrés, regular tus emociones y mejorar tus relaciones con los demás; todo esto puede reducir el deseo de consumir en exceso.

Medicamentos

Por lo general, los medicamentos más utilizados son los antidepresivos, los ansiolíticos, un medicamento para el TDAH con hiperactividad (Vyvanse) que parece inhibe la sensación de apetito, y el Topiramato que es un anticonvulsivo pero con efectos inhibitorios del apetito.

Consejos para controlarlo

Si bien muchas veces no nos damos cuenta que tenemos un problema con nuestra relación con la comida hasta que es tarde y ya tenemos un TCA, podemos salir de ello buscando ayuda profesional. Sin embargo, si sospechamos que podemos tener algún problema, pero nada serio, os propongo que hagáis lo siguiente:

  • Auto-observación de mis patrones alimentarios durante una semana. ¿Como 5 veces al día?, ¿siempre a la misma hora?, ¿comida saludable?, ¿pico entre medias?, ¿busco comer cuando estoy triste?, ¿pienso constantemente en la comida y lo que comeré ese mismo día?
  • Hacerme un menú semanal y ajustarme a él. Evitar las transgresiones diarias, no hay excusas.
  • Rutina de ejercicio semanal, mens sana in corpore sano.
  • Pido la opinión a mi familia, a mis amigas, a mis personas queridas sobre mi peso. Escucho atentamente.
  • Me miro al espejo y me gusto. Si no es así, apunto en un papel lo que no me gusta y lo comparto con alguien de confianza.
  • Socializar de manera habitual, priorizar las actividades sociales antes que quedarse en casa sola.

Si os cuesta llevar a cabo más de 3 de estos consejos, os sugiero que acudáis a un psicólogo que os pueda ayudar porque posiblemente podemos estar delante de un TCA incipiente. Más vale prevenir que curar, ya que los problemas alimentarios pueden pasar encubiertos durante mucho tiempo, como la realización de dietas recurrentes o el no buscar ayuda para perder peso.

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