Artículos 28 octubre 2024

Salud mental y enfermedades digestivas: cómo están conectadas

Sonia Carina Gerometta Sotelo Psicólogo
Sonia Carina Gerometta Sotelo
Psicólogo

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En nuestro sistema digestivo, en particular en el intestino grueso se encuentra una colonia de microorganismos a los que hoy llamamos microbiota.

Se denomina microbiota al conjunto de millones de microorganismos que conviven de manera simbiótica en nuestro organismo. Este conjunto bacteriano, que se localiza principalmente en el tracto digestivo, se distribuye a lo largo de los diferentes órganos en función de las propiedades químicas. La microbiota colabora en varias funciones, como pueden ser el metabolismo o la inmunidad, ya que forman una muralla protectora natural en nuestro intestino grueso, donde protegen al resto del organismo y no dejan pasar a los organismos tóxicos al resto del cuerpo.

Cuando esta muralla no tiene la salud y fortaleza suficiente, es cuando empieza a ser defectuosa y permite el paso de microorganismos que pueden ser muy perjudiciales para nuestra salud y pueden originar diferentes patologías. Una microbiota sana es esencial para una buena salud.

¿Qué relación hay entre el sistema digestivo y la salud mental?

En los últimos años se ha puesto de relieve el papel bidireccional de la microbiota del tracto digestivo y del sistema nervioso central, es el denominado eje intestino-cerebro. En lo que a este eje se refiere, se cree que la comunicación se produce a través de tres vías: el nervio vago, la vía sistémica (mediante la liberación de hormonas, metabolitos y neurotransmisores) y el sistema inmune.

La comunicación de nuestro sistema digestivo-cerebral es bidireccional, lo que significa que puede nuestra microbiota afecta a nuestro cerebro y a la vez nuestro cerebro afecta a nuestra microbiota. Por esta razón la importancia de tener ambos sistemas en buena forma.

¿Cómo afecta la salud intestinal a la salud mental?

Como hemos dicho antes la relación es bidireccional, se afectan mutuamente. Por ejemplo; un estado de ansiedad o estrés prolongado activa una respuesta de cortisol elevado que dura más de lo normal en nuestro organismo y como consecuencia acaba inflamándonos y causando enfermedades físicas. Hay muchas investigaciones que hablan de la influencia en diferentes enfermedades neurológicas como Alzheimer o Parkinson entre muchas otras.

A su vez, un desequilibrio en nuestra microbiota afectará a nuestro estado de ánimo y a nuestra manera de afrontar una situación de estrés o ansiedad con éxito. Y puede provocar problemas relacionados con depresión y ansiedad. Muchos estudios científicos relacionan la microbiota con la depresión, y otros trastornos psicológicos. Incluso algunos profesionales de la salud están trabajando en el tratamiento de psicobióticos.

hombre sentado sofa hablando mujer psicologa salud mental Una sana microbiota ayudará a un mejor estado emocional en general.

Las emociones y el intestino

Sabemos que la creación de la serotonina en nuestro organismo sobre todo se localiza en el intestino, de esta manera al comunicarse con nuestro cerebro, este neurotransmisor nos ayuda con nuestro estado de ánimo y nos regula emocionalmente. También hay bacterias que están relacionadas con la depresión. Una sana microbiota ayudará a un mejor estado emocional en general. La microbiota no sería la única causa, pero si es una parte importante de nuestra salud mental.

La microbiota va variando a lo largo de nuestra vida, y puede estar afectada por nuestro estilo de vida, deporte, dieta, fármacos, etc.

Si tomamos la microbiota como una tierra fértil para nuestra salud general, física y mental, sería muy recomendable preocuparnos por aprender cómo mejorarla, qué estilos de vida nos pueden ayudar a tenerla equilibrada y funcional.

Algunas recomendaciones:

  • Dormir de forma adecuada.
  • Hacer deporte de forma habitual.
  • Minimizar los procesados de nuestra dieta e incorporar de forma variada y abundante frutas y verduras.
  • Gestionar el estrés diario y nuestra reacción a él.
  • No abusar de fármacos cuando no son necesarios.

Si quieres conocer más sobre las enfermedades digestivas puedes consultar nuestra guía: Bienestar digestivo: guía práctica para identificar y tratar enfermedades comunes.

Referencias
  • Fuente: Libro “Neurociencia del cuerpo. Cómo el organismo esculpe el cerebro”. Nazareth Castellanos.

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