El láser vaginal es una de las tecnologías más estudiadas en ginecología regenerativa, gracias a sus múltiples beneficios. Esta tecnología trabaja gracias al efecto térmico, a través de la cual favorece que el propio cuerpo regenere el colágeno y elastina, y estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos.
Gracias a este efecto regenerativo, el láser vaginal favorece el tensado vaginal, la elasticidad y la lubricación de la vagina y de la vulva. Es por ello que el láser vaginal se usa también en estética genital, ya que los genitales se ven más rejuvenecidos.
Las indicaciones del láser vaginal son múltiples, entre ellas:
Son escasas las contraindicaciones que tiene el láser vaginal y siempre se evalúa de forma detenida cada caso. En general, se contraindica en infección activa, patología en la coagulación de la sangre, mujeres con enfermedades del colágeno, en embarazo y durante los primeros meses de lactancia.
El láser vaginal es un procedimiento indoloro, por lo que se realiza en la consulta.
Disponemos de dos aplicadores:
El número de sesiones de láser vaginal varía según la patología. Por lo general, se realizan 3 sesiones espaciadas unas 4-6 semanas, tiempo que tarda el colágeno en regenerarse. En algunos casos, como en hiperlaxitud vaginal muy intensa, pueden llegar a precisar 5 sesiones.
Siempre que sea realizado por un especialista, los efectos secundarios del láser vaginal son escasos y pasajeros. Los más frecuentes son sensación de irritación, enrojecimiento o inflamación, y suelen pasarse en las horas siguientes al tratamiento.
Tras la aplicación del láser vaginal, se recomienda no tener relaciones sexuales, no usar tampones ni copas menstruales, ni realizar baños de inmersión (piscinas, bañeras, playa) en, al menos, las siguientes 72 horas. Si es preciso, se pueden usar cremas o geles hidratantes para potenciar el efecto del láser vaginal. Consulta tus dudas con un ginecólogo.
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