La hipocondría, trastorno de ansiedad por enfermedad o trastorno de somatización es un trastorno psicológico que se caracteriza por una excesiva y persistente preocupación por tener o llegar a desarrollar una enfermedad grave, a pesar de que no haya evidencia médica que respalde esta creencia.
Las personas con hipocondría tienden a interpretar de manera catastrófica cualquier síntoma o sensación física que experimentan, estando totalmente convencidos de que es un signo de una enfermedad difícil o terminal. Según el estudio de Fink, P. et al.: “Un diagnóstico nuevo de hipocondría determinado empíricamente”, podemos hablar de seis tipos de síntomas característicos de este trastorno:
Por cierto, es importante comentar que en 2013, el término “hipocondría” fue reemplazado por el de “trastorno de ansiedad por enfermedad” en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association, APA), que actualmente es la guía más utilizada por los profesionales de la salud mental para el diagnóstico de trastornos psicológicos.
A la hora de afrontar la hipocondría podemos hacerlo desde diferentes frentes; aunque debemos tener en cuenta que en la mayoría de las ocasiones es una combinación de ellas la terapia más efectiva para curar la ansiedad por enfermedad.
A continuación te voy a dejar las diferentes herramientas que los profesionales de la salud tenemos en cuenta para tratar esta trastorno:
Es el enfoque terapéutico más utilizado para tratar la hipocondría y el más eficaz según estudios realizados hasta la fecha como el de Concepción Fernández Rodríguez de la Universidad de Oviedo: “Tratamientos psicológicos eficaces para la hipocondría”. La TCC ayuda a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos o distorsionados que sustentan la preocupación excesiva por la salud, enseña habilidades para manejar la ansiedad y el estrés relacionados con los síntomas somáticos y ayuda al manejo de emociones al entender cómo los pensamientos influyen en estas.
Este enfoque implica enfrentar gradualmente las situaciones temidas relacionadas con la salud para desensibilizar la ansiedad asociada. La terapia de exposición puede ayudar a las personas a reducir sus evitaciones y confrontar sus miedos de manera más realista.
En algunos casos, los medicamentos como los antidepresivos o los ansiolíticos pueden ser recetados para ayudar a reducir los síntomas de ansiedad y mejorar el bienestar emocional. Estudios como el de Greeven, A. et al.: “Terapia cognitivo-conductual y paroxetina en el tratamiento de la hipocondría: un ensayo aleatorizado y controlado”, demuestran la eficacia tanto de la TCC como del uso de un antidepresivo (paroxetina en este caso).
La educación sobre la naturaleza de la hipocondría y cómo funciona puede ayudar a las personas a entender mejor sus síntomas y sentirse más empoderadas para enfrentarlos.
Contar con el apoyo de familiares, amigos o grupos de apoyo siempre es beneficioso para aquellos que se enfrentan a la hipocondría.
A la hora de tratar la hipocondría o de relacionarnos con una persona que padezca el trastorno, debemos de tener en cuenta una serie de consejos que nos pueden ayudar a gestionar los síntomas. Te dejo aquí algunas recomendaciones:
Como conclusión tenemos que destacar que la hipocondría es un trastorno de ansiedad y no es simplemente una preocupación común por la salud o una manía sin sentido. Recordemos que aquellos que sufren de hipocondría pueden experimentar un malestar emocional significativo debido a sus preocupaciones persistentes y desproporcionadas sobre la salud y las enfermedades.
Pero también hay que destacar que la hipocondría es una afección compleja que requiere atención y tratamiento adecuados y no quedarnos con las buenas intenciones y consejos que nos pueden dar las personas de nuestro círculo más cercano. Con la orientación de profesionales de la salud mental y un enfoque terapéutico adecuado, muchas personas acaban aprendiendo a manejar y reducir significativamente sus preocupaciones relacionadas con la salud, permitiéndoles llevar una vida más saludable y equilibrada.
Por tanto, no olvides acudir a un psicólogo si sientes que tienes este trastorno y quieres gestionarlo y tratarlo de la manera más profesional y efectiva. Sólo los profesionales tenemos herramientas que te ayudarán a superar tu problema.
Si quieres seguir informándote sobre este tema consulta nuestra guía para aprender a gestionar la hipocondría eficazmente.
Referencias:
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