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Artículos 30 octubre 2023

Síndrome del sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO): qué es, síntomas y tratamiento

Jennifer Quirant Vicente Dietista Nutricionista
Jennifer Quirant Vicente
Dietista Nutricionista

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Últimamente se escucha hablar muy a menudo en redes sociales y medios de comunicación sobre SIBO, despertando muchas dudas y confusión entre la población.

Por un lado, que se haya viralizado este tema tiene su lado positivo, y es que muchos pacientes con síntomas incapacitantes en el día a día que no han tenido respuesta por los médicos puede que encuentren un tratamiento y solución. Sin embargo, el lado negativo de esta alarma mediática es la alta tasa de autodiagnóstico sin supervisión profesional.

En este artículo veremos desde la evidencia científica y práctica clínica, qué es realmente SIBO, síntomas frecuentes, pruebas diagnósticas y los riesgos de auto diagnosticarse a través de las redes sociales.

Qué es SIBO

Este concepto corresponde a las siglas en inglés de Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (Small Intestinal Bacterial Overgrowth) y consiste en la anómala y excesiva presencia de bacterias en el intestino delgado que deberían encontrarse en el intestino grueso, específicamente en el colon.

En condiciones normales el intestino delgado contiene cantidades relativamente pequeñas de bacterias gracias a la acción de:

El ácido gástrico

Un déficit de éste, es decir, hipoclorhidria o aclorhidria, puede aumentar la colonización de bacterias.

La válvula ileocecal

Es la puerta que separa el intestino grueso del delgado, una alteración de esta válvula puede permitir la entrada de bacterias

Las enzimas pancreáticas

Una disminución de la bilis impide la unión del páncreas con el intestino y que ayude en la absorción y digestión de los alimentos

La motilidad del intestino delgado

Un enlentecimiento del complejo motor migratorio, es decir, ‘el basurero que limpia el intestino’, aumentará el riesgo de sobrecrecimiento de bacterias

Tipos de SIBO

Hoy en día existen 4 tipos de SIBO a clasificar según el tipo de gas asociado a unos síntomas. Sin embargo, hay tantos tipos como personas con SIBO, ya que en la práctica clínica podemos ver combinaciones de microbios con síntomas diferentes.

  • SIBO de hidrógeno: se trata de un gas inocuo pero que en exceso puede dar proliferación excesiva de bacterias.
  • SIBO de metano, también llamado IMO: es un gas que se asocia a estreñimiento, hinchazón abdominal, gases sin olor y ruidosos. Este gas no es producido por bacterias sino arqueas.
  • SIBO de sulfuro de hidrógeno: este gas se asocia a diarrea o heces pastosas (o alternancia con estreñimiento), gases olorosos y no ruidosos.
  • SIBO fúngico, también llamado SIFO: hace referencia a un sobrecrecimiento de levaduras (por ejemplo, cándidas) en el intestino delgado.

Síntomas SIBO

Las molestias de las personas afectadas son provocadas por la migración de las bacterias de su hábitat, el colon, hasta el intestino delgado. Los síntomas pueden clasificarse según la alteración que se cause:

Acumulación de gas:

  • Hinchazón abdominal (frecuentemente el vientre recuerda a la barriga de una embarazada).
  • Dolor abdominal.
  • Flatulencia o meteorismo.
  • Eructos.
  • Acidez.
  • Tránsito intestinal alterado (estreñimiento o diarrea).

Malabsorción por mucosas intestinales dañadas:

  • Deficiencias nutricionales (las más frecuentes: vitamina B12, A, D, E y hierro).
  • Intolerancias alimentarias (lactosa, sorbitol, fructosa, histamina, gluten, etc.).
  • Astenia o cansancio significativo.
  • Pérdida de peso.
  • Falta de apetito o aversión por el malestar post comida.

Permeabilidad intestinal:

  • Al no atender y tratar los síntomas anteriores pueden romperse las uniones de las células del intestino causando permeabilidad, esto permite la entrada de cualquier sustancia, activa al sistema inmunitario causando inflamación sistémica y aumenta la probabilidad de aparición de enfermedades autoinmunes (Crohn, colitis ulcerosa, etc.).

Test SIBO

El primer paso ante sospecha de sobrecrecimiento bacteriano es acudir a una visita médica para la orientación diagnóstica y solicitud de las pruebas adecuadas. Desde Doctoralia, te recomendamos solicitar ayuda a un digestólogo actualizado y/o especializado en SIBO.

mujer joven tumbada sofa dolor estomago SIBO El SIBO no es una causa, sino una consecuencia de un desequilibrio del ecosistema digestivo.

¿Qué pruebas debo realizarme?

La prueba principal es el test de aire aspirado con lactulosa o glucosa, ésta consiste en soplar a través de una boquilla para medir, en diferentes momentos a lo largo de 3-4 horas, la cantidad de hídrógeno y metano del aliento tras tomar 10 gramos de lactulosa o 75g de glucosa.

