Durante el embarazo el suelo pélvico puede percibir cambios, debido al aumento de volumen a lo largo de los 9 meses. El peso que soporta el suelo pélvico aumenta, generando cambios en la presión, elasticidad y postura.
Ya sabemos todos que el ejercicio es muy beneficioso en todas las etapas de la vida, pero aún para muchas personas, ejercicio y embarazo no son compatibles. Y esto no es así, cada vez se descubren más beneficios de la actividad física durante el embarazo, tanto para la madre como para el bebé.
Según las recomendaciones sobre actividad física (AF) de American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), aconseja al menos 30 minutos de actividad de intensidad moderada durante tres o cuatro días por semana, si no existen contraindicaciones médicas.
La OMS recomienda 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada, actividades de fortalecimiento muscular y estiramientos.
Así como se recomienda realizar actividad física en general, es muy importante también cuidar del suelo pélvico durante el embarazo.
Durante el embarazo pueden verse afectados los músculos del PERINÉ, y el parto también es un gran responsable. Pueden aparecer problemas de continencia urinaria o fecal, y empeorar la función de sostén de las vísceras como útero, vejiga o recto. Esto último podría ocasionar un prolapso.
En algunas ocasiones puede aparecer dolor pélvico de carácter neuropático o por alguna contractura muscular.
Si presentas estreñimiento, también debemos tenerlo en cuenta, ya que es un peso añadido, y la fuerza empleada en la mecánica defecatoria produce más presión. Al igual las fumadoras y las personas con obesidad pueden presentar más riesgos.
Las hormonas también juegan un papel importante, la relaxina secretada por la placenta, provoca que todos los tejidos se vuelvan más laxos, conduciendo a una mayor flexibilidad e inestabilidad.
Es importante acudir a un especialista de suelo pélvico para que lo valore y te aporte recomendaciones personalizadas.
Durante toda la gestación puedes acudir a tu fisioterapeuta de suelo pélvico para ir solventando molestias propias del embarazo, puede pautarte además ejercicios específicos, y alrededor de la semana 35 se suele empezar con los masajes perineales, los cuales aportan elasticidad al tejido de la vagina, para facilitar el parto.
Generalmente se recomiendan ejercicios de Kegel, pero no siempre se ejecutan correctamente. Un fisioterapeuta puede guiarte en si estás realizando bien o no la contracción del SP.
En una valoración se observa además, la respiración, la gestión de presiones intraabdominales, la sinergia del complejo abdomino-pélvico, también se tienen en cuenta antecedentes y los hábitos de vida.
Cada paciente necesitará ejercicios ajustados a su estado físico, pero los que solemos hacer son; ejercicios de fuerza moderada con bandas elásticas o pelotas de pilates, ejercicios de propiocepción sobre bases inestables como el tronco del método 5p, ejercicios de movilidad de cadera para favorecer el parto, ejercicios de control motor abdomino-pélvico, ejercicios posturales y ejercicios respiratorios específicos.
En definitiva, es importante que tengas en cuenta lo siguiente:
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