La función de las emociones: qué son y para qué sirven

El objetivo es hacer que las emociones trabajen para nosotros, utilizándolas de manera que nos ayuden a guiar la conducta y los procesos de pensamiento, a fin de alcanzar el bienestar personal.

¿Qué son las emociones?

Las emociones son reacciones psicológicas y fisiológicas que ocurren en respuesta a estímulos internos o externos. Son complejas y pueden involucrar una combinación de experiencias subjetivas, cambios fisiológicos y respuestas conductuales. Las emociones juegan un papel crucial en cómo interactuamos con el mundo y con los demás, y pueden influir en nuestras decisiones, acciones y bienestar general.

Visión formal de las emociones

La visión formal de las emociones se centra en la descripción y categorización de las emociones en términos de sus características y componentes.

Podemos decir que tienen distintos componentes:

• Experiencia subjetiva: tiene que ver acerca de cómo se siente una emoción. Por ejemplo, la tristeza puede sentirse como pesadez o vacío. Las emociones alteran la atención, activan redes neuronales de la memoria.
• Respuestas fisiológicas: tiene que ver con los cambios en el cuerpo que acompañan a las emociones. Por ejemplo los cambios en la frecuencia cardiaca. Las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, en donde están incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, actividad del sistema nervioso autónomo y la del sistema endocrino entre otros.
• Expresiones conductuales: referente a cómo se manifiestan las emociones a través del comportamiento observable. Las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno.

Paul Elkman lo definía como “un proceso de tipo particular de valoración automática influida por nuestro pasado evolutivo y personal, en el que sentimos que está ocurriendo algo importante para nuestro bienestar, produciendo un conjunto de cambios físico y comportamentales para hacernos cargo de una situación”.

Clasificación de las emociones

• Emociones básicas o primarias: son universales y se cree que están biológicamente determinadas. Incluyen alegría, tristeza, miedo, enojo, sorpresa y asco. Tienen una función adaptativa que favorece la reacción ante un estímulo
• Emociones complejas o secundarias: son combinaciones de emociones básicas y pueden estar influenciadas por la cultura y la experiencia personal, como el orgullo, la vergüenza, el amor y la culpa.

Pueden tener la función de que lo que sintamos en cada situación se complemente en función de nuestras características individuales, de nuestro aprendizaje y de nuestra propia biografía.

Visión funcional de las emociones

La visión funcional de las emociones se enfoca en el propósito y las funciones adaptativas que las emociones cumplen para los individuos y especies.

Función adaptativa

• Supervivencia: las emociones preparan al organismo para responder a desafíos y oportunidades. Por ejemplo, el miedo puede promover la huida o la lucha ante una amenaza.
• Toma de decisiones: las emociones ayudan a evaluar alternativas y consecuencias.

Función social

• Comunicación: las emociones facilitan la comunicación de estados internos a otros, mejorando la cooperación y la empatía.
• Regulación de relaciones: las emociones ayudan a fortalecer o debilitar relaciones sociales, como el amor y la amistad o el enojo y la desconfianza.

Función motivacional

• Impulso para la acción: motivan comportamientos dirigidos a metas, como buscar placer o evitar el dolor.
• Persistencia en tareas: pueden aumentar la persistencia y el enfoque en tareas importantes.

Teorías funcionales

• Teoría de la evolución: las emociones han evolucionado porque ofrecen ventajas adaptativas.

Ambos enfoques, formal y funcional, son muy complementarios realmente y ofrecen una comprensión más completa de las emociones. La formal da una estructura y lenguaje para describir y medir las emociones y la visión funcional explica por qué existen las emociones y cómo contribuyen a la adaptación y supervivencia.

Al integrar ambas visiones, podemos tener una visión más holística de las emociones en distintos contextos, desde la psicología clínica hasta la investigación en neurociencia y comportamiento social.

Proceso emocional

Situación o estímulo (externo o interno): reúne ciertas características o cierto potencial, es decir, que resulte significativa, para generar tal emoción.

Interpretación: un sujeto capaz de percibir esa situación, procesarla y reaccionar ante ella.

Según decía Epicteto: “No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”, por ello, ante una misma situación las personas reaccionamos de forma emocional diferente. Entre un suceso y una emoción está:

• Cultura
• Experiencia
• Atribución: interna-externa, controlable-incontrolable o estable-inestable.
• Expectativas
• Pensamiento

Reacción corporal o fisiológica: respuestas involuntarias a nivel físico que no tienen porqué ser patológicas, sino que, por lo general, se consideran respuestas adaptativas del individuo a las demandas de la situación. La mayor actividad fisiológica es normal, aunque pueda ser interpretada a veces como un peligro.

Cómo podemos gestionar mejor las emociones

La regulación emocional implica saber manejar emociones de manera adaptativa para lograr una meta de valor.

Para ello es muy importante entender que las emociones no son acontecimientos aleatorios, sino que tienen una serie de causas subyacentes. Las emociones dirigen nuestra atención hacia acontecimientos más importantes para prepararnos normalmente a emprender una acción, por ello es muy importante tratarlas desde la aceptación y no control o represión de las mismas, por que aunque en el momento quizás no lo entendamos, ellas nos derivan a conectar con lugares en la vida muy valiosos para nosotros si sabemos manejarlas.

En líneas muy generales para poder utilizarlas tenemos que aprender a:

• Percibir e identificarlas: reconocer de forma consciente nuestras emociones e identificar qué sentimos y ser capaces de darle una etiqueta verbal.
• Comprender: integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento y saber considerar la complejidad de los cambios emocionales.
• Regular: dirigir y manejar las emociones tanto “positivas” como “negativas” de forma eficaz.

En resumen, las emociones son un aspecto fundamental de la experiencia humana, influenciando cómo pensamos, sentimos y actuamos. Son esenciales para nuestra supervivencia, bienestar y relaciones interpersonales. No buscamos eliminar las emociones difíciles, sino cambiar la relación que tenemos con ellas.

Al aceptar nuestras emociones, tomar distancia de pensamientos, vivir en el presente, reconocer nuestro yo observador, clarificar nuestros valores y lo que es importante realmente para nosotros y por último, comprometernos con acciones alineadas con esos valores nos dará paso a manejar nuestras emociones de un modo más eficaz y vivir una vida más plena y significativa. Puedes pedir cita con un psicólogo para aprender a gestionar y a entender tus emociones.

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