Trastorno de la personalidad narcisista: tratamientos

El narcisismo es un término que actualmente se emplea a nivel popular para referirse a personas egocéntricas y sin empatía. Con cierta frecuencia en las redes o en los medios de comunicación aparece información en la que se da claves para detectar a un/a narcisista, y formas de protegerse de las personas “narcisistas”. De la forma que se emplea el término a nivel social no se corresponde con el término psicológico, en el ámbito clínico estamos ante un trastorno de la personalidad, en concreto su denominación es Trastorno de Personalidad Narcisista (TPN), es una condición clínica en que las personas que lo sufren sobredimensionan sus logros y actitudes, tienen necesidad de ser admiradas, baja tolerancia a la frustración, y baja empatía.

Cómo se diagnostica el TPN

El principal problema para realizar un diagnóstico es la baja afluencia de las personas con TPN a terapia. Los narcisistas no acuden a consulta por las características propias del trastorno. Creen que son superiores, y quieren proteger su imagen, tienen falta de autoconciencia de los problemas que les causa su trastorno tanto a ellos, como a su entorno y tienen tendencia a culpabilizar a los demás de sus problemas, así como una extrema sensibilidad a la crítica.

Las personas con TPN intentan proteger su autoestima y como mecanismo de defensa utilizan la negación y la racionalización de sus problemas. Cuando una persona con TPN llega a consulta suele ser por problemas con la pareja, laborales o el entorno, y culpabilizan a los demás de las circunstancias que están viviendo.

Una vez acuden a consulta la evaluación clínica del TPN incluye entrevistas en donde se recoge la historia clínica, biográfica y social del paciente, así como las impresiones diagnósticas que se obtienen en dichas entrevistas. Durante las entrevistas, los psicólogos evalúan síntomas de la enfermedad como son la autoimportancia, la falta de empatía, la necesidad de ser admirados, de ser especiales, el sentido de tener derecho a un trato favorable con respecto a los demás, la tendencia a instrumentalizar al entorno, la envidia o actitudes arrogantes y soberbias.

A los pacientes se les pasa cuestionarios para evaluar su personalidad y determinar si tienen rasgos del trastorno, entre las herramientas que se pueden emplear estaría el Inventario de Personalidad Narcisista (NPI) y el Millon Clinical Multiaxial Inventory- III (MCMI-III) para medir cuantitativamente los rasgos narcisistas y comparar los síntomas del individuo con los de la población normotípica.

Con los cuestionarios y las entrevistas, historia clínica e impresiones que obtiene el psicólogo en las mismas, se puede determinar si estamos ante una persona con TPN.

Tratamientos para el trastorno de personalidad narcisista

El tratamiento puede ser complejo debido a la naturaleza del trastorno y la resistencia de los pacientes a aceptar que necesitan ayuda. El paciente tiene percepción distorsionada y magnificada de sí, lo que hace difícil que busquen cambios en su manera de actuar o posicionarse, tienen una falta de toma de conciencia de sus límites, y de que las dificultades que tienen se deben a las características de su trastorno.

Son extremadamente sensibles a la crítica, con lo que en la terapia se pueden dar situaciones en las que tengan una actitud defensiva o de ira, dificultando el abordaje de problemas sensibles. El paciente a lo largo del proceso terapéutico puede querer manipular al terapeuta, e incluso rivalizar con el mismo.

En consulta se puede utilizar diferentes enfoques, con la terapia cognitivo-conductual (TCC) se busca identificar y cambiar los patrones de pensamiento distorsionados y los comportamientos problemáticos asociados con el TPN. La TCC ayuda a los pacientes a reconocer sus creencias grandiosas y expectativas irreales, y se les acompaña en el aprendizaje de desarrollar una visión más realista y equilibrada de sí mismos y de los demás. Se detecta sus distorsiones cognitivas, y magnificaciones, y se busca reencuadrar y redimensionar, para que su conducta y afectos sean más adaptativos.

El entrenamiento en habilidades sociales y de comunicación puede ayudar a los pacientes con TPN a mejorar sus interacciones con los demás, y a desarrollar relaciones más saludables y satisfactorias. La psicoeducación sobre el trastorno y sus efectos también puede ayudar a los pacientes a comprender mejor su condición, y a tomar medidas para gestionarla.

Trabajar la inteligencia emocional, la empatía, y la capacidad de ver las necesidades del otro, son temas para reforzar en terapia.

Si el paciente con TPN empieza a tomar conciencia de que su autoconcepto está deformado y engrandecido, pueden aparecer sentimientos de vergüenza y autocrítica, al sentirse menos de lo que esperaban ser. Con la terapia focalizada en la compasión (TFC), se puede ayudar a los pacientes a desarrollar una mayor autoaceptación y a disminuir los sentimientos de auto rechazo. Con este enfoque también trabajamos la compasión con el otro, que es una de las bases de la empatía.

La naturaleza de este trastorno complica el tratamiento, pero no implica que el paciente no pueda mejorar, y esto afectar positivamente tanto a la persona que sufre la condición clínica, como a su entorno. No dudes en hablar con un psicólogo si necesitas ayuda.

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