Últimamente se escucha hablar muy a menudo en redes sociales y medios de comunicación sobre SIBO, despertando muchas dudas y confusión entre la población.
Por un lado, que se haya viralizado este tema tiene su lado positivo, y es que muchos pacientes con síntomas incapacitantes en el día a día que no han tenido respuesta por los médicos puede que encuentren un tratamiento y solución. Sin embargo, el lado negativo de esta alarma mediática es la alta tasa de autodiagnóstico sin supervisión profesional.
En este artículo veremos desde la evidencia científica y práctica clínica, qué es realmente SIBO, síntomas frecuentes, pruebas diagnósticas y los riesgos de auto diagnosticarse a través de las redes sociales.
Este concepto corresponde a las siglas en inglés de Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (Small Intestinal Bacterial Overgrowth) y consiste en la anómala y excesiva presencia de bacterias en el intestino delgado que deberían encontrarse en el intestino grueso, específicamente en el colon.
En condiciones normales el intestino delgado contiene cantidades relativamente pequeñas de bacterias gracias a la acción de:
Un déficit de éste, es decir, hipoclorhidria o aclorhidria, puede aumentar la colonización de bacterias.
Es la puerta que separa el intestino grueso del delgado, una alteración de esta válvula puede permitir la entrada de bacterias
Una disminución de la bilis impide la unión del páncreas con el intestino y que ayude en la absorción y digestión de los alimentos
Un enlentecimiento del complejo motor migratorio, es decir, ‘el basurero que limpia el intestino’, aumentará el riesgo de sobrecrecimiento de bacterias
Hoy en día existen 4 tipos de SIBO a clasificar según el tipo de gas asociado a unos síntomas. Sin embargo, hay tantos tipos como personas con SIBO, ya que en la práctica clínica podemos ver combinaciones de microbios con síntomas diferentes.
Las molestias de las personas afectadas son provocadas por la migración de las bacterias de su hábitat, el colon, hasta el intestino delgado. Los síntomas pueden clasificarse según la alteración que se cause:
Acumulación de gas:
Malabsorción por mucosas intestinales dañadas:
Permeabilidad intestinal:
El primer paso ante sospecha de sobrecrecimiento bacteriano es acudir a una visita médica para la orientación diagnóstica y solicitud de las pruebas adecuadas. Desde Doctoralia, te recomendamos solicitar ayuda a un digestólogo actualizado y/o especializado en SIBO.
La prueba principal es el test de aire aspirado con lactulosa o glucosa, ésta consiste en soplar a través de una boquilla para medir, en diferentes momentos a lo largo de 3-4 horas, la cantidad de hídrógeno y metano del aliento tras tomar 10 gramos de lactulosa o 75g de glucosa.
Se diagnostica SIBO ante una elevación de 20 ppm o más de hidrógeno (H2) o un aumento de 10 ppm o más en el caso del metano (CH4) respecto a los valores base.
Asimismo, para el correcto diagnóstico y tratamiento es importante tener muy en cuenta los síntomas descritos por la persona, el estado de salud, su contexto e indagar causa, el test debe ser una prueba complementaria.
El tratamiento consiste en 3 pilares, por un lado tratamiento con antibiótico o herbáceos, por otro el abordaje nutricional para adaptar la alimentación y terapia psicológica para la gestión del estrés:
Con el objetivo de corregir el sobrecrecimiento bacteriano y reestructurar el equilibrio de la microbiota se utilizan antibióticos de amplio espectro entre 7-14 días. En muchos casos se necesita varios ciclos, por lo que es recomendable usarlos a dosis mínimas efectivas y rotar fármacos para disminuir la posibilidad de resistencia.
Otra opción es utilizar productos herbáceos con actividad bacteriostática, antifúngica o antiviral, tanto solos como combinados. Por ejemplo: aceite de orégano, aceite de tomillo, berberina, canela, etc.
Además, es importante un tratamiento coadyuvante que trate la causa que ha provocado el SIBO. Por ejemplo:
Conjuntamente al tratamiento antibiótico o de herbáceos es recomendable ajustar la alimentación. En la práctica clínica la dieta más utilizada es la dieta baja en FODMAPS.
El objetivo de esta dieta es limitar el aporte de todos los azúcares fermentables para que la microbiota no pueda utilizarlos como energía. Es importante resaltar que debe ser llevada conjuntamente con tratamiento antibiótico o herbáceo, ya que por sí sola no solucionará el sobrecrecimiento bacteriano. Además, debe realizase un corto periodo de tiempo ya que la microbiota saludable tampoco tendrá alimento y puede verse afectada, por lo que es esencial un acompañamiento profesional especializado.
El estrés sostenido en el tiempo tiene implicaciones en nuestro organismo llegando a favorecer la proliferación de bacterias:
Por ello, es aconsejable replantearnos nuestro ritmo y estilo de vida, incorporando mayor contacto con la naturaleza, meditación, prácticas de atención plena y/o respiraciones conscientes.
Detrás de una coincidencia de síntomas, puede haber diferentes causas que necesitan tratamientos diferentes y que si no se atienden empeorarán. Por ejemplo: una celiaquía, una pancreatitis, hipotiroidismo, etc. Hay que tener claro que el SIBO no es una causa, sino una consecuencia de un desequilibrio del ecosistema digestivo. Es importante indagar la causa, que será diferente para cada persona.
Como mencionábamos anteriormente, es determinante hacerlo acompañados de un profesional especializado, y no hacer restricciones alimentarias que pueden conllevar más problemas que mejoras.
En la endometriosis, es característico que se formen adherencias, que son tejidos fibrosos que hacen que tejidos y órganos se peguen entre sí. Esto puede ocurrir a nivel intestinal, enlenteciendo el complejo migratorio motor que ocasiona un vaciado menor, y por tanto, un contexto proinflamatorio y mayor proliferación bacteriana. Asimismo, el contexto inflamatorio del SIBO también puede aumentar la proliferación de la endometriosis. Es por este motivo que la endometriosis y SIBO se dan conjuntamente tan a menudo.
Si tienes sospecha de SIBO, te recomendamos que contactes y asistas a la consulta de un nutricionista especializado y actualizado que te acompañe en tu caso desde la evidencia y experiencia clínica, no dejes tu salud en la confianza que te despierte el contenido de ningún influencer.
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