La ortodoncia es un procedimiento efectivo para corregir problemas de alineación dental, pero después de su finalización, los dientes aún pueden experimentar ciertos movimientos no deseados. Esto se debe a la naturaleza dinámica de la cavidad oral y a varios factores biológicos y ambientales.
En el tratamiento ortodóntico se pretende encontrar una oclusión estable, pero la fase de retención es algo que debe realizarse de forma correcta para evitar recidivas. En este artículo, exploraremos las causas subyacentes de por qué los dientes tienden a moverse después de un tratamiento ortodóncico y cómo abordar este fenómeno.
Cuando se comienza un tratamiento de ortodoncia en un paciente, se realiza un meticuloso estudio. Los resultados de este estudio se explican al paciente antes de iniciar todo el proceso. En nuestra clínica empleamos este momento para detallar al paciente todos los aspectos del proceso e incidimos en la fase final, una vez terminado todo el tratamiento.
Es la fase de retención. Mentalizamos al paciente desde el primer momento para que cuando lleguemos a esta fase, sea colaborador, ya que es primordial dicha implicación. Además, el paciente debe ser conocedor de que deberá llevar unos dispositivos especiales que después comentaremos. Tras un tratamiento ortodóncico exitoso, los dientes pueden experimentar movimientos no deseados debido a la elasticidad de los tejidos que rodean los dientes, como las encías y el hueso alveolar. La presión ejercida por los labios, la lengua y otros músculos circundantes también puede influir en la posición de los dientes. Además, el proceso natural de envejecimiento y los cambios en la estructura ósea pueden contribuir a estos movimientos. Comprender estos factores es esencial para implementar medidas preventivas efectivas.
Un retenedor debe aplicarse inmediatamente tras la retirada de la aparatología fija ortodóncica, ya que, la recidiva comienza 2 horas después y especialmente en los incisivos mandibulares; de tal manera, la retención es un tema que debe ser tratado y aplicado con pautas adecuadas, preestablecidas y fundamentadas en una base científica firme, con el fin de apoyar y consolidar la atención brindada a los pacientes.
La velocidad y la magnitud de los movimientos dentales post-ortodóncicos varían según la persona. La genética juega un papel crucial, ya que algunas personas pueden experimentar cambios más rápidos que otras. Además, la consistencia en el uso de retenedores y el mantenimiento de una buena salud bucal son factores determinantes. En algunos casos, los movimientos pueden ocurrir gradualmente durante un período prolongado, mientras que en otros, pueden manifestarse de manera más evidente en un corto período de tiempo.
La retención consiste en permitir una estabilidad de las fibras del periodonto de inserción y protección y a su vez, esto evite que, tras el desplazamiento ortodóncico, los dientes vuelvan a su posición anterior.
Para dicho objetivo existen dispositivos mecánicos que son diseñados para resistir el desplazamiento previsible; tal es el caso que, estos deben permanecer en su lugar hasta que las fibras periodontales y gingivales dejen de ejercer tracción o presión, es decir, hasta que se reorganicen, en vista de la aposición/resorción ósea alveolar, esto lleva al menos 2 o 3 años, y probablemente más para adultos y para rotaciones dentales mayores a 90°, de allí que, las recomendaciones de uso rondan los 2 años.
Los retenedores fijos son dispositivos discretos que se adhieren a la parte posterior de los dientes. Estos dispositivos, a menudo cables delgados, previenen el desplazamiento dental al aplicar una presión constante. Son particularmente eficaces para mantener la alineación de los dientes frontales. Se suele colocar en la parte interna de los dientes. Esto se realiza tanto en la parte superior como en la inferior y este alambre se adhiere al diente mediante una pasta llamada composite, junto con un adhesivo.
Los retenedores móviles son extraíbles y se utilizan generalmente durante la noche. Son moldeados a medida para ajustarse a la forma única de los dientes del paciente. Utilizarlos según las indicaciones del ortodoncista es crucial para evitar cambios indeseados en la posición dental. Actualmente son dispositivos muy cómodos y estéticos, pues se ajustan perfectamente a nuestra boca y son transparentes.
Entender los factores que contribuyen al movimiento dental postortodóncico es esencial para desarrollar estrategias preventivas efectivas. La combinación de retenedores, atención a la salud bucal y visitas regulares al ortodoncista garantiza la retención a largo plazo de los resultados del tratamiento ortodóncico, permitiendo a los pacientes disfrutar de una sonrisa alineada y saludable. Si quieres saber todo sobre la ortodoncia puedes consultar nuestra guía: Sonrisas perfectas: una experiencia completa en ortodoncia para obtener una salud bucal y estética óptima.
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