La primera visita al ginecólogo es un tabú para muchas mujeres ya que genera dudas e inseguridades, sobre todo en las pacientes más jóvenes. Se trata de una cita que, en muchas ocasiones, se ve retrasada por miedo, desconocimiento o vergüenza.
En este artículo vamos a intentar explicar cómo se lleva a cabo una visita ginecológica rutinaria, qué pruebas ginecológicas se suelen realizar y qué se suele preguntar.
Una duda muy frecuente es cuándo habría que llevar a cabo una primera revisión ginecológica. Lo cierto es que no existe un momento ideal en la vida de la mujer, ya que depende de sus circunstancias, sintomatología o incluso su vida sexual: para algunas mujeres el momento ideal podría ser antes de la menstruación, siempre acompañadas de un familiar, para que se explique de una forma amena y comprensible los cambios que tendrán lugar en su cuerpo y cómo poder lidiar con la menstruación de la mejor forma posible, para otras puede ser en la adolescencia, cuando se vayan a iniciar o ya se hayan iniciado las relaciones sexuales por primera vez. Lo que sí es importante recalcar es que se aconseja una visita al ginecólogo en todas aquellas mujeres que presenten las siguientes situaciones:
Cada mujer tiene su momento y debe realizar la primera cita con su ginecólogo cuando se sienta preparada, pero lo ideal es no esperar a tener un problema para acudir al especialista, ya que también cumplimos una misión muy importante de información, prevención y promoción de la salud.
La primera visita con el ginecólogo sirve para conocer a la paciente, que ella nos conozca a nosotros, ya que es muy importante generar un vínculo de confianza para que se puedan realizar todas las preguntas necesarias, y que la paciente conteste con veracidad y la confianza suficiente para plantear sus dudas. Es muy importante saber que lo que se habla en la consulta ginecológica es una conversación confidencial.
En esta visita se prepara el historial médico y no será imprescindible la exploración ginecológica ni la realización de pruebas complementarias si la mujer no lo desea. En función de la edad y de la sintomatología que presente la paciente, se determinará si es necesario una exploración ginecológica o no.
1. Cuestionario inicial
La visita se suele iniciar con una entrevista médica de antecedentes familiares, personales y ginecológicos. Es importante conocer el ciclo menstrual de la paciente, su periodicidad, si existe dolor en algún momento del ciclo, etc. También si existe actividad sexual, si las relaciones sexuales se mantienen con algún método anticonceptivo, si resultan molestas o dolorosas para la mujer, etc. Es muy importante que la paciente se sienta tranquila y cómoda y que en ningún momento se sienta juzgada ya que estas preguntas son importantes para enfocar su caso.
2. Examen físico completo
Posteriormente procedemos a la exploración mamaria, abdominal y genital. Se le pedirá que pase a sala de exploración y que se ponga una bata de paciente, que retire toda su ropa interior y la deje en un espacio diseñado expresamente para este fin. Se realiza en primer lugar una exploración mamaria y se suele enseñar cómo llevar a cabo la autoexploración en casa.
Posteriormente para la exploración ginecológica se requiere que la paciente se coloque en la camilla, recostada y con los pies en los estribos y las rodillas flexionadas o con las piernas apoyadas en las perneras de la camilla, en la posición denominada de litotomía o ginecológica.
Se exploran los genitales externos, lo que incluye la vulva y la apertura vaginal. Se explora también la vagina y el cuello del útero con la ayuda de un espéculo (instrumento médico que permite separar las paredes de la vagina para poder visualizar correctamente el cérvix o cuello del útero), que debe colocarse de forma suave y con la ayuda de algún tipo de lubricante. Se toma la muestra para la citología si es preciso y se realiza una ecografía ginecológica para revisar el útero y los ovarios (la ecografía puede ser vaginal y/o abdominal, según lo requiera cada caso).
3. Citología
Es importante mencionar que si la mujer tiene más de 25 años y ha iniciado relaciones sexuales, debería empezar el programa de cribado de cáncer cervical mediante la realización de una citología. Actualmente las citologías se pueden realizar también en los centros de atención primaria y está cubierta por el sistema nacional de salud.
En los últimos años, la evidencia científica ha demostrado que, el cribado primario con una prueba VPH tiene mayor sensibilidad que la citología para la detección de lesiones premalignas y mejor rendimiento en la prevención del cáncer de cuello uterino. Esta prueba va dirigida a mujeres mayores de 30-35 años, ya que, en mujeres jóvenes (con elevada prevalencia de infecciones VPH transitorias) implica un notable riesgo de sobrediagnóstico y sobretratamiento tal y como se explica en el libro Guía de cribado del cáncer de cuello de útero en España, 2014. Por tanto, la citología cervical se limita a las mujeres entre 25 y 30-35 años en los nuevos programas de cribado.
Una vez finalizada la exploración, se le pedirá que se vista y volverá a sentarse en la consulta donde se le explicará a la paciente lo que hemos visto en las pruebas realizadas, si hemos encontrado algún hallazgo fuera de la normalidad y también podremos hablar sobre sus inquietudes y resolver todas sus dudas.
No. Es un temor infundado que suele preocupar a muchas mujeres. Algunas no acuden al ginecólogo agobiadas por este tema, por eso es importante explicarle cada paso que vamos a dar a la paciente, anticipar todo lo que se va a hacer y pedir su permiso para cada actuación médica.
Es muy importante que la mujer sepa qué esperar de esa primera visita al ginecólogo para que acuda con mayor seguridad y confianza. Realizar revisiones ginecológicas de forma periódica ayuda a prevenir numerosas enfermedades y a detectar algunas de ellas de manera precoz, lo que marca la diferencia en cuanto al tipo de tratamiento así como su resultado.
Con el paso del tiempo las revisiones ginecológicas se hacen de forma mucho más sencilla, al conocer la paciente los procedimientos que se llevan a cabo y al haber establecido una relación de confianza con su médico. Es importante recalcar que los beneficios de acudir a esta consulta son muy superiores a la incomodidad o las molestias de hacerlo.
Para ampliar tus conocimientos, te sugerimos que consultes nuestra completa guía de ginecología centrada en las primeras veces.
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