Artículos 05 agosto 2024

Probióticos para niños: ¿cuándo usarlos?

Beatriz Dosdá Las Heras Dietista Nutricionista
Beatriz Dosdá Las Heras
Dietista Nutricionista

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud. Los probióticos pueden ser una buena opción para incorporar a la dieta de los más pequeños, ya que pueden tener efectos positivos, sobre todo en su salud digestiva y en su sistema inmunológico. No obstante su uso debe estar pautado por un profesional y su consumo en ningún caso sustituye a una alimentación y un estilo de vida saludable que siempre debe de ser la primera vía a tratar.

Algunas de las acciones o beneficios que se les atribuyen a los microorganismos son específicos de cada cepa. Esta especificidad de cepa implica que no todas las cepas de una especie probiótica tienen los mismos efectos sobre la salud. Si se usa en el momento adecuado la cepa adecuada y la cantidad necesaria estos microorganismos ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, el cual se podrá mantener a largo plazo si se acompaña de cambio de hábitos.

¿Qué probióticos pueden tomar los niños?

En general, los probióticos que pueden tomar los niños son los mismos que pueden tomar los adultos. Sin embargo, es importante tener en cuenta la dosis recomendada para cada grupo de edad y la cepa de probiótico específica. En el caso de los niños, los probióticos pueden ser útiles principalmente para fortalecer su sistema inmunológico, mejorar la digestión, reducir el estreñimiento o la diarrea y prevenir enfermedades gastrointestinales, o en situaciones concretas como después del uso de antibióticos.

Algunas cepas de probióticos que son seguras y eficaces para los niños incluyen Lactobacillus rhamnosus, Bifidobacterium lactis, y Saccharomyces boulardii.

  • Lactobacillus rhamnosus: esta cepa de probiótico ha demostrado ser eficaz en la prevención de infecciones respiratorias y gastrointestinales en los niños. Además, también puede ser beneficiosa en la prevención de alergias.
  • Bifidobacterium lactis: esta cepa de probiótico es conocida por sus efectos beneficiosos en la salud digestiva. Puede ayudar a reducir los síntomas de la intolerancia a la lactosa, mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.
  • Saccharomyces boulardii: aunque técnicamente no es una bacteria, sino una levadura, esta cepa de probiótico también puede ser beneficiosa en los niños. Se ha demostrado que es eficaz en el tratamiento de la diarrea aguda y crónica.

También hay evidencia en el uso de probióticos para prevenir otras patologías concretas como por ejemplo para disminuir la recurrencia de otitis. La suplementación con Lactobacillus salivarius PS7 a niños entre 10 meses y 6 años que sufrían otitis recurrente, redujo un 84% los episodios de otitis respecto a los 6 meses previos al tratamiento probiótico.

Si en algún momento se quiere ofrecer un probiótico a los niños, lo mejor es dejarse asesorar por un profesional actualizado que pueda recomendar el más conveniente en cada caso. De todas formas, no solo encontramos probióticos en los suplementos comerciales.

niña sentada comiendo cuchara bol desayuno Los probióticos que pueden tomar los niños son los mismos que pueden tomar los adultos.

¿En qué alimentos podemos encontrar probióticos de forma natural?

Los alimentos probióticos son aquellos que contienen microorganismos vivos beneficiosos para la salud. El mejor probiótico para los bebés y niños pequeños es la lactancia materna.

Y aprovecho para recordar que la lactancia materna puede mantenerse el tiempo que la madre y el bebé deseen y se sientan cómodos con la situación. Se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé, y luego complementarla con alimentos sólidos, idealmente mínimo hasta los 2 años y si se puede mantener más fenomenal.

En la leche materna se encuentran diversas cepas de probióticos, pero las más conocidas como beneficiosas para el bebé son:

  • Lactobacillus acidophilus: favorece la digestión y fortalece el sistema inmunológico.
  • Lactobacillus reuteri: ayuda a prevenir cólicos y mejora la flora intestinal.
  • Bifidobacterium breve: promueve la salud del sistema digestivo y refuerza las defensas naturales.
  • Bifidobacterium longum: contribuye a la absorción de nutrientes y disminuye la incidencia de infecciones.
  • Lactobacillus plantarum: ayuda a equilibrar la microbiota intestinal del bebé y previene problemas digestivos.

Además una vez que comenzamos con la alimentación complementaria y durante toda la vida podemos incluir alimentos probióticos en nuestra dieta, como por ejemplo el yogur, el kéfir, el chucrut, el miso, el tempeh, el kimchi, entre otros. Estos alimentos pueden ser una excelente forma de introducir probióticos en la dieta de los niños de forma natural y sabrosa.

De todas formas hay múltiples factores que van a influir en la microbiota de los más pequeños, por ejemplo el tiempo que pasan jugando en la naturaleza, si están en contacto con animales de compañía, las horas de sueño, el nivel de estrés, los contaminantes, los medicamentos, las horas de exposición a pantallas, el consumo de azúcar…. Incluso el aire que respiramos va a ir produciendo cambios en nuestra microbiota.

Por eso es muy importante entender que el uso de probióticos es interesante en niños y adultos, pero si no va a acompañado de un cambio de hábitos los beneficios durarán poco en el tiempo.

En resumen, los probióticos pueden ser una herramienta útil para mejorar la salud de los niños, siempre y cuando se utilicen de manera adecuada y bajo la supervisión de un profesional de la salud. Es importante tener en cuenta que cada niño es único y que los beneficios de los probióticos pueden variar según las necesidades individuales de cada uno.

Algunas recomendaciones para los niños que toman probióticos

  • No vale cualquier probiótico para cualquier cosa ¡infórmate o déjate asesorar!
  • No sustituye una alimentación saludable
  • Revisa y mejora los hábitos y el estilo de vida ( alimentación, actividad física, horas de sueño, contacto con naturaleza, exposición a pantallas…).

¿Quieres saber más? Si quieres aprender más sobre probióticos te recomiendo los siguientes libros:

  • El revolucionario mundo de los probióticos de Olalla Otero.
  • Es la microbiota idiota de Sari Arponen.
  • Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes de Blanca Nutri.
  • La digestión en la cuestión de Julia Enders.

Y si queréis ir introduciendo a vuestros hijos en el maravilloso mundo de la microbiota a través de los cuentos os recomiendo:

  • Sanotes, sanitos: un cuento para comer sano, eliminar las bacterias malas y hacer cacas buenas de Blanca Nutri.
  • El mundo secreto de la microbiota: un libro para superorganismos de todas las edades de Sari Arponen

Consulta con un nutricionista todas tus dudas.

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