La terapia de aceptación y compromiso o ACT por sus siglas en inglés (Acceptance and Commitment Therapy), es una de las terapias más representativas de las denominadas terapias de tercera generación o terapias contextuales, y es un tipo de intervención psicológica orientada a la aceptación psicológica y a los valores personales.
En ACT la aceptación es la capacidad del ser humano de vivir en el aquí y en el ahora, el ser conscientes en todo momento de los pensamientos, imágenes, emociones, recuerdos, expectativas…. (a los cuales denominan eventos internos), y el compromiso de acción, que es la voluntad de responder de acuerdo a los valores personales y vinculados a las estrategias de cambio necesarias para el aumento de la “flexibilidad psicológica”.
Fundamentación
En resumen, serían los patrones de evitación situacional y emocional los que hacen que se pierda el contacto con las conductas que producen vitalidad, y la vida se va estrechando cuando la agenda del control emocional toma el mando. Esta constricción genera estrés secundario e importantes problemas en diferentes ámbitos de su vida (de pareja, social, laboral, aislamiento…), de forma que para conseguir una sensación de control emocional sobre las experiencias dolorosas se sacrifica la verdadera vida valiosa y vital. Desde ACT se enseña habilidades que permita a los pacientes pensar lo que piensan, sentir lo que sienten, reconocer su historia y lo que la situación permite, y persistir en acciones que estén al servicio de sus valores. Es la dualidad entre “mente o experiencia”, apostando en este caso por la segunda, “la vida es eso que se te escapa mientras pasas el tiempo pensando en otras cosas”.
“Vivir la vida que uno quiere no depende de la patología que tiene, lo que ocurre es que no puedes vivir una vida valiosa, mientras estás evitando” No pueden coexistir. Toca elegir. (Strosahl, Robinson & Guvstansson, 2013). No dudes en pedir cita con tu psicólogo si necesitas ayuda.
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