Se diagnostica SIBO ante una elevación de 20 ppm o más de hidrógeno (H2) o un aumento de 10 ppm o más en el caso del metano (CH4) respecto a los valores base.

Asimismo, para el correcto diagnóstico y tratamiento es importante tener muy en cuenta los síntomas descritos por la persona, el estado de salud, su contexto e indagar causa, el test debe ser una prueba complementaria.

Tratamiento SIBO

El tratamiento consiste en 3 pilares, por un lado tratamiento con antibiótico o herbáceos, por otro el abordaje nutricional para adaptar la alimentación y terapia psicológica para la gestión del estrés:

1. Tratamiento antibiótico o herbáceos

Con el objetivo de corregir el sobrecrecimiento bacteriano y reestructurar el equilibrio de la microbiota se utilizan antibióticos de amplio espectro entre 7-14 días. En muchos casos se necesita varios ciclos, por lo que es recomendable usarlos a dosis mínimas efectivas y rotar fármacos para disminuir la posibilidad de resistencia.

Otra opción es utilizar productos herbáceos con actividad bacteriostática, antifúngica o antiviral, tanto solos como combinados. Por ejemplo: aceite de orégano, aceite de tomillo, berberina, canela, etc.

Además, es importante un tratamiento coadyuvante que trate la causa que ha provocado el SIBO. Por ejemplo:

  • Procinéticos, cuando el complejo motor migratorio o motilidad intestinal está afectada.
  • Enzimas digestivas, en caso de dispepsia.
  • Probióticos para restablecer el equilibrio de la microbiota.
  • Suplementación en caso de déficits nutricionales.

2. Abordaje nutricional

Conjuntamente al tratamiento antibiótico o de herbáceos es recomendable ajustar la alimentación. En la práctica clínica la dieta más utilizada es la dieta baja en FODMAPS.

El objetivo de esta dieta es limitar el aporte de todos los azúcares fermentables para que la microbiota no pueda utilizarlos como energía. Es importante resaltar que debe ser llevada conjuntamente con tratamiento antibiótico o herbáceo, ya que por sí sola no solucionará el sobrecrecimiento bacteriano. Además, debe realizase un corto periodo de tiempo ya que la microbiota saludable tampoco tendrá alimento y puede verse afectada, por lo que es esencial un acompañamiento profesional especializado.

3. Gestión del estrés

El estrés sostenido en el tiempo tiene implicaciones en nuestro organismo llegando a favorecer la proliferación de bacterias:

  • Disminuye el ácido clorhídrico del estómago.
  • Altera el sistema inmunitario.
  • El peristaltismo intestinal se ve afectado.

Por ello, es aconsejable replantearnos nuestro ritmo y estilo de vida, incorporando mayor contacto con la naturaleza, meditación, prácticas de atención plena y/o respiraciones conscientes.

Los riesgos de autodiagnosticarte

Detrás de una coincidencia de síntomas, puede haber diferentes causas que necesitan tratamientos diferentes y que si no se atienden empeorarán. Por ejemplo: una celiaquía, una pancreatitis, hipotiroidismo, etc. Hay que tener claro que el SIBO no es una causa, sino una consecuencia de un desequilibrio del ecosistema digestivo. Es importante indagar la causa, que será diferente para cada persona.

Como mencionábamos anteriormente, es determinante hacerlo acompañados de un profesional especializado, y no hacer restricciones alimentarias que pueden conllevar más problemas que mejoras.

Endometriosis y SIBO

En la endometriosis, es característico que se formen adherencias, que son tejidos fibrosos que hacen que tejidos y órganos se peguen entre sí. Esto puede ocurrir a nivel intestinal, enlenteciendo el complejo migratorio motor que ocasiona un vaciado menor, y por tanto, un contexto proinflamatorio y mayor proliferación bacteriana. Asimismo, el contexto inflamatorio del SIBO también puede aumentar la proliferación de la endometriosis. Es por este motivo que la endometriosis y SIBO se dan conjuntamente tan a menudo.

Si tienes sospecha de SIBO, te recomendamos que contactes y asistas a la consulta de un nutricionista especializado y actualizado que te acompañe en tu caso desde la evidencia y experiencia clínica, no dejes tu salud en la confianza que te despierte el contenido de ningún influencer.

Referencias
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  • McDowell Susan. (2023). Entendiendo el SIBO: El enigma del Sobrecrecimiento Bacteriano en Intestino Delgado
  • Ayón David. (2021). Vive bien con colon irritable: Una guía práctica para pacientes de colon irritable y SIBO (Círculo Rojo)
  • García-Orea Haro Blanca (2020). Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes: El intestino nuestro segundo cerebro (Grijalbo)
  • Quigley EMM. The Spectrum of Small Intestinal Bacterial Overgrowth (SIBO). Curr Gastroenterol Rep. 2019 Jan 15;21(1):3. doi: 10.1007/s11894-019-0671-z. PMID: 30645678.
  • Ruscio M. Is SIBO A Real Condition? Altern Ther Health Med. 2019 Sep;25(5):30-38. PMID: 31550680.
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