Suplementos nutricionales, ¿cuándo pueden ser necesarios?

La mejor forma de obtener todos los nutrientes que necesitamos es comer alimentos saludables de forma variada, equilibrada y suficiente, sin embargo, no siempre conseguimos ingestas adecuadas de todos los nutrientes.

Los suplementos nutricionales son compuestos formulados para complementar nuestra dieta proporcionando los nutrientes insuficientes o ausentes en nuestra alimentación diaria.

Los profesionales sanitarios deben de ser los encargados de recomendar suplementos nutricionales para suplir esas necesidades.

Características del consumo en España

Una encuesta realizada por la OCU en 2021 a más de 1000 consumidores, de edades comprendidas entre los 18 y 74 años, concluyó que 4 de cada 10 españoles toma suplementos, a veces sin supervisión profesional. El 42% de la población los toma y el porcentaje es mayor en mujeres. Los más frecuentes son los suplementos vitamínicos y minerales, los que aportan ácidos grasos esenciales, los probióticos y los suplementos proteicos. El 37% de los encuestados aseguraron haber aumentado el consumo desde la pandemia de la COVID. Aunque el 73% piensa que los suplementos deben de tomarse bajo la supervisión de un nutricionista, una cuarta parte los toma por su cuenta informándose a través de internet, amigos o familiares.

En la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética en 2023, se publicó un estudio transversal sobre el “uso de suplementos nutricionales y productos a base de extractos de plantas en población española” realizado por la Academia Española de Nutrición y Dietética, Fundación Mapfre y otros. Aporta los siguientes datos:

• El 75,1% de la población estudiada tomó algún suplemento durante el último año.
• El fomento y conservación de un buen estado de salud, el aumento del rendimiento deportivo y la prevención de enfermedades se describen como las razones principales para su consumo.
• Su eficacia fue percibida como leve y transitoria. Se consideran seguros.
• Los puntos de adquisición y los prescriptores dependen del tipo de producto. La autoprescripción es frecuente.
• Respecto a los productos más consumidos, según este estudio, tenemos las vitaminas, el calcio, los omega 3 y probióticos, seguidos por los productos para la pérdida de peso y los de extractos de plantas, como salvado, ginseng y levadura de cerveza.

Descripción y usos

Con pequeñas diferencias en la formulación y formas de comercialización (cápsulas, líquidos, polvos, gomas o barritas) en la mayoría de los casos están diseñados para suplir un déficit, es decir, nos aportan una sustancia que nuestro organismo no puede obtener de una alimentación adecuada, producir de forma natural o que no lo hace en las cantidades que necesita.

No son medicamentos, por lo que no pueden ser usados para curar o tratar una enfermedad, utilizándose para agregar nutrientes a la dieta o reducir el riesgo de desarrollar problemas de salud, nunca para sustituir una dieta saludable.

Al ser productos de venta libre, un gran número de españoles empiezan a tomar suplementos informándose a través de familiares, amigos o internet, sin la valoración y consejo de un profesional de la salud adecuadamente formado.

Para qué sirven y cuándo tomar suplementos

Algunos estudios sugieren las siguientes razones como más frecuentes para la toma de suplementación:

• Mejorar la salud o prevención de enfermedades.
• Adelgazar.
• Mejorar el rendimiento deportivo.
• Prevenir o restablecer deficiencias nutricionales (vitaminas y minerales).
• Ansiedad, estrés o insomnio.
• Mejorar la memoria.

Generalmente, salvo indicación del especialista, se recomienda tomar en periodos de varios meses intercalando periodos de descanso, siempre dependiendo de las carencias o deficiencias que pueda presentar el paciente. El momento del día y forma de consumo dependen del tipo de suplemento.

Se justifica su uso en determinados grupos de población, ciertas etapas de la vida o situaciones concretas de salud, por ejemplo, en el caso de mujeres embarazadas, personas con poco acceso a la luz solar y bajo consumo de productos lácteos enteros, personas vegetarianas, o con alteraciones metabólicas, o pacientes que tomen medicación crónica que les pueda causar algún déficit nutricional.

