Durante la gestación las zonas vulvar y vaginal experimentan un aumento del riego sanguíneo en la piel, así mismo aumenta la vascularización en los músculos de la vulva y del perineo, junto a un ablandamiento del tejido conjuntivo.
Esto afecta en gran medida a la vagina y causa el típico oscurecimiento violáceo de la zona.
Las papilas de la mucosa que recubre la vagina adoptan un aspecto salpicado. Las paredes vaginales también sufren cambios con relación a la distensión que surge durante la preparación al parto. Dentro de estos cambios están la hipertrofia de las células de músculo liso, la laxitud del tejido conjuntivo y el considerable aumento del grosor de la mucosa.
Durante el embarazo hay un aumento importante del volumen de las secreciones cervicales. El pH se vuelve ácido, oscila entre 3.5 y 6, ya que se produce un aumento en la producción de ácido láctico, que surge del aumento de Lactobacillus en el epitelio vaginal.
El aumento de las secreciones vaginales, que se denomina leucorrea y su pH ácido, realizan la importante función de proteger la flora para evitar la proliferación de gérmenes o infecciones y posibles problemas que afecten al correcto desarrollo del embarazo.
Las secreciones vaginales cambian de manera natural a lo largo de la gestación, tanto en cantidad como color y textura. Ciertas características de estas secreciones pueden indicar la existencia de infección u otros problemas.
La secreción vaginal saludable, tiene un leve olor, es transparente o blanca, y no produce molestias.
El volumen de ésta aumenta en el embarazo, para evitar que se produzcan infecciones vaginales que puedan suponer un riesgo.
En las últimas semanas de gestación, el flujo puede volverse más fuerte, llegando a contener moco rosado. El moco es gelatinoso y puede ser una señal de que se acerca el momento del parto.
Es interesante conocer el significado de los distintos tipos de secreción , y en qué casos es aconsejable visitar al médico.
Un estudio científico reciente, realizado con 4.510 participantes concluyó que las hemorragias leves durante el primer trimestre, sobre todo las que duran 1 o 2 días, no están relacionadas con pérdidas involuntarias.
Las relaciones sexuales durante el embarazo pueden ser también causa de un manchado rosado o e infecciones vaginales.
Aunque pensamos que sufrir una pérdida gestacional es algo poco común, lo cierto es que un 10% o 15%, aproximadamente, de los embarazos terminan en aborto espontáneo. Hay otras causas de secreción roja que son menos graves, sobre todo en el primer trimestre de embarazo, cuando surge la implantación o puede haber alguna infección.
La existencia de sangrado vaginal franco en la gestación más avanzada puede indicar posibles problemas graves o trabajo de parto prematuro, lo cual requerirá atención médica inmediata.
Cualquier secreción inusual es susceptible de ser supervisada por un ginecólogo, ya que estos cambios pueden indicar una infección, problemas en el embarazo o la necesidad de llevar a cabo un tratamiento. Si las infecciones no se tratan adecuadamente, puede dar lugar a complicaciones. También es recomendable acudir a consulta cuando exista un manchado o sangrado fuerte, que persiste más de un día o aparece junto con dolor.
Con frecuencia las mamás tienen dudas e incertidumbres sobre su salud durante el embarazo, y el principal miedo es a las consecuencias que estas puedan tener en su bebe. La adquisición de unos correctos hábitos influirá directamente en la salud y desarrollo del pequeño. Espero que encontréis en estas recomendaciones una ayuda, y que os aporten algo más de seguridad para disfrutar vuestro embarazo.
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