El sistema digestivo es ese complejo conjunto de órganos encargados de la digestión y absorción de nutrientes; por lo tanto, resulta esencial para realizar una de las 3 funciones vitales del ser humano: la nutrición. Sin embargo, debido a su complejidad y al estilo de vida actual, caracterizado por comida procesada y estrés, es susceptible de padecer gran variedad de enfermedades que afectan a nuestra calidad de vida.
Un dato relevante, para que nos hagamos idea de la magnitud que tienen las enfermedades digestivas, es que prácticamente la mitad de la población padece o ha padecido alguna según la Fundación Española del Aparato Digestivo.
Sin tener en cuenta las cada vez más prevalentes intolerancias, ni las alergias alimentarias; dejando de lado el estreñimiento y la dispepsia (que serían más síntomas que enfermedades), o el popular y renombrado SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado), vamos a destacar las 10 patologías digestivas más comunes:
El reflujo gastroesofágico es una enfermedad en la que el contenido ácido del estómago, regresa al esófago, causando irritación. Su causa principal se debe a una disfunción del esfínter esofágico inferior. Los síntomas incluyen acidez, pirosis, regurgitación y, en casos graves, daño a las paredes del esófago. El tratamiento incluye modificación de hábitos dietéticos, medicamentos como los inhibidores de la bomba de protones (IBP), y en casos severos, cirugía.
El síndrome del intestino irritable es un trastorno funcional del intestino que se manifiesta con dolor abdominal, hinchazón, diarrea y/o estreñimiento. Aunque su causa exacta es desconocida, se cree que está relacionada con la sensibilidad intestinal, el estrés y con disbiosis intestinal. El tratamiento se enfoca en la gestión de los síntomas a través de cambios en la dieta, probióticos y medicamentos que nos ayuden a regular el tránsito intestinal.
La enfermedad celíaca es una reacción autoinmune al gluten, una proteína presente en muchos cereales, principalmente: trigo, cebada y centeno. Cuando una persona con enfermedad celíaca consume gluten, su sistema inmunológico ataca el revestimiento del intestino delgado, lo que puede causar malabsorción de nutrientes. Los síntomas incluyen diarrea, pérdida de peso, fatiga y anemia. El único tratamiento es una estricta dieta libre de gluten.
La enfermedad de Crohn es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo, aunque comúnmente involucra el intestino delgado y el colon. La causa exacta es desconocida, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos, inmunológicos y ambientales. Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea crónica, fatiga y pérdida de peso. El tratamiento incluye medicamentos inmunosupresores, antiinflamatorios, y en algunos casos, cirugía.
Al igual que la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa es una forma de EII, pero se limita al colon y el recto. Causa inflamación y úlceras en el revestimiento del colon, lo que resulta en diarrea con sangre, dolor abdominal y necesidad urgente de evacuar. El tratamiento es similar al de la enfermedad de Crohn e incluye medicamentos y, en casos severos, cirugía para remover parte o todo el colon.
Las úlceras pépticas son llagas que se desarrollan en el revestimiento del estómago, el intestino delgado o el esófago. Son causadas principalmente por la infección con la bacteria Helicobacter pylori o por el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroides (AINEs). Los síntomas incluyen dolor abdominal, hinchazón, náuseas y, en casos graves, hemorragia digestiva. El tratamiento consiste en antibióticos para erradicar H. pylori y medicamentos para reducir la producción de ácido gástrico.
La diverticulitis ocurre cuando pequeñas bolsas, conocidas como divertículos, que se forman en el revestimiento del intestino, se inflaman o infectan. Esta condición es más común en personas mayores y puede estar asociada con una dieta baja en fibra. Los síntomas incluyen dolor abdominal intenso, fiebre y cambios en los hábitos intestinales. El tratamiento incluye antibióticos, reposo intestinal, y en casos recurrentes o complicados, cirugía.
Los cálculos biliares son depósitos duros que se forman en la vesícula biliar y pueden obstruir el flujo de la bilis. Esto puede provocar dolor abdominal intenso, conocido como cólico biliar, especialmente después de comer alimentos grasos. En algunos casos, puede llevar a complicaciones como la colecistitis (inflamación de la vesícula biliar) o a una pancreatitis. El tratamiento puede incluir fármacos para disolver los cálculos, aunque la mayoría de los casos requieren cirugía para extirpar la vesícula biliar.
La pancreatitis es la inflamación del páncreas, un órgano que juega un papel crucial en la digestión y el control del azúcar en sangre. Puede ser aguda o crónica, y sus causas incluyen cálculos biliares, consumo excesivo de alcohol y ciertas infecciones. Los síntomas incluyen dolor abdominal severo, náuseas, vómitos y fiebre. El tratamiento varía desde reposo intestinal y manejo del dolor en casos agudos, hasta cirugía o tratamiento de las causas subyacentes en casos crónicos.
La esteatosis hepática, también conocida como enfermedad de hígado graso no alcohólica (EHGNA) es una acumulación de grasa en el hígado que no está relacionada con el consumo de alcohol. Es común en personas con obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Aunque a menudo es asintomática, en algunos casos puede progresar a inflamación hepática, fibrosis y cirrosis. El tratamiento principal incluye cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, una dieta saludable y el control de la diabetes.
En los últimos 25 años hemos avanzado mucho en el diagnóstico de estas enfermedades digestivas, esto resulta de vital importancia porque un diagnóstico precoz y preciso, junto a un tratamiento adecuado, previene complicaciones y mejoran la calidad de vida del paciente, desde aquellos casos leves y manejables con pequeños cambios en la dieta y en el estilo de vida, hasta los que presentan gravedad y requieren de otro tipo de intervenciones.
En cualquier caso, el asesoramiento profesional es esencial y en Doctoralia puedes encontrar un nutricionista que pueda ayudarte.
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