La rinoplastia es uno de los procedimientos quirúrgicos estéticos más populares en la actualidad, con un aumento de la demanda en los últimos años. Tanto la necesidad de cada persona de sentirse bien con su aspecto como la cada vez mayor exposición en redes sociales hace que las cirugías faciales sean un tema cada vez más consultado. Conocida como cirugía de nariz, la rinoplastia no sólo busca mejorar la apariencia facial, sino también abordar problemas respiratorios o congénitos, como la corrección de desviaciones del tabique nasal.
Se trata de un procedimiento realizado bajo anestesia general con una duración de entre dos y cinco horas, dependiendo de la complejidad de cada caso. La necesidad de hospitalización varía en función de la técnica empleada y la necesidad de cada paciente.
La rinoplastia puede realizarse de varias maneras, utilizando técnicas abiertas o cerradas. En la técnica abierta, se realiza una incisión en la columela (la piel que separa las fosas nasales) para acceder más fácilmente a las estructuras internas de la nariz. En cambio, en la técnica cerrada, las incisiones son realizadas dentro de las fosas nasales sin dejar cicatrices visibles.
Una vez que se accede a las estructuras internas, el cirujano remodela los diferentes cartílagos y los huesos nasales para obtener la forma y el tamaño deseados. La rinoplastia también puede incluir la corrección de asimetrías nasales, el ajuste de la punta nasal o la reducción de un dorso nasal prominente.
Aunque tradicionalmente era una cirugía solicitada mayoritariamente por mujeres, hoy en día las cifras empiezan a igualarse. La anatomía nasal es diferente según sexo, al tener los hombres la piel más gruesa y los cartílagos más grandes y rígidos que los femeninos, por lo que los procedimientos varían según el paciente.
Uno de los principales beneficios de la rinoplastia es mejorar la estética facial de una persona. Al corregir la forma y el tamaño de la nariz, la rinoplastia puede equilibrar las proporciones faciales y realzar la belleza natural del rostro. Además de los beneficios estéticos, la rinoplastia también puede abordar problemas de función nasal. Si tienes dificultades para respirar debido a una desviación del tabique nasal, una rinoplastia puede corregir esta condición, mejorando la calidad de vida y el flujo de aire en las vías respiratorias.
Frente a la rinoplastia tradicional, la ultrasónica es una técnica moderna que presenta ciertas diferencias, como la forma en la que se realiza la cirugía y las herramientas utilizadas.
A diferencia de la tradicional, en la que se emplea bisturí y osteotomo para realizar los cortes en las estructuras a trabajar, la rinoplastia ultrasónica emplea un dispositivo especial llamado piezoeléctrico, que emite ultrasonidos de alta frecuencia. Estas vibraciones ultrasónicas permiten al cirujano realizar cortes más precisos tanto en el cartílago como en los huesos nasales, dañando menos los tejidos de alrededor. Al ser los cortes más precisos, el riesgo de fractura postoperatoria al tratar los huesos nasales disminuye.
Esta precisión suele mejorar los resultados postoperatorios, con una mejor simetría y más definición. Además el trauma tisular es menor, por lo que la recuperación es más rápida y menos dolorosa al haber menos hematomas e inflamación.
Es necesario realizar una evaluación de cada caso concreto ya que cada paciente es único, por lo que debe realizarse un examen exhaustivo antes de determinar si la rinoplastia ultrasónica es la mejor opción para cada persona. Se trata de una técnica avanzada, por lo que requiere un cirujano plástico experimentado y capacitado para su uso.
La recuperación de una rinoplastia varía según cada individuo, pero generalmente se sugiere un tiempo de descanso de una o dos semanas después de la cirugía. Durante esta etapa, es importante seguir las pautas proporcionadas por el cirujano, como el uso de férulas o tapones nasales, llevar una vida sana evitando el consumo de tóxicos y evitar la realización de esfuerzos físicos y la exposición al sol.
Es normal experimentar algo de hinchazón y hematomas en las primeras semanas, pero estos efectos secundarios desaparecerán gradualmente. La inflamación de la zona puede durar meses, por lo que el resultado definitivo suele ser apreciable entre los seis y doce meses postoperatorios.
La rinoplastia es un procedimiento que requiere una importante planificación y elección de la técnica a emplear, ya que tanto la rinoplastia ultrasónica como la tradicional tienen sus propias indicaciones y limitaciones y no todos los pacientes serán candidatos. Si quieres conocer todos los secretos de la rinoplastia puedes consultar nuestra guía.
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