Habitualmente observamos al ser humano como un ente independiente, autorregulable y capaz de reproducirse y nutrirse. En realidad, somos algo mucho más complejo, ya que en nuestro organismo viven miles de millones de microorganismos que influyen en el desarrollo del mismo. Aunque la mayoría de estos microorganismos no se han podido aislar en el laboratorio, el avance en la investigación, principalmente en la metagenómica, permite analizar comunidades de microorganismos sin necesidad de cultivarlos.
Microorganismo. Micro, del griego micrós, que significa “pequeño” y bíos, que se refiere a la vida. Por lo tanto, un microbio es un ser vivo pequeño, y microorganismo es sinónimo de microbio.
Microbiota. Biota es el conjunto de flora y fauna de una región, por lo que microbiota se refiere a la flora y la fauna que habitan en nuestro cuerpo (microflora y microfauna). Por lo tanto, se definirá como microbiota al conjunto de microorganismos que viven en un ambiente determinado. Como la microbiota varía según su entorno, a la situada en el tracto intestinal se la denomina: microbiota intestinal.
Microbioma. Conjunto del genoma de la microbiota.
Metagenoma humano. Genes y genomas humanos y de la microbiota.
Como curiosidad, decir que tenemos 30 billones de células y 38 billones de bacterias (2,3 bacterias por cada célula humana) y que el peso total de las bacterias es de 200 gramos.
La microbiota se va desarrollando a medida que avanza la vida, por lo que la composición es diferente en las distintas etapas.
Hay clasificaciones de la microbiota intestinal por sus funciones: protectora, muconutritiva, degradadora de fibra, metabólica, proteolítica… Pero sabemos que una misma bacteria puede llevar a cabo distintas funciones, por lo que no se deberían dar estas clasificaciones.
Hipócrates decía: “Las enfermedades no nos llegan de la nada. Se desarrollan a partir de pequeños pecados diarios contra la naturaleza. Cuando se hayan acumulado suficientes pecados, las enfermedades aparecerán de repente”.
En nuestro intestino existen bacterias protectoras y otras dañinas para el mismo.
En un organismo sano, existe un equilibrio entre los distintos tipos de bacterias (eubiosis). Pero a veces y por los motivos anteriormente indicados, puede producirse un desequilibrio entre las bacterias protectoras y las patógenas, es lo que se conoce como “disbiosis intestinal”. Esta disbiosis puede darse por tres vías:
Esto lleva a padecer una serie de síntomas:
La microbiota humana ejerce funciones indispensables para el mantenimiento de la salud, entre ellas la regulación de nuestro sistema inmune.
La composición de la microbiota depende de múltiples factores, tanto modificables como no modificables. Nosotros podemos mejorar la composición de nuestra microbiota cuidando diversos aspectos de nuestra vida. Para conseguirlo no dudes en pedir cita con un nutricionista.
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