¿Es grave el trastorno límite de la personalidad?

Seguro que muchos de vosotros os habéis preguntado qué significa el trastorno límite de la personalidad (TLP). En los últimos años, la salud mental ha dejado de ser un tabú y gracias a ello, han aparecido diagnósticos que inicialmente eran tratados como auténticos secretos. El TLP es uno de ellos y es que, a pesar de parecer un término novedoso, es sufrido por el 2.5% de la población adulta (Beck,1995).

¿Qué es exactamente el trastorno límite de personalidad?

Para llegar a comprender este trastorno debemos conocer primero su origen. El TLP forma parte de un trastorno en salud mental caracterizado por afectar a la personalidad del individuo de forma permanente y en todos los ámbitos de su día a día. Se construye por múltiples factores desencadenantes (biológicos, psicosociales, familiares, etc.), haciéndolo inflexible y provocando que el individuo observe el mundo que le rodea y a sí mismo desde la fragilidad y la vulnerabilidad (Beck, 1995).

Siguiendo esta línea, los estudios recientes muestran como el TLP se encuentra altamente vinculado a experiencias traumáticas durante la infancia, generando una gran dificultad por comprender el mundo que les rodea como “un lugar seguro”.

Esto interfiere en el desarrollo de la personalidad, siendo caracterizada por:

• Impulsividad
• Ambivalencia entre extremos de idealización y desidealización (te odio y te quiero a la vez)
• Cambios en el estado de ánimo
• Sensación recurrente de angustia, vacío y desesperación que externalizan a través de la ira (hacía sí mismos: autolesiones; o hacía otros)
• Miedo atroz al abandono que les conduce a tener dificultades para establecer vínculos sanos con los otros (Linehan, 2003)

¿Es grave el TLP?

Sería un error considerar que el TLP es algo “grave o peligroso”, ya que como cualquier otro trastorno (por ejemplo, la depresión o la ansiedad) tiene tratamiento farmacológico y psicológico. Aun así, es verdad que el TLP (como todos los trastornos de personalidad) afecta al individuo en su totalidad y por ello es importante acudir a un psicólogo o psiquiatra si sentimos que resonamos ante esta descripción. No hacerlo puede generar un mayor sufrimiento en nosotros, culpa, incapacidad o incluso desesperación, desembocando en un aumento del riesgo suicida (10%) (Beck, 1995).

Acudiendo a un especialista, se podrá proporcionar al individuo la oportunidad de reelaborar experiencias traumáticas, su visión del mundo y de sí mismo, adquirir nuevas habilidades y herramientas para afrontar su día a día y fomentar la gestión emocional (Brantley, 2017).

En definitiva, el TLP es un trastorno multicausal. Desde mi visión psicológica me gusta explicarlo cómo la forma que ha tenido nuestro cerebro de sobrevivir a tanto dolor. Ahora, ya de adultos, podemos cambiar esa percepción de nuestro cerebro y enseñarle que hay más formas de enfrentarnos al mundo, formas que nos permiten vivir sin ese dolor esclavizante. Si te encuentras en esta situación, bríndate la oportunidad de comprender el mundo desde otra perspectiva.

Puedes seguir informándote sobre el trastorno límite de la personalidad en esta guía.

Referencias

• Beck, A., Freeman, A., Davis, D. (1995). Terapia cognitive de los trastornos de personalidad. Pádios Iberica.
• Brantley, J., McKay, M., Wood, J. (2017). Manual práctico de Terápia Dialéctico Conductual. Desclee de Brouwer.
• Linehan, M. (2003). Manual de tratamiento de los Trastornos Límite de la Personalidad. Páidos Iberica.

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