Guía completa para comprender y afrontar la demencia

La demencia es una afección que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se ha convertido en uno de los mayores desafíos de la salud pública en el mundo actual, especialmente debido al envejecimiento de la población. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, todavía hay muchos malentendidos y estigmas asociados con esta enfermedad.

Tabla de contenidos

• ¿Qué es la demencia? Síntomas, causas y tipos
• Diagnóstico de demencia: pruebas y evaluaciones
• Enfermedad de Alzheimer: la forma más común de demencia
• Demencia con cuerpos de Lewy: características y manejo
• Demencia frontotemporal: síntomas y progresión
• Cuidar a un ser querido con demencia: consejos y estrategias

El objetivo de esta guía es proporcionar una comprensión más profunda de la demencia, informando sobre sus síntomas, causas y tipos, así como las formas de diagnosticar y tratar esta enfermedad. También se ofrecen consejos y estrategias para aquellos que cuidan a un ser querido con demencia.

¿Qué es la demencia? Síntomas, causas y tipos

La demencia no es una enfermedad específica, sino un término general que describe una serie de condiciones caracterizadas por el deterioro de las habilidades cognitivas. Los síntomas más comunes incluyen la pérdida de memoria, la confusión y la dificultad para realizar tareas cotidianas. La psicóloga Yolanda García señala que “la demencia es una enfermedad degenerativa que suele afectar en mayor medida a la población mayor de 65 años. Aunque hay distintos tipos de demencias, es el Alzheimer la más común y frecuente, viéndose afectados todos los ámbitos del enfermo, con implicaciones importantes para los cuidadores o familiares”.

Existen varias causas de demencia, incluyendo enfermedades del cerebro como el Alzheimer, lesiones cerebrales traumáticas y ciertas infecciones. Sin embargo, en muchos casos, la causa exacta de la demencia no se conoce.

Diagnóstico de demencia: pruebas y evaluaciones

El diagnóstico de la demencia puede ser un proceso complejo. A menudo implica una serie de pruebas y evaluaciones, incluyendo exámenes físicos, análisis de sangre y pruebas de imagen cerebral.

El primer paso en el diagnóstico de la demencia suele ser una evaluación cognitiva, que puede incluir pruebas de memoria, atención y habilidades del lenguaje. Este tipo de evaluación puede ayudar a identificar cualquier deterioro cognitivo y a determinar si los síntomas son consistentes con la demencia. Tal y como destaca la psicóloga Maria Dalila Jiménez “el diagnóstico de la demencia/trastorno neurocognitivo mayor, debe ser atribuido al conjunto de resultados de todas las pruebas realizadas al paciente (entrevista clínica, técnicas de neuroimagen, test, escalas, etc.). Nunca debe realizarse un diagnóstico tomando únicamente como referencia los resultados obtenidos en un test”.

Enfermedad de Alzheimer: la forma más común de demencia

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, representando hasta el 70% de todos los casos. Esta enfermedad se caracteriza por la formación de placas y ovillos en el cerebro, que interfieren con el funcionamiento normal de las células cerebrales. La psicóloga Chantal Blanco destaca que cada año se diagnostican unos 10 millones de nuevos pacientes. La Sociedad Española de Neurología (SEN) calcula que en España hay unas 800.000 personas que padecen esta enfermedad.

Los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer suelen incluir la pérdida de memoria y la confusión. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden incluir cambios de personalidad, dificultades con el lenguaje y la pérdida de la capacidad para realizar tareas cotidianas.

Actualmente, no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, existen tratamientos que pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad y a gestionar los síntomas.

La demencia vascular es la segunda forma más común de demencia. Esta enfermedad se produce cuando el suministro de sangre al cerebro se ve interrumpido, a menudo como resultado de un accidente cerebrovascular.

Los factores de riesgo de la demencia vascular incluyen la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto y el tabaquismo. Al igual que con la enfermedad de Alzheimer, no existe una cura para la demencia vascular. Sin embargo, el tratamiento se centra en prevenir accidentes cerebrovasculares adicionales y en gestionar los síntomas.

Demencia con cuerpos de Lewy: características y manejo

La demencia con cuerpos de Lewy es un tipo menos común de demencia, pero aún así es una forma significativa de la enfermedad. Se caracteriza por la presencia de cuerpos de Lewy, que son depósitos de proteínas en las células cerebrales.

La psicóloga Carolina Lozano explica habla sobre las características de una persona que presenta demencia con cuerpos de Lewy son:

• Se debe dar una demencia con un declive cognitivo progresivo que interfiera con la vida social y laboral.
• Déficit de atención, de función ejecutiva y de capacidad visuoespacial.
• Presencia de trastornos del sueño REM.
• Depresión.
• Delirios sistematizados.
• Disfunción del sistema nervioso.
• Pérdidas de conciencia transitorias.
• Caídas repentinas y síncopes.

El manejo de esta forma de demencia puede ser especialmente desafiante, debido a la variabilidad de los síntomas y a la sensibilidad a ciertos medicamentos.

Demencia frontotemporal: síntomas y progresión

La demencia frontotemporal es un tipo de demencia que afecta principalmente a las áreas frontales y temporales del cerebro. Los síntomas pueden incluir cambios de personalidad, dificultades con el lenguaje y la pérdida de la inhibición social. Maria del Pilar Álvarez, psicóloga, cuenta que a diferencia de otras demencias como la enfermedad de Alzheimer, con la demencia frontotemporal “la memoria está relativamente bien conservada, al menos en fases iniciales. Dentro de éstas, podríamos seguir la Escala de Deterioro Global (GDS) empleada con diagnósticos de demencia donde un GDS 1 equivale a un estado normal y GDS 7, al nivel más avanzado, donde existe una dependencia severa a todos los niveles”.

La progresión de la demencia frontotemporal puede ser bastante rápida, con la mayoría de las personas experimentando un deterioro significativo en un período de 6 a 8 años. El manejo de esta forma de demencia puede ser especialmente desafiante, debido a los cambios de comportamiento y la pérdida de la capacidad para realizar tareas cotidianas.

La demencia frontotemporal tiende a aparecer a una edad más temprana que la enfermedad de Alzheimer, entre los 40 y 65 años, pero también ocurre más adelante, afectando a aproximadamente entre un 10 y un 20% de los casos de demencia, una de cada diez demencias; no habiendo prácticamente diferencia entre la incidencia en hombres y mujeres.

Cuidar a un ser querido con demencia: consejos y estrategias

Cuidar a un ser querido con demencia puede ser un desafío emocional y físico. Sin embargo, hay estrategias que pueden ayudar a hacer frente a este desafío.

En primer lugar, es importante buscar apoyo. Esto puede incluir grupos de apoyo para cuidadores, servicios de respiro y consejería. También es importante cuidar de uno mismo, incluyendo la alimentación saludable, el ejercicio regular y el tiempo para el descanso y la relajación.

Además, puede ser útil aprender sobre la demencia y entender lo que se puede esperar a medida que la enfermedad progresa. Esto puede ayudar a prepararse para los cambios y a desarrollar estrategias para manejar los desafíos a medida que surgen. La psicóloga Irene Martínez responde en su artículo a las preguntas más frecuentes que suelen surgir sobre cómo cuidar a un ser querido con demencia.

La demencia es una enfermedad compleja y desafiante, tanto para las personas que la padecen como para sus cuidadores. Sin embargo, con la educación, el apoyo y la atención adecuada, es posible manejar esta enfermedad y mantener la mejor calidad de vida posible.

Recuerda, no estás solo en este viaje y hay recursos disponibles para ayudarte.

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