Artículos 10 octubre 2023

La importancia de la terapia durante y después del divorcio

Noelia Labordeta Herce Psicólogo
Noelia Labordeta Herce
Psicólogo

La terapia psicológica en pareja, no necesariamente debe de tratarse de una estrategia orientada a su rescate. Cuando se ha tomado la decisión de separación, es importante contar con la ayuda de un psicólogo profesional que pueda asistirnos a lo largo del proceso, con el fin de aportarnos mayor seguridad en las decisiones, minimizar conflictos, y coordinar decisiones.

Asimismo, es igual de importante el acompañamiento profesional tras la separación, para minimizar los daños emocionales causados, y conseguir así, un buen cierre de etapa.

Terapia de pareja antes y después de producirse un divorcio

Antes del divorcio

Los temas más comunes que se tratan a lo largo de las sesiones son:

  • Establecimiento de una buena comunicación en la pareja, lo que será la base para poder alcanzar acuerdos a todos los niveles.
  • Eliminación de pensamientos obsesivos y recurrentes de “recuperar el matrimonio”.
  • Eliminación de sentimientos de culpa, tanto propia como ajena, que alargan el proceso y dificultan el cierre.
  • Pautas para comunicar la separación a hijos, familiares, amistades…
  • Aceptación de la separación.
  • Establecimiento de un nuevo vínculo adaptado a la situación personal de cada pareja (si tienen hijos, trabajan juntos, han de convivir un tiempo…).
  • Trabajar la visión del divorcio no como un fracaso, sino como una nueva oportunidad.
  • Pautas para decidir la mejor opción de custodia en caso de hijos.
  • Mediación. El profesional ofrece un entorno “seguro” para ambos miembros de la pareja con el fin de ayudarles a alcanzar consensos y coordinar sus decisiones con un grado mínimo de conflicto.

Después del divorcio

Se trabajará para minimizar los daños emocionales tanto como persona, como padre/madre si es el caso. Los aspectos más frecuentes a trabajar son:

  • Falta de referentes a la hora de afrontar la vida sin pareja (actividades, círculo de amistades…). Se trabaja la incertidumbre y desorientación ante la nueva vida de manera individual.
  • Ansiedad o ideas de invalidación a la hora de criar a los hijos solo/a.
  • Superación de sentimientos de culpa y/o sensación de fracaso.
  • Autoestima.
  • Búsqueda de nuevos objetivos e incentivos.
  • Gestión de nuevos hábitos que favorezcan el equilibrio mental.
  • Desarrollo de habilidades sociales, para aumentar las relaciones y tiempo de ocio.
  • Trabajo de gestión emocional: ansiedad, tristeza, ira, miedo…
hombre sentado oficina psicologo terapia La separación conlleva un proceso psicológico y emocional, que no solo afecta a los miembros de la pareja sino a los hijos y al bienestar de toda la familia.

Beneficios de acudir a terapia cuando te divorcias

¿En qué puntos te puede ayudar un profesional si te acompaña durante el proceso?

  • Aclarar puntos para tomar las mejores decisiones, dejando de lado las emociones negativas.
  • Contar con las herramientas para mejorar la comunicación a la hora de de negociar y llegar a acuerdos.
  • Cerrar el vínculo y modificarlo de la forma más saludable.
  • Cerrar la etapa en pareja con el menor daño posible para ti y tu entorno.
  • Conocer cómo comunicar la decisión de la mejor manera posible a menores.
  • Gestionar emocionalmente el proceso, para que se comience sin heridas en la nueva etapa.
  • Gestionar nuevos objetivos y metas individuales.
  • Gestionar ser padre/madre sin pareja.
  • Aumentar y rediseñar tu vida social.

Terapia familiar tras un divorcio

La terapia familiar en el proceso de divorcio, sirve para acompañar a todos los miembros de la familia a nivel emocional, además de favorecer la comprensión y la organización de la nueva estructura familiar. También ayuda a sentir mayor seguridad frente a una situación que da incertidumbre, respetando el deseo de separarse, pero promoviendo la salud familiar.

La separación conlleva un proceso psicológico y emocional, que no solo afecta a los miembros de la pareja sino a los hijos y al bienestar de toda la familia.

Los hijos, por un lado, se sienten confundidos y asustados ya que muchas veces no saben qué va a pasar con ellos, con sus padres y con su familia. Por otro lado, los padres también sienten temor por las consecuencias emocionales que pueden traer para ellos la separación y por el sufrimiento que pueden experimentar sus hijos. Hay veces que para los hijos la separación equivale a sentir que su familia se destruyó. Sin embargo, se trata en realidad de un cambio en la estructura de la familia, donde los miembros pasan por un proceso de adaptación.

Todas las áreas de la familia se mueven y a veces esto provoca que los hijos se sientan atrapados en posiciones o lugares que no les corresponden; otras veces los padres empiezan a buscar alianzas con los hijos. Esto pasa generalmente en las situaciones que se lleva el conflicto de la pareja a la familia, lo cual supone un constante conflicto para los hijos ya que sienten que deben tomar partido por alguno de sus padres. Incluir a los hijos en el conflicto los confunde, enoja y no les ayuda a tener una buena adaptación al cambio estructural de la familia.

Por todo lo anterior, resulta recomendable realizar terapia familiar en estas situaciones ya que es ahí donde se puede dar espacio a la familia para entender qué es lo que está pasando a cada miembro y cómo cada uno está viviendo esta situación. En este espacio es importante poder trabajar sobre la idea de que los miembros de la pareja dejan, en la práctica, de ser pareja pero no dejan de ser padres y lo que significa para cada uno eso. También es relevante elaborar las fantasías que puede tener cada miembro de la familia respecto al futuro de la familia.

También es común que los hijos sientan que la separación ha sido por su culpa, por lo que resulta importante aclarar esta cuestión para insistir en que ellos no son responsables de lo ocurrido y que el origen está en los conflictos de la pareja. Es importante aclarar que, aunque el proceso para todos va a ser doloroso, los hijos van a seguir recibiendo el amor y contención de sus padres. Para esto se necesita que sus padres puedan tener una buena comunicación.

Por todo lo mencionado anteriormente, resulta de vital importancia tanto para el bienestar familiar como individual el acompañamiento de un psicólogo en el momento previo y posterior al divorcio, para conseguir minimizar daños emocionales y adaptarse a la nueva estructura familiar de la manera más eficiente.

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