La salud intestinal está de moda, y no es para menos. Nuestro intestino alberga billones de bacterias que influyen en todo, desde la digestión hasta nuestro estado de ánimo. Es como tener un pequeño ecosistema dentro de nosotros. Dos de los protagonistas de este fascinante mundo son los probióticos y los prebióticos. A continuación, exploraremos qué son, para qué sirven y algunas curiosidades que los hacen aún más interesantes.
¿Qué son los probióticos? Los probióticos son microorganismos vivos, principalmente bacterias y levaduras, que aportan beneficios a nuestra salud cuando se consumen en cantidades adecuadas. Aunque suene un poco raro comer bacterias vivas, estos “bichitos buenos” ya habitan naturalmente en nuestro intestino. Entre los tipos más comunes de probióticos están las bacterias Lactobacillus y Bifidobacterium, que encontrarás en alimentos como el yogur, el kéfir y otros productos fermentados.
¿Sabías que…?
Los probióticos cumplen varias funciones importantes en el cuerpo:
¿Qué son los prebióticos? Los prebióticos son compuestos que no se pueden digerir, pero que sirven de alimento para las bacterias buenas del intestino. Están presentes en algunos tipos de fibra que no descomponemos, pero que las bacterias probióticas sí pueden fermentar. Piensa en ellos como el “comida favorita” de las bacterias buenas, ayudándolas a crecer y multiplicarse.
¿Dónde los encuentras? Alimentos como el ajo, la cebolla, los espárragos, los plátanos, la avena o la raíz de achicoria son fuentes ricas en prebióticos. ¿Sabías que cuando los plátanos están más verdes tienen más prebióticos que cuando están maduros? Así que si te gusta un plátano menos dulce, estás ayudando a tu microbiota.
Los prebióticos son importantes por varias razones:
¿Sabías que…?
Probióticos y prebióticos trabajan de la mano para mantener un intestino sano y feliz. Los probióticos son las bacterias buenas que ayudan a mejorar tu salud, pero para que puedan sobrevivir y multiplicarse, necesitan alimentos, y ahí es donde los prebióticos entran en acción. Es como si los prebióticos fueran el fertilizante que ayuda a que las bacterias florezcan. Por eso si tomas probióticos un mes pero continuas con una dieta y un estilo de vida poco saludable pronto esas bacterias buenas habrán desaparecido de tu intestino. En el estilo de vida, además de la alimentación entra en juego el deporte, la gestión del estrés, la calidad de sueño, además de la exposición a fármacos y tóxicos.
Este es un dato fascinante: ¡existe un “eje intestino-cerebro”! El intestino y el cerebro están conectados a través del nervio vago, y las bacterias en tu intestino influyen en la producción de neurotransmisores como la serotonina, que regula el estado de ánimo. Esto significa que un intestino equilibrado puede influir en cómo te sientes mental y emocionalmente. Es por esto que algunos llaman al intestino “el segundo cerebro”.
A veces, nuestro cuerpo nos da señales claras de que podríamos necesitar más probióticos o prebióticos en nuestra dieta. Algunas señales comunes son:
En resumen, los probióticos y prebióticos son como los superhéroes de tu intestino: los probióticos son las bacterias buenas que hacen el trabajo, y los prebióticos son su fuente de energía. Mantener una buena salud intestinal no solo te ayudará a sentirte mejor a nivel digestivo, sino que también puede tener un impacto positivo en tu sistema inmunológico, estado de ánimo y bienestar general.
Pero ojo, es importante que un profesional de la salud formado en probióticos te asesore en la elección porque no todos los probióticos son iguales: Existen diversas cepas de bacterias y levaduras que se consideran probióticas, pero cada una tiene efectos distintos en el cuerpo. No es lo mismo si la causa de tomar probióticos es que estás con antibióticos, que si es porque tienes diarrea o si tienes SIBO por ejemplo. Condiciones específicas requieren cepas específicas, además es importante evitar expectativas erróneas y un profesional puede acompañarte en el cambio de estilo de vida que se necesita para conseguir resultados a largo plazo.
Si quieres aprender más sobre probióticos sin duda te recomiendo el libro de Olalla Otero, “el revolucionario mundo de los probióticos” ( y su “Guía completa de probióticos”) https://draolallaotero.es/producto/el-revolucionario-mundo-de-los-probioticos/ y si quieres saber más sobre el impacto de la microbiota en la salud te recomiendo los libros de Sari Arponen https://www.drasariarponen.com/libros/ y el de Giulia Enders “La digestión es la cuestión”
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