Claudia Castilla, Especialista Contenido Médico
El bruxismo es un trastorno que afecta a muchas personas en todo el mundo y se caracteriza por el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes. Este comportamiento puede darse tanto durante el día como durante la noche, y aunque en muchos casos puede resultar inofensivo, hay situaciones en las que puede tener consecuencias graves para la salud dental y general.
En este artículo, vamos a desarrollar los distintos síntomas del bruxismo y cómo identificar aquellos casos que requieren de atención médica. También analizaremos los diferentes tipos de bruxismo y los grados de severidad que pueden presentarse, así como sus efectos en caso de no ser tratados.
Los síntomas del bruxismo pueden variar de una persona a otra, pero hay algunos signos y señales comunes que pueden ayudarnos a identificar este trastorno. A continuación, desarrollaremos cada uno de ellos.
Existen dos tipos principales de bruxismo: el diurno y el nocturno. A continuación, explicaremos en qué consiste cada uno de ellos.
El bruxismo diurno es aquel que ocurre durante el día, mientras la persona está despierta. Aunque puede ser consciente de que está apretando los dientes, muchas veces se trata de un hábito involuntario, que puede estar relacionado con el estrés, la ansiedad o la concentración en alguna tarea.
El bruxismo nocturno, por otro lado, ocurre durante el sueño y es completamente involuntario. A menudo, la persona no es consciente de que tiene este problema hasta que alguien le informa o hasta que empieza a experimentar síntomas como el desgaste dental o el dolor en la mandíbula.
El bruxismo puede presentarse en diferentes grados de severidad, dependiendo de la frecuencia y la intensidad con la que la persona aprieta o rechina los dientes. A continuación, describiremos los distintos grados de bruxismo.
Bruxismo leve
El bruxismo leve es aquel que ocurre de forma ocasional y no suele tener efectos negativos en la salud dental o general de la persona. No obstante, es importante estar alerta a los posibles síntomas y buscar ayuda médica si estos empeoran.
Bruxismo moderado
El bruxismo moderado se caracteriza por la presencia de síntomas como el dolor en la mandíbula, el desgaste dental o el dolor de cabeza. Aunque estos síntomas pueden ser molestos, en general no son lo suficientemente graves como para causar daños permanentes en la salud dental.
Bruxismo severo
El bruxismo severo es aquel que causa síntomas intensos y persistentes, así como daños en los dientes, las encías y la articulación temporomandibular. En estos casos, es fundamental buscar ayuda médica para evitar consecuencias más graves.
Si el bruxismo severo no se trata adecuadamente, puede tener efectos negativos tanto en la salud dental como en la salud general de la persona. A continuación, enumeraremos algunos de estos efectos.
Es importante buscar ayuda médica si se sospecha que se sufre de bruxismo, especialmente en los casos en los que los síntomas son intensos o persistentes. Algunas situaciones en las que es fundamental acudir al médico incluyen:
El bruxismo es un trastorno común que puede tener efectos negativos en la salud dental y general si no se trata adecuadamente. Es importante estar atentos a los síntomas del bruxismo, como el dolor en la mandíbula, el desgaste dental o el dolor de cabeza, y buscar ayuda de un dentista en caso de que estos sean intensos o persistentes.
Existen diferentes tipos de bruxismo y grados de severidad, y es fundamental identificar aquellos casos que requieren de atención médica para evitar consecuencias más graves. En última instancia, el tratamiento del bruxismo puede mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas afectadas por este trastorno. Si quieres saber más formación sobre el bruxismo puedes consultar nuestra guía: Bruximo: todo lo que necesitar saber sobre esta condición dental.
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