Los suplementos no están indicados en todas las personas. Cuidado especial deben de tener las personas celíacas, intolerantes a la lactosa, hipertensos, personas con problemas de tiroides, diabéticos, etc.

Aunque en general se excretan de forma adecuada hay que ser cuidadosos con la dosis. Si se toman en cantidades superiores a las recomendadas pueden resultar tóxicos especialmente para el hígado. Se han descrito problemas de distinta índole como los gastrointestinales producidos por la suplementación con vitamina C, hierro, niacina o antioxidantes. Además si quieres conocer el papel esencial de la educación nutricional en la sociedad moderna no dudes en consultar nuestra completa guía.

Suplementos más utilizados

• Multivitamínicos: son los suplementos de mayor consumo. Contienen una variedad de vitaminas y minerales esenciales para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Su sobredosificación no está exenta de riesgos.
• Ácido fólico, usado para la prevención de defectos del tubo neural (espina bífida) en el embarazo.
• Vitamina D: podemos producir suficiente vitamina D si nos exponemos al sol durante 15 a 30 minutos varias veces en semana, sin embargo, en personas mayores es posible que no se consiga. Importante para el sistema inmunológico y la salud ósea.
• Calcio: junto con la vitamina D ayuda a mantener los huesos fuertes y prevenir la osteoporosis. Se encuentra en la leche y los productos lácteos principalmente, Existen alimentos enriquecidos en calcio. También puede ser útil en la hipertensión.
• Cafeína: muy usada para mejorar el rendimiento deportivo.
• Hierro: muy útil para prevenir déficit y en estados carenciales (anemia).
• Vitamina B12: esencial para la función nerviosa y la producción de glóbulos rojos. Muy importante en vegetarianos o veganos, su fuente es principalmente animal.
• Condroitina y glucosamina: utilizadas en problemas articulares como la osteoartritis.
• Ácidos grasos esenciales beneficiosos para la salud del corazón, las articulaciones y el cerebro.
• Proteínas en polvo: de origen vegetal o animal, se usan para aumentar la ingesta de proteínas en personas con requerimientos especiales y deportistas. Su consumo está muy extendido entre personas que realizan actividad física intensa, este suele llegar a ser excesivo.
• Probióticos: contienen bacterias beneficiosas para el intestino, que pueden mejorar la salud digestiva. Útiles en deshidratación tras diarrea aguda o consumo de antibióticos. Continúan estudiándose otros usos.
• Coenzima Q10: ayuda a la producción de energía en las células y puede tener efectos antioxidantes.
• Productos usados en dietas de muy bajo valor calórico para la pérdida de peso. Deben de ser de obligado control médico ya que no están exentas de riesgos.
• Magnesio: estabilizador del estado de ánimo, usado en situaciones de estrés, fatiga y estreñimiento.

Podríamos citar otros muchos como colágeno, ginseng, equinácea, jalea real, levadura de cerveza… Cualquiera de ellos pueden ser beneficiosos en determinadas situaciones, pero además de aconsejarnos de un profesional a la hora de tomarlos, hemos de tener en cuenta que “su uso puede ser útil pero el abuso casi seguro que es perjudicial”.

Recomendaciones

• No los utilices con la intención de sustituir una dieta equilibrada.
• Si vas a tomar suplementos pregúntale a tu médico si realmente los necesita y, si son necesarios, déjate asesorar por un profesional especializado.
• Recuerda que tienen efectos adversos y comprueba que se pueden tomar con tu medicación.
• Informa a tu médico de los suplementos que estás tomando, especialmente si estás embarazada, toma anticoagulantes, tienes problemas hepáticos o renales, son para niños….
• Ten en cuenta que un suplemento que puede ayudar a tu vecino, amigo, familiar no tiene porqué ser bueno para ti.
• Informate valorando la fuente de información.
• Antes de comprar suplementos asegúrate de que los necesitas y que proceden de laboratorios certificados.

Recuerda que no todos los suplementos sirven para todo, ni son para todos. Todo lo que suene a demasiado bueno y útil para todo suele ser falso.

Siempre la mejor persona para asesorarnos de algo es un especialista en ese tema y en este caso sería un nutricionista formado en suplementación nutricional.

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