Claudia Castilla, Especialista Contenido Médico
La gingivitis es una forma común y leve de enfermedad de las encías (enfermedad periodontal) que causa irritación, enrojecimiento e hinchazón (inflamación) de la parte de las encías que rodea la base de los dientes. Es importante entender que la gingivitis no es una sentencia de muerte para los dientes, pero si no se trata, puede llevar a problemas más graves, como la periodontitis.
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La buena noticia es que la gingivitis es tratable. Con el cuidado y el tratamiento adecuados, puedes evitar que la gingivitis se convierta en un problema más serio. Mantén una buena higiene bucal, hazte chequeos dentales regulares y sigue las recomendaciones de tu dentista para mantener tus encías saludables.
El sangrado de las encías es un síntoma común de la gingivitis. Sin embargo, el sangrado de las encías puede prevenirse y tratarse con buenos hábitos de cuidado bucal. Aquí hay algunas maneras de prevenir y tratar el sangrado de las encías:
La gingivitis y la periodontitis son dos etapas de la enfermedad periodontal. La gingivitis es la etapa inicial y menos severa de la enfermedad periodontal. Se caracteriza por encías rojas, hinchadas y sangrantes. Sin embargo, en este punto, la enfermedad todavía es reversible y puede prevenirse con una buena higiene bucal y atención dental regular.
Si la gingivitis no se trata, puede progresar a periodontitis, que es más severa. Tal y como señala el dentista Carlos Sanz en su artículo sobre las diferencias entre gingivitis y periodontitis, “la gingivitis se trata mediante la realización en clínica de una limpieza con ultrasonidos (tartrectomía), eliminando así el tártaro o sarro (placa dental calcificada) que se encuentra sobre las superficies de los dientes. Sin embargo, el tratamiento de la periodontitis es más complicado. La elección del tratamiento será en base a la situación clínica del paciente, más en concreto en base a la profundidad de sus bolsas periodontales, es decir dependiendo de la pérdida de hueso existente alrededor de cada una de las piezas dentales”.
Por lo tanto, es crucial entender la diferencia entre estas dos condiciones y tomar medidas para prevenir y tratar la gingivitis antes de que progrese a periodontitis.
Una sonrisa gingival, también conocida como sonrisa de encía, es cuando tienes más tejido de encía visible de lo normal cuando sonríes. Esto puede ser el resultado de varios factores, incluyendo la forma en que tus dientes crecen, la longitud de tu labio superior, o la cantidad de movimiento que tiene tu labio superior al sonreír.
Aunque una sonrisa gingival no es necesariamente un problema de salud, algunas personas pueden sentirse afectadas al respecto. Si este es tu caso, hay varias opciones de tratamiento disponibles, incluyendo la cirugía de encías, la ortodoncia, o una combinación de ambas.
Es importante recordar que cada caso es único y el tratamiento adecuado para ti dependerá de tus circunstancias individuales. Si estás considerando el tratamiento para una sonrisa gingival, te animamos a hablar con tu dentista o cirujano oral para discutir tus opciones.
La hiperplasia gingival es una condición en la que las encías crecen en exceso, resultando en encías que parecen demasiado grandes para los dientes. Esta condición puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo ciertos medicamentos, maloclusiones dentales, y enfermedades sistémicas.
La dentista Mónica Estopiñán señala en su artículo sobre la hiperplasia gingival cuáles son los síntomas principales:
Además la dentista explica cómo podemos prevenir esta afección.
El tratamiento para la hiperplasia gingival depende de la causa subyacente. Si la condición es causada por un medicamento, tu médico puede ser capaz de ajustar tu dosis o cambiar a un medicamento diferente. Si la hiperplasia gingival es causada por una mala oclusión dental, puede ser necesario un tratamiento ortodóncico.
En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para eliminar el exceso de tejido de las encías. Este procedimiento, conocido como gingivectomía, puede realizarse con un bisturí, un láser, o un electrocauterio.
La recesión gingival es una condición en la que las encías se alejan de la superficie del diente, exponiendo más del diente y, a veces, la raíz. Esto puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo el cepillado dental agresivo, la mala higiene bucal, el envejecimiento y la enfermedad periodontal.
El tratamiento de la recesión gingival depende de la causa subyacente. Si la recesión gingival es causada por el cepillado dental agresivo, puede ser necesario cambiar a un cepillo de dientes más suave y aprender a cepillarse los dientes de manera más suave.
Si la recesión gingival es causada por la enfermedad periodontal, puede ser necesario un tratamiento para la enfermedad periodontal, como la limpieza profunda o la cirugía periodontal. En algunos casos, puede ser necesario un injerto de encía para cubrir la raíz expuesta y prevenir más recesión.
El embarazo puede hacer que las mujeres sean más susceptibles a la gingivitis, conocida también como gingivitis gestacional, debido a los cambios hormonales que ocurren durante este tiempo. Estos cambios hormonales pueden hacer que las encías sean más sensibles a la placa, lo que puede resultar en inflamación y sangrado.
Si estás embarazada, es especialmente importante mantener buenos hábitos de higiene bucal. Esto incluye cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental diariamente y visitar al dentista regularmente. Además, si notas cualquier cambio en tus encías, como enrojecimiento, hinchazón, o sangrado, debes hablar con tu dentista.
El sangrado de las encías y el mal aliento pueden estar relacionados, ya que ambos pueden ser causados por la gingivitis. La dentista Silvia Fonseca, en su artículo sobre el sangrado de las encías y el mal aliento afirma que “es importante tener en cuenta que el mal aliento o halitosis es una condición con una prevalencia elevada que puede deberse a múltiples causas, siendo las más habituales las procedentes de la cavidad oral. Presenta una estrecha relación con las bacterias causantes de las enfermedades periodontales, lo que es habitual que se asocie la halitosis con el sangrado de las encías. Por ello, el odontólogo ha de estar actualizado en este tema”. También explica los diferentes tipos de halitosis que existen y cómo prevenirla.
La gingivitis puede ser una señal de advertencia de que necesitas mejorar tus hábitos de cuidado bucal o buscar atención dental profesional.
Recuerda, mantener una buena higiene bucal, incluyendo cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental diariamente, puede ayudar a prevenir la gingivitis. Además, visitar al dentista regularmente para chequeos y limpiezas puede ayudar a detectar y tratar la gingivitis antes de que avance a periodontitis.
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