Claudia Castilla, Especialista Contenido Médico
La apnea del sueño es un trastorno del sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo. Si alguna vez te has preguntado “¿cómo saber si tengo apnea del sueño?”, este artículo te proporcionará información valiosa sobre qué es la apnea del sueño, sus síntomas, grados de severidad, causas, factores de riesgo, diagnóstico y especialistas que tratan la apnea del sueño.
La apnea del sueño es un trastorno en el cual la respiración se interrumpe o se vuelve muy superficial durante el sueño. Estas interrupciones pueden durar desde unos pocos segundos hasta minutos y pueden ocurrir varias veces por hora. La palabra “apnea” significa “sin aliento” y se refiere a la falta de oxígeno que ocurre cuando una persona deja de respirar.
Hay tres tipos principales de apnea del sueño:
Apnea obstructiva del sueño (AOS): es el tipo más común de apnea del sueño y ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean parcial o completamente las vías respiratorias durante el sueño.
Apnea central del sueño (ACS): ocurre cuando el cerebro no envía las señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración.
Apnea mixta del sueño: también conocida como síndrome de apnea del sueño de tipo emergente, es una combinación de apnea obstructiva y central.
Los síntomas de la apnea del sueño pueden ser difíciles de identificar, ya que muchos de ellos ocurren durante el sueño y pueden pasar desapercibidos. Algunos de los síntomas comunes incluyen:
Ronquidos fuertes: si bien no todos los que roncan tienen apnea del sueño, los ronquidos fuertes y persistentes pueden ser un indicador de que las vías respiratorias están parcialmente bloqueadas.
Interrupciones en la respiración: puedes notar que dejas de respirar por momentos durante el sueño o que alguien que duerme contigo lo ha observado.
Despertar repentinamente con sensación de ahogo o asfixia: esto puede deberse a que tu cuerpo intenta reanudar la respiración después de una interrupción.
Somnolencia diurna: la falta de sueño de calidad puede provocar somnolencia excesiva durante el día, dificultad para concentrarse y problemas de memoria.
Insomnio: la apnea del sueño puede causar dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido.
Irritabilidad y cambios de humor: la falta de sueño de calidad puede tener un impacto negativo en el estado emocional.
La apnea del sueño se clasifica en función de la cantidad de veces que ocurren las interrupciones respiratorias por hora de sueño. Esto se mide usando el índice de apneas-hipopneas (IAH). Los grados de severidad de la apnea del sueño son:
Las causas de la apnea del sueño varían según el tipo de apnea. En el caso de la apnea obstructiva del sueño, las causas pueden incluir:
Obstrucción de las vías respiratorias: esto puede ser causado por factores anatómicos, como amígdalas grandes, un paladar blando grueso o una lengua grande.
Relajación excesiva de los músculos de la garganta: durante el sueño, los músculos de la garganta pueden relajarse y bloquear las vías respiratorias.
Obesidad: el exceso de grasa en el cuello puede ejercer presión sobre las vías respiratorias y dificultar la respiración.
En el caso de la apnea central del sueño, las causas pueden incluir:
Problemas en el cerebro: las señales del cerebro para controlar la respiración pueden verse afectadas por afecciones como el Parkinson, la esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.
Uso de medicamentos: algunos medicamentos, como los opiáceos, pueden interferir con la respiración normal durante el sueño.
Existen varios factores de riesgo para la apnea del sueño, que incluyen:
Si tienes alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es importante que consultes a un especialista en trastornos del sueño. Un diagnóstico preciso es fundamental para recibir el tratamiento adecuado.
El diagnóstico de la apnea del sueño comienza con una evaluación médica y un examen físico. El especialista en trastornos del sueño puede pedirte que completes un cuestionario sobre tus patrones de sueño y síntomas. También puede ser necesario realizar un estudio del sueño, que puede incluir lo siguiente:
Polisomnografía: este estudio implica la monitorización de la actividad cerebral, el ritmo cardíaco, la respiración y los movimientos durante el sueño. Se realiza en un laboratorio del sueño y es la herramienta de diagnóstico más precisa para la apnea del sueño.
Estudio de sueño en casa: este estudio implica el uso de un dispositivo portátil que mide la actividad cerebral, el ritmo cardíaco, la respiración y los movimientos durante el sueño. Es menos preciso que la polisomnografía, pero puede ser una buena opción para personas que no pueden asistir a un laboratorio del sueño.
El tratamiento de la apnea del sueño puede llevarlo a cabo por estos especialistas:
La apnea del sueño es un trastorno potencialmente grave que puede afectar significativamente la calidad de vida. Si tienes alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es importante que consultes a un especialista en trastornos del sueño para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
El tratamiento de la apnea del sueño puede incluir cambios en el estilo de vida, como perder peso, evitar el alcohol y dejar de fumar, así como el uso de dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) o cirugía, como la cirugía ortognática facial.
Si crees que puedes estar sufriendo de apnea del sueño, consulta a un otorrinolaringólogo para recibir un diagnóstico preciso y tratamiento adecuado. No ignores los síntomas y busca ayuda médica para mejorar tu calidad de vida. Puedes consultar también nuestra guía sobre cómo superar la apnea del sueño.
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